ᴋɪᴍᴇᴛꜱᴜ ɴᴏ ʏᴀɪʙᴀ ᔕⓞⓝⒺ ⓢⓗⓞⓣⓢᔕ TERMINADO.

ESV Muichiro Tokito!

No se dio cuenta que el hombre de 3 esposas se acercó a él.

—¡Hombre! Tan sólo mírate Muichiro al parecer ya-...

—Vete al diablo, Tengen —escupió esas palabras frente a su cara mientras empujaba al mayor.

Terminó yéndose del lugar.

• • •

Muichiro regresó hasta la noche, estabas recostada en los tatamis con una manta mientras sostenías un libro en las manos, te habías cansado de esperar a tu pareja durante toda la tarde; aprovechaste para entrenar, mejorar tus habilidades en un par de cosas esperando a que llegara pero cada que te sentabas en la entrada de la finca para poder recibirlo, nadie aparecía. Era de noche y había empezado a hacer frío, eso no era un problema pero deberas que te cansaste de esperarlo todo el día, literalmente. Tus únicas preocupaciones eran si había comido o se encontraba bien.

Escuchaste un ruido en la entrada, te levantaste quitándote la manta de encima para poder ir a ver.

Ahí se encuentra él.

Ahí está Muichiro.

Su cara con un notorio color rojo, dio un par de pasos y se notó como caminaba extraño, dejaste con cuidado tu libro en el piso y fuiste a ayudar al mentoso porque casi cae. Al estar lo suficientemente cerca de él pudiste olerlo, olía a sake y ahora entendías el porqué de la situación, obvio no habías crecido la tonta nota que dejó el pilar del sonido.

—¿A ti no podría llegar a gustarte alguien más? —preguntó Muichiro de repente mientras rodeaba tu cintura con sus brazos. —¿Verdad que no?

—¿Qué cosas dices? —preguntaste frunciendo el ceño. —Claro que no, eres el úni-...

—Entonces quiero que seas mi esposa, ¿aceptarías ser mi esposa? —preguntó mientras escondía su cara en el hueco de tu cuello. —Te complaceré en todo lo que quieras, _______-chan.

—Muichiro... —Tragaste saliva. —No estás lo suficiente lúcido ahora, vayamos a descansar.

—No... —murmuró este mientras te pegaba más a él. —Te amo, dime, ¿aceptas? Te haré feliz, serás feliz conmigo.

Pudiste sentir sus labios en tu cuello. Estaba siendo tan húmedo... Como solo tenías la camisa blanca que iba debajo de tu uniforme y los pantalones, fue más fácil para el de ojos menta quitarte la camisa. No lo detuviste porque te gustaba lo que estaba haciendo, sin embargo era raro verlo de esa forma. Dejó tu cuello y volteó a verte, una pequeña sonrisa se formó en su rostro mientras cerraba los ojos, el notable rubor de su cara... Eso y un montón de cosas más le hicieron ver tierno.

—No quiero que seas de nadie más —te habló sin quitar esa sonrisa y sus labios fueron a dar a tu mejilla derecha. —Quiero que seas mía ahora.

En efecto, estabas shockeada.
Desviaste la mirada, ya no pudiste resistir, tu cara se puso roja de la pena.

Sus labios fueron de tu mejilla hasta tu boca, ahí unió los labios de los dos en un tierno beso, el sabor a sake y chocolate seguía en su boca, pudiste sentirlo.

Sus manos fueron a tu pantalón para después bajarlo, no te opusiste, tanto él como tú lo quieren.

¿Por qué no hacerlo?

—Desde que estaba en ese lugar no podía dejar de pensar en ti —Muichiro te murmuró al separarse para poder quitarse la ropa. —Tocarme no fue suficiente, necesito sentirte...