Capítulo XII:|Feel It Twice|

Start from the beginning
                                    

En dónde Katsuki decidió que no quería pertenecer más.

Las lágrimas que Momo lloró en su hombro fueron el límite de su propia cobardía. A las afueras del hospital donde Katsuki estaba hospitalizado, lo besó contra los miedos que  quemaba su estómago. Conectó sus bocas como si quisiera robarle el alma y las fuerzas para ser un hombre valiente, Momo se dejó llevar y cuando lo invitó a su casa, no pudo negarse. Ambos sabían a lo que iban; a dejar ir toda la tensión que con los años había formulado huellas en sus corazones.

Fue durante una noche tranquila, los padres de Shoto no estaban presentes en la mansión pero la constancia de ellos seguía en su consciencia, lo suficiente para hacerlo temblar al momento de cerrar la puerta tras de sí y ver a Momo dejar caer su ropa al suelo de la habitación. Sin duda era un ser hermoso, las curvas de sus músculosas piernas, su estrecha cintura, su esbelto pecho, brazos delgados y culo de ensueño dejaron sus pulmones sin oxígeno y su mente sin la voluntad de parar. Sostuvo esa noche sus caderas como si quisiera manchar su alma con tinta, besó sus labios como si el pequeño momento dependiera de ello, blindando su mente con dolor al ver las expresiones dulces de Momo, como susurraba lo mucho que lo amaba mientras se conectaba con su cuerpo, sintiendo el mayor placer de su vida. Fueron momentos que ninguno de los dos podría olvidar pero el corazón fue traidor y más cuando la mente se volvió el líder del alma. Shoto antes de que el alba tocara su ventana, fue cruel con Momo. Sabía dónde dañarlo, como alejarlo sin hacer suficiente. Solo palabras al viento.

—Lo entiendo—fue lo único que Momo dijo mientras tomaba su ropa, como si quisiera huir de sus propios pies. Shoto después de verlo marcharse de su vida, lloró más que suficiente. Sus pies se quedaron pegados al suelo cuando su padre le dijo que una mujer estaría a su lado por el resto de su vida. Casarse con Melissa y amarla con la misma pasión que amó a Momo solo fue una ilusión, porque su mente siempre se quedó recordando esa noche en donde realmente fue libre de las cadenas que significaba ser un líder ejemplar de una familia conservadora.

...

Momo estaba a su lado en la cama, observando el pequeño corte que tenía en su labio al recibir el perfecto derechazo que Shindou le había propinado hace unos minutos. Eijirou no estaba en casa porque después de todo tenía sus obligaciones y una de ellas era trabajar en la pastelería. Habían discutido porque Momo no quería tener a Todoroki mucho tiempo en casa y su novio le había dicho que no debía ser malo, que el rencor no era sano para su alma. A Momo le importaba una mierda el rencor, tenía en su cama al hombre que juró olvidar. Tocando sus sábanas como si siempre hubiera pertenecido ahí, sería más fácil morir que mantenerse imparcial con su presencia ahí.

Se levantó de la cama y se sentó cerca de un espejo, su largo cabello había perdido el brillo y los surcos bajo sus ojos solo podían revelar la preocupación que tenía sobre la presencia de Shindou en la ciudad. Sabía que Katsuki ahora tenía una nueva persona en su vida pero el corazón para Momo era un músculo de memoria, podría sentir nuevamente el dolor como el primer día. Y no quería perderlo, verlo en una cama con marcas en los brazos lo hizo darse cuenta que sin Bakugō estaba solo, no tenía a nadie más. Tenía a Eijirou pero... Hasta su corazón entendía que las relaciones románticas tenían su final, solo esperaba que ese final no estuviera cerca.

Todoroki se removió en la cama, sintiendo en su nariz el penetrante perfume de Momo. El dolor en su cara era fuerte y sus nudillos estaban dormidos, realmente estaba fuera de forma. Se levantó y lo primero que vio fue el perfil cansado de Momo, su corazón se apretó bajo la presión del dolor. No quería darle problemas por sus comportamientos imprudente pero ver a Shindou cerca de su departamento lo hizo perder la razón, Katsuki también era su amigo y él protegía a los suyos... Aunque, irónicamente, nunca lo había hecho con la persona que más amaba. Ese ser que seguía conservando la fuerza de atracción en sus cuencas oscuras. Momo dio vuelta su cabeza y sus miradas se conectaron, había llorado. Todoroki lo podía ver claro en las esquinas de sus alargados ojos.

Cry Baby!Where stories live. Discover now