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Antes de conocerse mejor y convertirse en mejores amigos, Kang Taehyun ya conocía la existencia de Seo Changbin, puesto que el rapero, aún incluso antes de su debut como miembro oficial de Stray Kids, ya había dado el salto a la fama con el pequeño grupo conocido como 3racha.

Además, Yeonjun, uno de sus compañeros, era amigo de este, así que era lógico que tarde o temprano, ambos idols coreanos coincidiesen en algún punto de su carrera.

Taehyun nunca se habría imaginado que terminaría de aquella manera con él, que a su parecer, tras aquella toda fachada de chico rudo, se escondía el ser más puro y dulce del universo.

Y sí, estaba enamorado de este desde que lo escuchó rapeando la canción de Matryoshka. De hecho, había sido por él, por lo que decidió convertirse en idol.

No era solo su modelo a seguir. También era su primer amor. Lo que sentía por el rapero no eran los mismos sentimientos de amistad que compartía con los otros tres, era un enamoramiento profundo, de esos de los que era difícil salir.

Era por eso, que haría cualquier cosa por el tierno y adorable Changbin, incluso lanzarse desde lo alto de un puente, sin cuerda o sin paracaídas.

—¿En serio quieres hacer algo como esto delante de tus amigos? —quiso saber, cerciorándose de que el bajito no diese marcha atrás en sus planes. No quería que pareciera que lo estaba forzando a hacer algo.

—Si tú te sientes incómodo, no —comentó Seo, preocupado porque a Kang no le hiciese demasiada ilusión aquella idea. Sabía que Taehyun no era muy fan de acercamientos innecesarios. —No quiero que te sientas obligado a hacer algo que no quieras...

—¡No! —exclamó sobresaltando al contrario. Al darse cuenta de la urgencia de su voz, se sonrojó. —Quiero decir, no... No pasa nada. Haría cualquier cosa por tí. Somos amigos, ¿recuerdas?

Changbin asintió, esbozando una verdadera sonrisa. De verdad, tenía unos amigos que valían oro. No se merecía a gente como aquella.

Por otro lado, Taehyun se forzó a sí mismo por corresponder a aquel gesto, estirando de sus comisuras labiales hacia arriba, rezando porque no le saliese una extraña mueca.

Sí, a pesar de todo se sentía usado. Aquella forma de vengarse de sus compañeros significaba que a Changbin realmente le importaba el como pensaran sobre él o como actuarían en base a su persona.

Sabía que sí él hubiera hecho algo similar, Seo ni siquiera le habría dado una segunda oportunidad.
No era, ni mucho menos, alguien como para estar a la altura de aquellos chicos.

Y sin embargo, allí estaba, dispuesto a hacerles una jugarreta para ayudar a Changbin a mostrarles lo importante que era este para ellos.

—Está bien entonces —murmuró decidido el bajito. —¿Empezamos?

(...)

—Tae-Taehyun —balbuceó Seo al notar como las manos del contrario masajeaba con soltura cualquier zona expuesta del mayor, mientras atrapaba sus labios entre los suyos.

—Tranquilo —susurró el más joven, mordisqueando el lóbulo de su oreja, provocándole un pequeño respingo. —Terminaré pronto.

Kang comenzó a besarle con violencia, mordiendo y chupando los labios a placer, dejando los labios del contrario rojos y brillosos por su saliva, mientras sus manos se deshacían lentamente de la camiseta de Seo, dejando a la vista sus rosados botones y la nívea piel de sus brazos, pecho y vientre, las cuales una vez al descubierto, fueron saboreadas por la lengua del más alto.

Fue entonces cuando escucharon pasos.

—¡Ah! —gimió el bajito en voz alta, al notar como su amigo había atrapado su pezón entre su lengua y sus dientes, jugueteando con él como si fuera un chupete.

Sweet, sweet, little cupcake •°changharem°•  (+18)Where stories live. Discover now