Capítulo 6

17.3K 702 452
                                    

Estoy furiosa, confundida... Todo al mismo tiempo.

A medida que me alejo de Xhad y de las personas en la fiesta mis pasos se vuelven más furiosos, y de pronto mi mirada se comienza a nublar por las lágrimas contenidas por todas las emociones desbordantes que estallan en mi interior, pero que no puedo descargar frente a todas estas personas.

En cuanto pongo un pie fuera del lugar, lo que me recibe es una intensa lluvia que no me di cuenta en qué momento empezó. Pero cae con ferocidad sobre mí.

Aun así, no me detengo.

Continuo con mi apresurado andar hacia no-sé-dónde, a pesar de que la lluvia me está empapando por completo y mis dientes comienzan a tiritar por el frío que empiezo a sentir.

Por segundos me siento aturdida. Por otros segundos más el enojo y la melancolía me llenan los sentidos. Pero es más el coraje que siento en el interior, que gana un poco más de terreno en mi sistema, el que me impulsa a precipitarme a toda velocidad —con pasos furiosos y firmes— fuera del lugar a pesar de que la lluvia se hace cada vez más intensa y que, por cierto, ya me empapó por completo.

Todo mi cuerpo tiembla, y no estoy muy segura si es debido al frío que siento o al coraje contenido.

Mis manos se aprietan en puños a mis costados, haciendo que mis uñas se claven con fuerza en la carne blanda de mis palmas. Mi mandíbula se aprieta, y un estúpido nudo comienza a formarse en mi garganta.

Bajo la mirada y me concentro en el camino de concreto que se extiende delante de mis ojos, a medida que avanzo.

De pronto, muchos recuerdos —buenos, malos, caóticos y placenteros— se arremolinan con una velocidad impresionante en mi cabeza; todos, y cada uno de ellos, amenazan con destruir mi fuerza y derribar mis barreras, por el simple hecho de que absolutamente todos tienen que ver que con Xhad.

Aprieto los ojos durante un corto momento mientras sus estúpidas palabras me llegan de nuevo, después de que el video para humillarlo no se reprodujo, espetándome:

¿Creíste que no me daría cuenta?

Pero, ¿cómo?...

Mis ojos se abren de nuevo, y esta vez la confusión gana terreno en mi sistema.

¿Cómo supo Xhad lo que haría si Helena y Colton eran los únicos al tanto de ello?

«Alguien más le informó». Susurra la voz insidiosa de mi cabeza.

Sea lo que sea, se echó a perder todo. Ahora Xhad sabe que tengo algún tipo de riña con él por lo que me hizo y, conociéndome tan bien, sabe que no me voy a quedar de brazos cruzados y que, de alguna u otra forma, voy a cobrarme la humillación que me hizo pasar.

Aprieto el paso de forma acelerada y furiosa, sin poner atención al frente.

«Maldito video cambiado. Maldita venganza fallida. Maldito Xhad. Maldi...».

Mi cuerpo impacta con brusquedad contra algo firme y blando al mismo tiempo, haciéndome tambalear por el impacto. Siento algo embarrarse en la blusa y parte de la chamarra que llevo puesta, y también algo cremoso me salpica un poco en el rostro.

—Lo siento —decimos al unísono, la persona con la que choqué y yo.

En cuanto alzo la mirada, unos pares de ojos grises me observan entre la vergüenza y el aturdimiento.

Entonces, su mirada se desvía hacia donde me acaba de embarrar la rebanada de pastel que —extrañamente— llevaba consigo.

Mi mirada también baja hasta allí, y descubro el desastre de crema, chocolate y merengue que ahora es mi blusa, de la parte izquierda de mi pecho.

Tocando lo prohibido ©Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang