Capítulo 40 parte 1

3.7K 283 199
                                    


"El sol esperó pacientemente a que lo notarás. En las noches más oscuras, el te ofreció todo, sin preguntas, desnudo y brillante, a pesar de pasar la mayor parte de sus días escondiendo sus grietas en las sombras y solo ofreciendo piezas de sí mismo, en caso de que necesitaras un poco más de luz" Anónimo.

No había revisado en las últimas ocho horas su teléfono. En cualquier otra situación, Louis habría estado preocupado, pero esta vez no. Todo lo contrarío.

Se sentó en la cama y encendió el televisor con muy poco volumen para no despertar a Harry a su lado. A esta hora, en sábado, hubiera estado en casa claramente, siendo despertado por los gemelos, luego les hubiera buscado un poco de cereal y mientras desayunaban, una película los podía entretener las próximas dos horas.

Otra opción, sería haber salido a desayunar a un restaurante, o visitado a sus papás. Y luego hubieran ido a comprar ropa o comida para llenar la alacena. Eleanor tenía planes de comprar un lámpara ecológica para el pasillo y una manguera para el patio, tareas que solo podían hacer fines de semana. A esta hora, en sábado, hubiera estado en casa y Louis estuviera feliz con eso, porque así era la rutina y así tenía que ser, pero por si no ha quedado claro, no estaba arrepentido. Es más, lo estaba disfrutando.

Tal vez porque sabía que no era de todos los días. Que este sábado, especialmente, era diferente. No estaba en casa para empezar, no durmió en su cama, no había pequeños pasos cerca para despertarlo, ni cereal en la cocina. Ahora mismo, se encontraba desnudo y cansado, con fuerzas suficiente para abrir los ojos y buscar el control remoto pero no demasiadas para ponerse de pie.

La casa era mucho más pequeña que la suya, casi no tenía muebles. Estaba limpia y lucía cómoda porque una vecina, venía a cuidarla. De vez en cuando, ella se encargaba del cuidado completo de la casa, sobre todo, cuando la usaba Zayn. Louis nunca había negado prestarle las llaves, total, estaba siendo de buen uso.

Habían sido contadas las veces que vino con su familia en el pasado, no estaba seguro, si Eleanor conocía con precisión la ubicación, a pesar de que había sido comprada por los dos. La casa tuviera lo que tuviera era perfecta y estaba bien para él en ese momento, lo mejor que tenía era una pequeña piscina y habitaciones amplias. La vista por la ventana eran villas verdes y naranjas, a su alrededor había otras casas en el mismo fraccionamiento pero en su mayoría estaban vacías.

A Louis, también le gustaba el silencio y la privacidad. Le gustaba que tuviera televisión con cable, aire acondicionado y una cochera particular. El viernes por la mañana, había dejado la indicación, a la responsable de la casa, que además de la limpieza, fuera de compras con comida y botellas de agua suficientes para el fin de semana. También le gustaba que la señora no hiciera tantas preguntas.

Harry suspiró entre sueños y se giró hacía el otro lado de la cama haciendo que las sábanas blancas se resbalaran sobre su espalda. Louis se distrajo por eso, pero se aseguró de abrigarlo muy bien para que no pasará frío y siguiera durmiendo. Después de todo eran las seis de la mañana y el noticiero de lo único que hablaba era de un virus sin cura que había surgido en un mercado de China.

Mirando a Harry, todavía podía notar los rastros de sudor y placer en todo su cuerpo, no era el único sin embargo, si cerraba los ojos aún sentía que respiraba el orgasmo de Harry, cuando se vino cuatro veces anoche. A juzgar por el cansancio del menor, ambos habían dormido muy poco y todavía era muy temprano para iniciar el día, por eso apagó la televisión y dejó la habitación en absoluto silencio. Lo siguiente que hizo fue acercar a Harry en un sincero abrazo y volver a cerrar los ojos.

La próxima vez que se despertó fue por los rayos de sol que se asomaban por la ventana. Las diez, quizás las once de la mañana, no estaba seguro.

El Ruido de tus Zapatos (Larry Stylinson)Where stories live. Discover now