SP © | CAPÍTULO 17

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Nada de esto tiene sentido
Por: Logan Clarke

No supe en que momento exactamente, luego de mencionar aquellas tres palabras, me fije en sus ojos y esas pestañas tan voluminosas que los hacían mucho mas atrayentes. Había algo en ellos... tal vez el brillo de sus iris o lo grande e hipnotizantes que podían llegar a ser, entonces no sabía de qué diablos iba a hablarle.

—Bueno... si, yo... lo sé. —titubeó, sacándome de mi ensoñación. —Y juro que no tengo ninguna explicación racional... —

—¿Explicación racional para qué? —fruncí el ceño.

—Dijiste que teníamos que hablar... pensé que te referías a... —

—Oigan, chicos, me tengo que ir, acabo de recibir una llamada. Mi papá me necesita para una reunion de último minuto. ¿Creen que puedan sobrevivir sin mi? —

Tyler llegó del baño con rapidez, cortando nuestra pequeña conversación, y de pie junto a la mesa, ingirió por completo el poco jugo de naranja que quedaba en su vaso de cristal.

—¿Reunión de último minuto? —insistí.

—Si, creo que viajaré a Francia la próxima semana. Hay planes para un nuevo Hotel y no me voy a quedar fuera del negocio. —

Abotonó las mangas de su camisa y se transformo en el hombre de negocios y no en el chico gilipollas que normalmente esta conmigo.

—Suena genial. Pero tranquilo, estaremos bien, supongo. ¿Te veré mañana? —respondió Caterina, girando a mirarlo con interés.

—Si no cuentan con mi presencia, no hay fiesta. —Ver a mi amigo guiñarle el ojo con mucha confianza, me hizo mirarlo con la misma cara de cabreo que hace un rato cuando estábamos solos los dos. —Este... Logan, amigo, hablamos luego. Y Caterina, preciosa, adiós. Nos vemos mañana. —

—Claro, Tyler, nos vemos. —

Despidiéndose con un beso en la mejilla para ella, y un abrazo para mi, lo vi caminar hasta la salida con el móvil muy pegado de su oreja. Tomé asiento, pesadamente, y mirando como la mesera se acercaba... mis ojos dieron un salto hasta la entrada, allí donde Tayler había dado la vuelta, comenzando a hacer movimientos muy comprometedores. Le saqué el dedo, sin ser visto por mi acompañante.

—Te puedes llevar la pasta, me quedo con la hamburguesa. —dijo Caterina a la mesera con visible entusiasmo.

—¿A Caterina Russo le gusta la comida chatarra? —sonreí, ignorando la presencia de Tyler mientras volvía a recostarme de la silla.

—Claro que si, hay que mantener este cuerpo con algo de grasa. ¿Quieres un poco? —ofreció.

—¿Me darías un mordisco? —fruncí el ceño, divertido, y luego de medio segundo me di cuenta que aquella pregunta había tenido un doble sentido desde el inicio. —¡Me refiero a que si compartirías la hamburguesa conmigo! —aclaré, sintiendo como la voz me fallaba.

¡Maldita sea Tyler!

Escuchar como la italiana aguantaba la carcajada fue el detonante para que yo también sonriera ante su evidente cambio de humor, negué suavemente, y apretando los labios la miré.

—Escucha... Logan... respecto a lo que sucedió... —

— ¿Que sucedió? —

—Sabes... lo que sucedió, no quieras avergonzarme. —

—Bueno, ¿te arrepientes de lo que hiciste? —pregunté de manera automática, y por alguna razón el hecho de que se hubiera arrepentido me molestaba.

SUEÑOS PERFECTOS © | SL #2 - ACTUALIZANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora