Árboles de primavera y nubes al atardecer.

Capítulo 18

Cosas como la reputación son simplemente fugaces ... Durante el quinto día del mes lunar, Nan Ge Er perdió completamente la cara.

En un lugar tan frecuente de chismes como Guang Tian, ​​el vergonzoso incidente de Nan Ge Er se extendió como un incendio forestal por todo el condado. Después de regresar discretamente a la oficina del gobierno, había notado una sonrisa en la expresión de Mo Shu —¡Bastardo! ¡Definitivamente lo sabe!. El resentimiento ardía en él.

El inquietante primer mes lunar finalmente llegó a su fin. El decimoquinto día del mes siguiente, hubo una exhibición de linternas de colores durante el Festival de los Faroles en el distrito. Para mantener el orden público, los trabajadores del gobierno debían patrullar. Por supuesto, como el Señor Magistrado desinteresadamente dedicado, Mo Shu, tuvo que soportar la peor parte de tener el turno de la primera noche. Había obligado al proveedor de alimentos dulces, Nan Ge Er, a seguir su turno de patrulla.

En realidad, Nan Ge Er no quería ir, ya que el chisme actual entre él y Mo Shu se había convertido en verdad a los ojos de todos, y él no quería hacerlo realidad. Sin embargo, Mo Shu, naturalmente, tenía sus propios métodos. Después de ser amenazado con una cara sonriente. Nan Ge Er no tuvo más remedio que seguirlo.

Patrullaron el Festival de los Faroles por una ronda. Como todo estaba bien, podían regresar a la oficina del gobierno de inmediato. Sin embargo, parecía que Mo Shu aún no planeaba regresar.

"Daren, ¿a dónde nos dirigimos?", Preguntó Nan Ge Er a Mo Shu en un tono algo confuso. Esta no es la dirección a la oficina del gobierno.

"Para volar las linternas", respondió Mo Shu.

Por favor, no des una respuesta tan lógica a algo que no podría saber, ¿de acuerdo? ¡No recuerdo que me hayas dicho que voláramos las linternas juntos!

"Daren, se está haciendo tarde". Nan Ge Er arqueó la boca mientras hablaba.

"No te preocupes, no tengo miedo", respondió Mo Shu.

¡Oye! Ese no es el punto, ¿de acuerdo? ¿No puedes escuchar lo poco dispuesto que soy? De todos modos, ¿no sientes incomodidad al pronunciar una frase tan vergonzosa?

"¿Cuál te gusta?" Mo Shu caminó directamente hacia un puesto antes de preguntarle a Nan Ge Er, ignorando por completo la tristeza en su rostro.

"Oh, es Mo Shu-xiansheng ... y Nan Ge Er, eh". El dueño del puesto sonrió de oreja a oreja mientras los saludaba.

... ¿Qué pasa con esa pequeña pausa tuya? Nan Ge Er solo podía sentir una desesperación incomparable.

"Mira si alguno de ellos capta su interés", Mo Shu habló con Nan Ge Er nuevamente mientras echaba un vistazo también, escudriñando las linternas colocadas en el soporte.

Nan Ge Er echó un vistazo a las linternas, que se veían lindas a pesar de estar elaboradas de forma intrincada. Las comisuras de sus labios se torcieron,

"Uh, bueno, aprecio tu amabilidad, Daren, pero me temo que tengo que declinar ..." Dices que me dejarás elegir, pero al final seré yo quien pague , ¿Cierto? No me interesa obtener algo tan poco favorecedor.

"¿Oh, nada de tu agrado aquí?" Mo Shu se volvió para mirar a Nan Ge Er, naturalmente malinterpretando sus palabras.

¡Oye! Nan Ge Er hizo una mueca.

"Echa un vistazo aquí". Nan Ge Er solo miró hacia otro lado por un segundo, y Mo Shu ya se había escapado a otro puesto.

... ¡Exactamente cuántos años tienes, Mo Shu-xiansheng?. Nan Ge Er se sintió extremadamente sombrío mientras lo seguía con desgana. Con eso, fueron de escaparates de un puesto a otro. Cuando Nan Ge Er volvió a sus cabales, se dio cuenta de que ya habían paseado por una parte importante de las calles y se estaban acercando a la orilla del río.

Aunque se lo denominó 'calles', en realidad era solo una calzada construida para rodear el río. Una gran cantidad de gente del pueblo se había desplazado hacia la presa larga y estrecha, ya sea que venden linternas, compran linternas o simplemente se divierten. Del mismo modo, también había puestos de faroles al otro lado del río. En medio de la noche, una variedad de ellos se dispersó en cada esquina de las calles, de colores vibrantes.

Niños, adolescentes, ancianos; todos cruzaban las calles concurridas. Algunos se reían y jugaban, algunos asomaban la cabeza para ver las linternas, algunos llevaban una variedad de linternas. Desde el lado de Nan Ge Er se podía ver el otro lado del río, lleno de bulliciosas corrientes de personas y espléndidamente coloreadas con rayos llamativos.

Las brillantes olas del río no eran tan claras, pero los colores vívidamente brillantes de los alrededores se habían hundido profundamente en el agua. Los rayos en la superficie del agua eran como hilos. Las corrientes de personas en el dique parecían estar entretejidas, lo que lo convierte en un contraste excepcionalmente interesante. Toda la escena dio la apariencia de una pintura de pergamino hermosamente antinatural. Nan Ge Er se detuvo inconscientemente en seco. Se puso de pie sobre el dique, viendo el paisaje al otro lado del río. Mo Shu hizo lo mismo, deteniéndose también y de pie junto a él.