Sweet, sweet, little cupcake •°changharem°• (+18)

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Vayan a leer ¡Padre, no quiero ser princesa! en mi perfil. Gracias.

(...)

Llovía.

Desde el piso de Ann, en Gangnam, y el cual se hallaba vacío debido a que el español se había marchado de gira, Changbin observaba como la lluvia repiqueteaba en la ventana. Estaba aburrido.

Taehyun se encontraba en medio de ensayos y tanto Lisa como Soyeon, se hallaban extrañamente ocupadas, ambas en las Seychelles por un trabajo de una agencia que las quería fotografiar y entrevistar, para hablar acerca de las mujeres en el k-pop.

No sabía porqué, pero se imaginaba a las dos diciendo solamente aquello para tomárselo como unas vacaciones de chicas.

Suspiró.

La verdad es que echaba de menos a su grupo. Quitando el hecho, de que en la mayoría de las veces podían ser un incordio o de tratarlo mal, sí era cierto lo que Woojin le había dicho en el momento que se había negado a permanecer en Stray Kids.

Últimamente se estaba sintiendo querido por los chicos y quizá era eso lo que más miedo le daba de ellos. El simple hecho de volverse a enamorar y que le volviesen a romper el corazón. Quizás otro pudiese soportarlo y seguir adelante, pero él, desde luego que no.

Su teléfono vibró y al observar la pantalla, sonrió al ver el mensaje de Felix. Era el único con el que se mensajeaba desde su salida y siempre lograba hacerle reír con sus tonterías.

Felix: Hola Changbinhfiehduahf

Felix: Changbin*

Felix: Perdón me estaban hablando y mis dedos seguían escribiendo

Changbin se rió. Quizá ya no estaba tan aburrido.

Estuvo mensajeándose con Felix hasta bien entrada la noche. Fue cuando se despidió para irse a acostar, cuando surgió la pregunta que tantas veces había evadido sacando cualquier otro tema de conversación.

"¿Cuándo vas a volver?"

Allí estaba, aquella dichosa pregunta que siempre estropeaba sus horas de sueño.
Dejó en leído el mensaje y apagó el teléfono, tirándose en la cama. No sabía cuál era el dueño, pero como Ann y familia no regresarían hasta dentro de una semana, poco importaba. Nadie se iba a quejar.

(...)

—¿Qué sucede? —la voz de Taehyun al otro lado de la línea telefónica lo tranquilizó un poco.

—Lo siento, no podía dormir —se disculpó, al notar a su amigo algo cansado. —Perdón por llamarte a estas horas. No tenía a nadie con quien hablar.

—No te preocupes Binnie, no me molesta. Me alegra escucharte. ¿Que tal estás?

—Bien, cansado, pero seguramente no más que tú. ¿Al final arreglaste las cosas con Yeonjun y Beomgyu? Nunca llegué a preguntarte por ellos.

Un suspiro se escuchó y sintió como Tae se revolvía al otro lado, incómodo.

—No... lo hemos resuelto. Todavía.

—¿Pero no estás saliendo ahora con Ann? ¿Él sabe lo que haces con ellos para que te dejen en paz?

—Lo sabe. Nos hemos dado un tiempo para... yo poder resolver esto. Me sabe mal estar con él y continuar con la farsa del chico enamorado de su grupo. Pero aún no me atrevo a decir nada. ¿Qué pasará si nunca me atrevo? ¡Ann nunca me lo perdonaría!

—Sé valiente Taehyun. Eres más fuerte de lo que crees. Tendrán que aceptar el hecho de que en el pasado se portaron mal contigo. Los responsables de haberte perdido no eres tú, son ellos.