—Esto recién comienza, Pey. Queda mucho por hacer.—me dijo Nick y yo sonreí más que feliz.

—Gracias por esta oportunidad.—sinceramente, estaba muy agradecida por probar algo nuevo.

—Gracias a ti por aceptar.—Nick me abrazó y todos se unieron aplastándome. Nos metimos nuevamente al agua. Nadamos un rato hasta que comenzó a refrescar.

—¡No me pienso volver a enfermar!—dije saliendo del agua mientras me secaba.

—No seas exagerada, Pey.—dijo Bryce llegando a mi lado tomando mi toalla. Lo miré mal.

—Exagerada tu cara. Dame mi toalla, Hall.

—Nop.—comenzó a correr con mi toalla y lo seguí. Mala idea guiarlo hasta la orilla. Se tropezó con unas piedras y cayó al agua, sobre mi toalla.

—¡Bryce Hall eres hombre muerto!—lo saqué de mi toalla y la estrujé.—¡Te odio, idiota!—los chicos reían mientras nos filmaban.

—Es culpa de Kio.—lo miré confundida mientras los demás reían.

—¡No todo soy yo, Hall!—pobre Kio... ya sé a quién echarle la culpa si rompo algo en la casa.

Volvimos al campamento, mientras me dediqué a molestar a Bryce todo el camino y cuando se enojaba, le recordaba el incidente de la toalla. Entramos en nuestras tiendas y nos abrigamos. Salimos nuevamente y rodeamos el fogón que Nick había prendido. Llevé mi guitarra y comenzamos a cantar diferentes canciones que iban surgiendo en el momento.

—¿Quieren comer algo? Hay tortitas.—dijo Kio y asentimos. Se paró y fue a buscarlas.

—También podemos ir a buscar la cena.—sugirió Josh, entonces se fue junto a Nick, Kio y Anthony a comprar la cena. El sueño me bajó. Griffin estaba a mi lado hablando con Bryce y Jaden, pero me daba vergüenza preguntarle si podía apoyarme en él para dormir. Lo cual es loco ¿no? Me ayudó lo suficiente, ambos lo hicimos. No tendría que tener vergüenza. Apoyé mis brazos sobre mis piernas y mi cara sobre ellos. Suspiré pesadamente. Poco a poco sentí mis ojos cerrarse.

—Hey, Pey. ¿Estás bien?—me preguntó Griffin. Levanté mi cabeza y la luz del fuego me cegó.—Lo siento, no sabía que estabas durmiendo.—sonreí de lado, restándole importancia.

—A los chicos les queda media hora. Puedes ir a dormir y te llamaremos cuando esté la comida.—me dijo Bryce. Asentí y entré en mi tienda, cubriéndome con mis mantas hasta caer rendida. Supongo que pasó media hora o más cuando alguien entra.

—¿Pey?—me giré y vi a Josh asomado en la tienda.—¿Quieres cenar?—negué y me di vuelta para seguir durmiendo. A los minutos alguien vuelve a abrir la tienda.

—¿Pey?—me giré nuevamente y era Kio.—Te dejamos la cena en el auto, por si quieres comer luego.—asentí y me giré para intentar volver a dormir. Pero alguien vuelve a entrar.

—¿Ahora qué?—me giré enojada y vi a Griffin.—Lo siento.

—No quería despertarte. Pero Bryce se durmió en mi tienda para no molestarte. Todos se fueron a dormir.—susurró.

—Por lo que tienes que dormir aquí. No me sorprende.—reí y me acomodé para poder mirarlo. Cerró la tienda y se recostó en el colchón de Bryce.

—¿Estás bien?—asentí sintiendo mis ojos pesados. Griffin estaba apoyado sobre su brazo, mirándome.

—¿Tengo algo?—le pregunté cerrando mis ojos mientras reía.

—Te ves tierna, con tu súper buzo y cubierta hasta la cabeza.—reí.

—¿Qué hora es?—le pregunté sin abrir mis ojos.

The Sway House - Griffin Johnson [Completa]Where stories live. Discover now