S O L U C I O N A

1.5K 116 36
                                    

—¿Q-qué?

El cuerpo de Jack Frost se quedó detenido, como si hubieran congelado el tiempo y hubieran tensado su anatomía. Irónicamente dentro de sí había una tormenta provocada por grupos enormes de sentimientos inquietos que no sabían ni qué era lo que estaba sucediendo, nada tenía la suficiente coherencia para la mente de JF, y por ello mismo —y por su naturaleza— su estado emocional descendió los grados celsius a una velocidad peligrosa. De esta manera, comenzaba a hacer un frío cerca de ser mortal, como mínimo podemos estar seguros de que la homeostasis de un ejemplar humano común no lograría durar demasiado en estas condiciones tan extremas de temperatura. Por obviedad, la reina de Arendelle continuaba con normalidad en su asunto, recordemos que el frío nunca le molestó.

"¿Jack Frost, me has escuchado?" consultó el espíritu del aire, con una cantidad dada de apresuro.

—No...

"De acuerdo, te lo repito: debes con..." se vio interrumpido.

—¡N-no! Yo no... ¿Qué clase de petición me haces, viento? ¡Debes estar bromeando! —el de pelo blanco titubeó al inicio, pero paulatinamente su voz subió el tono demostrando su exigencia por una explicación— ¡Ja, ja, ja! —rió forzadamente con ímpetu— Dime que es broma, por favor.

"¿Crees que soy de la clase de ente que haría bromas? No, Jack, no es así. ¡Ahora hazlo, es de gran urgencia!"

—Esto es horrible —se dijo a sí mismo—. ¡No lo haré! Dame una razón que me convenza de hacerlo.

"¡Porque eres el único que puede hacerlo!" el viento se exasperó, "Jack, ella es el quinto espíritu, un puente demasiado poderoso. Los espíritus de la naturaleza por más que quisiéramos detenerla no podríamos conseguirlo. Pero entonces el Hombre de la Luna nos habló de ti, alguien aún más frío que la reina de las nieves. Ella sigue estando viva, y eso implica que su corazón exija aunque sea un mínimo de calor, por más helada que sea, en cambio tú estás completamente sin vida, moriste hace mucho tiempo, y eso te convierte en el frío y hielo mismo. ¡Tú definitivamente puedes congelarla!"

—¡¿Pero por qué quieren detenerla?!

"Para todos hay un límite, incluso para el quinto espíritu. Que ella entre a descubrir toda esa verdad ya supera lo que podíamos permitirle saber. Es un deber más grande que el propio entendimiento, tanto para mortales como para espíritus tan poderosos como somos los cuatro elementos. Incluso superior al poder del Hombre de la Luna. Se debe detener, cueste lo que cueste. Por ello mismo se te recompensará si eres parte de este enorme cometido."

—¡¿Pero cómo esto podría ayudar al quinto espíritu, o tan siquiera a un bien común?! —gritó JF— ¿Al menos se descongelará después?

"Sólo si se desvela la verdad y se destruye el símbolo que marcó la traición, hasta entonces todo es incierto" respondió con la tolerancia necesaria como para transmitirle tranquilidad al de pelo blanco, pero parecía imposible calmarlo.

—¡N-no! ¡No lo haré! ¡Dime todo lo que quieras, pero congelar su corazón será lo último que haré! —se negó Jack Frost tercamente, no planeaba escuchar una sola palabra más, de algún modo se sentía traicionado.

Justo en esos momentos, Elsa caminó siguiendo la voz de su abuelo, pero se detuvo al encontrar una caída de varios metros, y para su mayor miedo, se escuchó la parte de la canción que su madre entonó alguna vez, la parte que más le atemorizaba, la parte que decía que ir demasiado lejos estaba prohibido y que la pondría en un peligro intenso: si lejos vas, será el final. Y claro que la rubia de platino detuvo sus pies un momento, pero no había manera de evitar lo inevitable, así que sin hacerse demasiado tiempo, saltó hacia su —probablemente— perdición. Al caer, el frío parecía tener un mayor calibre, y empezó a temblar. Era la primera vez que Elsa sentía incomodidad por la temperatura baja, y todo se debía a que JF no se calmaba y, por ello, generó un frío que incrementaba cada segundo.

𝑱𝑭 𝒆𝒏 𝑭𝒓𝒐𝒛𝒆𝒏 𝑰𝑰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora