Capítulo 6

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El agua de la bañera se enfrió demasiado rápido y el calentador de agua no podía mantenerse al día con sus escalofríos o los moretones que cubrían su cuerpo, necesitando del calor suave. Fue estúpido, lo sabía, correr por la tormenta como lo hizo. A pesar de que las piedras del granizo eran de tamaño de una canica, le golpearon sin piedad mientras corría hacia su coche sin protección.

Su mente trabajó mientras conducía, parte de su oración era no detenerse o accidentarse por el granizo, sólo para ser arrestado conduciendo desnudo, y parte tratando de pensar en el encuentro ardiente del que huyó con tanta prisa.

A regañadientes, detuvo el agua y cogió una toalla del estante. Su piel protestó contra el tejido blando mientras se secaba. A pesar del caluroso aire después de la tormenta se envolvió con su edredón y se acostó en la cama, con la esperanza de que el sueño lo reclamara pronto y lo rescatara de su desconcierto interno. Piensa en otra cosa, cualquier cosa. Piensa en el arcoíris que viste antes.

Pensó en el arcoíris y Jungkook interrumpió su imaginación del gran arcoíris para anunciar que le traería su cámara, al menos, así es como lo repetía en su mente. De acuerdo, otra cosa, una idea feliz de los días antes de que él llegara. En su mente, estaba de repente sobre su cabeza mientras él se daba un festín con su carne.

Lo único que sabía con certeza era que no era bueno para él, de hecho, él era peligroso. No puedo estar con él nunca más, no importa qué. Fue una estupidez ir allí en primer lugar. Sabía, sin embargo, que no cambiaría la situación incluso si pudiera.

El sonido de golpes lo despertó, alguien estaba en la puerta. Era temprano por la mañana, a juzgar por la luz. Lentamente, se levantó de la cama. Cada movimiento trajo un aguijón de dolor a sus sentidos.

Agarró la bata del gancho en la puerta y entró en la sala de estar, pero se detuvo en seco al ver su reflejo en el espejo que había sobre el sofá.

No había manera de que abriera la puerta, contusiones le cubrían el cuerpo y las ojeras bordeaban sus ojos hinchados. Los golpes no se detuvieron.

-¿Jimin? -Era Jungkook-. Jimin, sé que estás ahí. No tienes que dejarme entrar, no espero que lo hagas.

Se acercó de puntillas a la ventana justo debajo de la puerta y suavemente bajó la cortina para conseguir una vista de él.

Los mismos círculos oscuros cubrían sus ojos, y parecía desaliñado.

-Yo... -de la ventana oyó y vio su frente golpear la puerta- necesito que sepas lo mucho que lo siento. No sé porque hice eso, ni siquiera puedo imaginarme haciéndolo. -Apoyó las manos contra la puerta a cada lado de la cabeza. La posición trajo un recuerdo y su pulso se aceleró. Él se quedó allí, sin hablar y su respiración era entrecortada.

Finalmente, se apartó de la puerta y se inclinó hasta el suelo.

-Me voy. Puse tu teléfono móvil aquí en la puerta. -Se puso de pie con la espalda recta y añadió

-Creo que hay que mantenernos alejados Jimin, por lo menos, tanto como nos sea posible.

Se dio la vuelta para irse, pero antes de dar un paso se detuvo. Jimin esperó a ver qué iba a hacer. Los hombros de él cayeron hacia delante, su cabeza cayó, y tomó una respiración profunda.

-Si quieres presentar cargos... no te culparé. Y no voy a luchar contra ello. -Corrió por las escaleras y a través de la puerta.

¿Presentar cargos? ¿Está loco? La idea lo hizo reír a carcajadas. Oh Dios mío, está completamente loco. Empezó a preguntarse, ¿había motivos para ir a la policía? Bueno, vamos a ver si puedes contar la historia: entraste en la casa del hombre, te acostaste en su cama, te desnudaste, te hiciste pasar como su esposo con una invitada en su casa, lo sedujiste, y luego te espantas cuando las cosas se ponen un poco más duras de lo que estás acostumbrado. Sí, los policías estarían de acuerdo con eso. El se rió de nuevo y fue a la puerta para recuperar su teléfono.

Fighting Jimin °KookMin° COMPLETAWhere stories live. Discover now