30

3K 280 81
                                    

El amor es una de esas cosas de las que por mucho que te esfuerces, nunca sale tal y como lo esperabas. Seo Changbin lo sabía por experiencia, puesto que hacía prácticamente nada de que había roto cualquier lazo con StrayKids, su anterior grupo.

Había regresado a JYP, eso sí. Había lanzado pequeñas colaboraciones con ITZY o antiguos miembros de GOT7, en especial destacando la de Jackson, la última y más sonada. Sin embargo, sentía que su vida había dado un paso hacia atrás.

Se sentía como si volviese a ser un trainee, solo y rodeado de caras que se le hacían desconocidas. Como si nunca hubiese visto a nadie de su empresa antes.

Quizás el aferrarse a su grupo, había provocado que se acomodase en él, convirtiéndose en ajeno al exterior. Pocas veces coincidía con su anterior grupo o con stay, en donde estas últimas pedían su regreso, en parte debido a que el CEO de JYP Nation, les había prohibido cualquier acercamiento a Changbin después de ponerse al corriente de lo sucedido, y por otra parte, Seo lo había pedido así para no perjudicar a StrayKids ni al fandom.

La razón de su alejamiento del grupo, aunque no estuviera del todo errada, era porque necesitaba un tiempo para regresar al trabajo, decidiendo así una baja temporal.

Era por eso mismo que cuando Taehyun le dijo que había roto con su mejor amigo, Ann Sanissi, no se sorprendió.

—Lo siento, Changbin. No sido lo suficientemente valiente como para romper con Beomgyu o Yeonjun. Tengo miedo de que por mi culpa, el grupo se venga abajo.

—Taehyun, no es conmigo con quien tienes que disculparte —habló Seo, aunque con un tono más que comprensivo. Aunque lo que sí le extrañaba, es que Ann no le hubiese dicho nada. A esas alturas, debería de estar llamándolo y llorando a moco tendido. —Y en el fondo, soy el primero en entenderte. Lo que sí puedo darte como consejo, es que no deberías tirar tu relación con Ann por la borda o acabarás como yo.

—Lo sé, Binnie. Pero no puedo evitarlo. Soy un cobarde.

Changbin asintió triste por la situación de su amigo, ya que en el fondo, él ya había pasado por eso. Seo también se sentía un cobarde. Huir de la situación que él mismo había creado lo convertía incluso peor que Taehyun ya que por lo menos, este se aferraba a la idea de que la situación con sus compañeros pudiese mejorar, aún a costa de sí mismo y su relación con el español.

El tintineo de una campana hizo eco en la cafetería en la que se encontraban, anunciando así la llegada de cierta persona que brillaba por su don de la impuntualidad. Jeon Soyeon. Al ver llegar a la chica, casi de forma automática, Taehyun se tragó las palabras que a punto estuvo de decirle a Changbin. El rapero se quedaría con la duda de qué iba a hablarle Kang antes de la estelar aparición de Jeon.

—Perdonad la tardanza, estaba con Lisa haciendo, eh… una colaboración, sí eso —se disculpó, tomando asiento al lado de Seo. —¿De qué hablabais?

—Oh, de nada —dijo Changbin, sintiéndose fatal por tener que mentirle a su amiga. —Hablábamos de un videojuego.

—Ah, claro, ¿no acaba de salir el último de la saga Pokémon? Todavía no lo he probado, pero dicen que está bastante bien…—comenzó a decir la rubia, interrumpiéndose mentalmente. —Por cierto, antes de que se me olvide. ¿Sábeis algo de Ann? Lisa lo ha llamado, pero no coje el teléfono, el muy cabrón. A saber que estará haciendo. Taehyun, debería de controlar más a tu bomboncito y decirle que nos haga caso o iré yo misma a España a partirle las piernas. Odio cuando preocupa a Lisa sin motivo.

Changbin y Taehyun se miraron, sorprendidos. Si era raro que el español no hubiese llamado a Seo para contarle lo sucedido con su ahora exnovio, era incluso más extraño el hecho de que Sanissi no atiendese las llamadas de Manoban. Aquellos dos eran como uña y carne.

—Soyeon. Ann y yo hemos roto —anunció Kang, sintiéndose repentinamente culpable por algo como aquello.

—¿¡Cómo!? ¿¡Por qué!? —casi gritó la chica. —Habría jurado que lo vuestro iba en serio. ¿Ha hecho Ann algo malo?

—No, es solo que… digamos que decidimos dejar así las cosas. Tal y como estábamos antes de empezar —reconoció. Changbin sabía que estaba omitiendo una parte muy importante, pero prefirió dejarlo estar. Si Soyeon se enteraba de lo que había sucedido realmente, la amenaza que había dirigido hacia el español anteriormente la dirigiría ahora hacia Taehyun. Y vaya que si la cumplía.

—Vaya, ahora lo entiendo todo. Lo siento mucho Taehyun, no sabía que las cosas estaban mal entre vosotros. hablaré con Lisa para que no se preocupe, será mejor darle un tiempo a nuestro querido Ann.

Ambos chicos asintieron. ¿Porqué el amor era tan díficil?

(...)

—¡Ann! —exclamó Fer Sanissi desde el exterior de su camerino. —¿Estás listo? ¡Es nuestro turno para actuar!

—¡Voy ahora! ¡Un momento!

Ann Sanissi se hallaba frente al espejo de su camerino, lugar en el que últimamente se encerraba antes de enfrentarse al público que tanto lo arropaba con sus palabras de ánimo. Lo cierto era que ni siquiera las miles de personas que acudían a los eventos podrían subirle la autoestima que tanto necesitaba. Él tan solo necesitaba a una sola persona en aquellos momentos, y precisamente era esta la que lo había apartado de su vida de las peores formas posibles.

Él realmente había guardado la esperanza de que Kang Taehyun por fin abandonase la tóxica relación que mantenía con sus compañeros y se fijase en él de una vez por todas, pero conocía a Kang. Dentro de una pequeña parte de su interior, admitía que había sido un tonto por haberse enamorado de una persona así.

¿Cómo había dicho Changbin una vez? Da igual si es una, dos o cinco, el amor no entiende ni de números o letras, solo actúa por instinto. Supuso que enamorarse de Taehyun estaba escrito en el destino, tal y como su amigo le había dicho.

Antes de salir, miró la pantalla de su teléfono. Otra llamada perdida de su amiga, Lalisa Manoban. Sabía que estaba compórtandose como un verdadero idiota, pero es que ni siquiera tenía las fuerzas ni las ganas para enfrentar a la tailandesa. Y eso lo hacía sentir incluso peor.

Sin embargo, la tailandesa no cejaba en el empeño de llamarlo, con la esperanza de que en algún momento, el chico cogiese el teléfono.

Entró en la aplicación de mensajería en línea y decidió escribirle para que al menos, la chica no se preocupase.

Estoy vivo, no te preocupes. Voy a actuar en los EMA’s, hablamos luego”, había escrito, arrepintiéndose al momento de haber escrito algo como eso.

Sin embargo, cuando finalizó el evento, grande fue su sorpresa al encontrarse con un mensaje igual de grande que el testamento de su abuela había dejado poco antes de tristemente, fallecer.

Ann, no te preocupes, Soyeon me lo ha contado todo. tenía la esperanza de que cogieras mi llamada y poder escuchar tu voz, pero veo que nuestras agendas no nos lo han permitido. Sé que estás triste y que en estos momentos, querrás saber nada sobre nosotros, lo entiendo. Pero quiero que sepas que, tardes lo que tardes, aunque sea dentro de cincuenta años, cuando estés preparado vuelvas a Corea y hables conmigo. ¡O si quieres podría ir yo a España! Me gustó mucho la zona costera adonde fuimos la última vez por tu cumpleaños, ¿te acuerdas? Ay, que me desvío, que cabeza la mía. Bueno, eso. Cuando quieras hablar, llámame o dime de coger un vuelo para ir junto a ti, lo que sea. Recuerda que no estás solo, ¿vale? Te quiero mucho tonto, no me vuelvas a preocupar así o te mandaré a Soyeon para que te rastree y te dé un lindo recordatorio”.

Nada más terminar de leer, Ann rompió a llorar. Y marcó a su amiga.

—¿Sí?

—Mañana cojo un vuelo a Corea.

[...]

PD: Pasense por mi nueva historia "Con ritmo psicodélico". También es un changharem u_u

-Besis de fresis 💕

_annbann_

Sweet, sweet, little cupcake •°changharem°•  (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora