Capítulo 12

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Jimin no estaba feliz con su situación. Al principio, estaba emocionado por ver a Eunwoo, pero después de sólo una hora con él, empezó a preguntarse qué había cambiado.

Todavía sentía mariposas en el estómago por su sonrisa, pero su sencillo encanto a la antigua ahora era aburrido.

A los veinte minutos de haberse encontrado, él había traído a colación el matrimonio.

No hubo anillo o propuesta, pero no mantuvo en secreto sus intenciones. Él viejo Jimin habría estado dando volteretas, pero el Jimin que lo encontró deambulando en su casa a las siete de la mañana no sabía lo que quería.

Cuando Eunwoo mencionó que le gustaría estar con él, Jimin se apresuró a señalar todas las falsas razones por las cuales no funcionaría, y lo presionó para que se quedara con sus familiares, los próximos pintores, con extremos problemas de plomería, se abstuvo de molestarlo más.

Después de la animada confesión a sus amigos sobre lo mucho que lo había extrañado cada minuto durante los pasados cuatro años, y que no tenía la intención de perderlo de vista de nuevo, Jimin quería alejarse.

Pero, ¿por qué? Él le ofrecía todo lo que siempre había querido. ¿Por qué sentía como si la vida se le viniera encima? ¿Por qué estaba más preocupado por cómo se sentiría Jungkook con respecto a la situación que de sus propios sentimientos?

Como si necesitara su aprobación o bendición.

Cuando se sentaron con los demás, Eunwoo envolvió un brazo alrededor de su cintura. No lo movió para beber su whisky, la bebida predilecta de su padre, o para sacar la billetera de su bolsillo para pagar la siguiente ronda. Su toque debería de sentirse cálido y amoroso, pero en vez de eso, era frío y posesivo.

Lo apretó con más fuerza y Jimin miró a Jungkook, pero él ni siquiera lo había mirado a los ojos. Estaba mucho más interesado en Bin y en cada palabra que el hombre decía. Si él no estaba mirando a Bin, el piso tenía su atención. No, Jungkook no tenía nada que ofrecerle. Se sentía nauseabundo.

-Voy al baño -le dijo en el oído a Eunwoo, luchando para hacerse oír por encima de la banda.

-¿Quieres que vaya a ayudar? -Le guiñó el ojo, su sonrisa sexy y sugerente.

Jimin le devolvió la sonrisa y sacudió la cabeza. Lo sorprendió cuando se puso de pie y lo tomó en sus brazos. Sus labios se cerraron sobre los suyos en un dulce y sensual beso. La náusea se fue y las mariposas regresaron, su pasión y amor más evidente en esas pequeñas caricias de sus labios que cualquier otra vez que lo había besado. Pasó un largo rato antes de que pudiera alejarse.

Él le apretó la mano.

-Ya vuelvo.

En la privacidad del baño, Jimin se mojó la cara y se esforzó por frenar sus pensamientos.

Lo que Eunwoo simbolizaba lo atraía, sin embargo, ¿qué demonios le tomó tanto tiempo a él elegirlo? ¿Por qué se presentaría, sin previo aviso, y esperaría que él estuviera aguardando su regreso? Sería fácil volver a caer en los mismo viejos hábitos, esperando a que decidiera regresar a casa, pasando el día entusiasmado por sus planes, sólo para que él cancelara en el último minuto, dejándolo en su casa para sobrellevar la decepción solo.

¿Seguiría pensando más en sí mismo que en todo lo que lo rodeaba? ¿Jimin acababa de admitir que ese era uno de sus defectos? Sin embargo, era verdad. Eunwoo siempre iba primero. Un distante segundo lugar era lo más que podía esperar, pero ahora, él quería más. Demonios, podría estar bien por su cuenta, usando a Jungkook para satisfacer todas sus necesidades físicas, siempre y cuando él estuviera dispuesto.

Fighting Jimin °KookMin° COMPLETAWhere stories live. Discover now