SP © | CAPÍTULO 1

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Viviendo de Recuerdos
Por: Logan Clarke

Londres, Reino Unido. [Año: 2017]

Sentía el peso de la botella entre mis dedos, el sabor inconfundible del whisky al relamer mis labios, escuchaba el vibrante sonido de la música en aquel viejo bar y las risas de mis compañeros por algún chiste al que no logre prestar atención. Todos sonreían, parecían realmente animados mientras daban palmadas sobre la mesa, la pasaban bien, excepto yo.

—Entonces, deje a la chica en su casa y recuerdo bien el aspecto de la escopeta que cargaba su papá. ¡Era un puto oficial! Pensé que tendría que llamar a Logan para que me sacara de prisión aquella noche. Estaba extasiado, hubiera pasado la noche entre las rejas por otro polvo.—

—No se quien es mas idiota, si la chica por meterse contigo o tu por pensar en un polvo mientras te apuntaban con una escopeta.—respondieron entre risas.

—No se si sentirme ofendido por eso, David, así que vete al diablo.—

Parpadee, regresando al tema de conversación, y fue entonces cuando vi que todos miraban hacia mi dirección con aparente curiosidad.

—¡Vamos, Clarke, sonriele a la vida! ¿Qué sucede? La última vez que nos reunimos en este mismo lugar las cosas parecían ir bien contigo.—

Observé a David Cooper en el asiento frente a mi, recostado del espaldar de su silla de madera con un cigarro entre los labios, mientras con sus cejas elevadas esperaba por una respuesta coherente de mi parte. ¿Qué se supone que debía contestar? ¿"Me enamoré de alguien que en estos momentos debe estar ensayando sus votos matrimoniales"? Incluso en mi mente, aquella confesión parecía ser demasiado deprimente, y en definitiva, aquella verdad no definia quién era Logan Clarke, podría dar asco y eso no era aceptable.

—¿Y quien dice que las cosas no van bien ahora?—respondí un tanto a la defensiva, dando otro sorbo a la botella de licor para luego fijarme vagamente en la pista de baile.

—Vale, de acuerdo.—su sonrisa fue ancha, llena de burla, mientras dejaba escapar una pequeña nube de humo sobre nuestras cabezas.—Creo que solo fue una suposición, sueles integrarte más a la conversación. Igual es bueno verte por aquí otra vez. Siempre eres bienvenido.—

—Estoy cansado. Pero gracias... supongo.—mis hombros se elevaron, y una mueca muy parecida a una sonrisa se formo en mi rostro.

—Igual sabes que no hay nada que no se pueda solucionar con un poco de diversión, ¿verdad, Clarke? Piénsalo. ¿A qué has venido esta noche? Nos tienes muy intrigados.—

Una segunda voz sonó con curiosidad, y fijándome en el asiento que era ocupado a un lado del relajado cuerpo de David Cooper fui capaz de reconocer a Samuel Wood. Aquellos dos chicos formaron parte de mi vida universitaria y afortunadamente, luego de muchos años fuera del campus, aún seguíamos comportándonos como buenos amigos. Sonreí, esta vez con mucho mas animo, y negando lentamente me hice hacia el frente hasta recostarme de la pequeña mesa entre nosotros.

—¿Alguna vez tuve que tener un motivo para divertirme con ustedes? Basta de tanta pregunta estúpida. ¿Dónde está Tyler? —pareciendo relativamente desinteresado, observé como ambos giraron el rostro de manera simultánea hacia la pista de baile, donde una pareja se besaba con intensidad y peleaban por el hecho de quien llevaría las riendas de aquella descarada situación, mientras mis amigos sonreían divertidos ante lo que sucedía.—Bien... está ocupado, iré por otra botella.—

—De acuerdo, deberías invitar el tequila la próxima vez.—agregó Samuel.

—Me lo voy a pensar.—

SUEÑOS PERFECTOS © | SL #2 - ACTUALIZANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora