Capítulo 6: Conociéndote.

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El atardecer llegó con toda su majestuosidad, SeokJin había estado divagando en su mente los recuerdos que llegaron de golpe cuando posó su vista en el príncipe de los dragones negros, esa mirada cálida y esa sonrisa similar a la de un conejo, debía ser él, el niño que conoció hace años y del cual su sonrisa quedó impregnada en su memoria como un bonito recuerdo, sintió su pecho cálido al saber que en pocos minutos lo vería de nuevo, estaba un poco nervioso, ¿qué será lo que el muchacho quiere hablar con él?, ¿siquiera lo recordará?, él lo dudaba pues tan sólo eran unos niños, pero la esperanza es lo último que se pierde ¿No?

Príncipe SeokJin, la cena está lista. -Comunicó JiMin mientras observaba embelesado la mirada perdida del menor en el bello paisaje frente a sus ojos.

Sí... En seguida voy... -Contestó suavemente mientras suspiraba sin quitar la vista de la ventana.

Príncipe, ¿se encuentra bien? -Cuestionó su tutor pues no era normal ver al príncipe tan distraído.

Eh... Sí claro, sólo veía el hermoso atardecer. -Respondió el menor mientras se volvía hacia el chico de mirada esmeralda con una sonrisa que derritió al contrario.

B-bueno... Acompáñeme por favor, su padre le espera.

Ambos salieron de la habitación del menor y se dirigieron hacia el gran comedor, su padre estaba sentado al centro de la mesa, mientras sus hijos estaban sentados al costado derecho y los invitados al izquierdo, el mayor de los Kim tomó su asiento al lado de su padre disculpándose por su pequeño retraso, encontrándose con la intensa mirada del otro príncipe al levantar la vista hacia él, por un momento se sintió cohibido pero en un segundo se recuperó dirigiendo la vista a su padre, que indicó -después que todos hayan tomado sus asientos- que podían iniciar con la cena, la cual en un principio fue incómoda, pues el pelinegro no quitaba su mirada del Kim mayor, cosa que todo el mundo notó, sobre todo un mal humorado JiMin, que de inmediato se percató del tipo de mirada que el susodicho le enviaba a su querido príncipe, pero nadie dijo algo, respetando los protocolos en la mesa.

Ambos salieron de la habitación del menor y se dirigieron hacia el gran comedor, su padre estaba sentado al centro de la mesa, mientras sus hijos estaban sentados al costado derecho y los invitados al izquierdo, el mayor de los Kim tomó su asiento...

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Al término de la cena, el príncipe Jeon en compañía del príncipe Kim y un par de guardias, se dirigieron en silencio hacia el despacho del rey, caminaban al lado del otro, en un ambiente un poco tenso, uno se encontraba contento, el otro ansioso, había notado en el tiempo que llevaban caminando las facciones masculinas del otro muchacho, le sobrepasaba en altura y su cuerpo estaba más trabajado dándole un aspecto de chico grande y rudo, inconscientemente lamió su labio inferior al observar el perfil de su mayor, tan bello como el atardecer que recién había disfrutado.

No supo en que momento llegaron pero ya se encontraban los dos solos en el despacho de su padre, sentados uno enfrente del otro, así que el menor decidió romper el hielo y dirigirse exclusivamente a él desde que se habían visto hace unas horas.

Príncipe Jeon. -Le llamó suavemente a lo que el otro levantó su mirada con un casi imperceptible sonrojo en sus pálidas mejillas. —Me gustaría saber de qué temas está interesado en hablar conmigo.

Sí yo... Bueno... -Al príncipe Kim, tal actitud nerviosa en su contrario le causó ternura, pues el gran Dragón Negro estaba demostrando una faceta prácticamente invisible a ojos de los demás, pero el muchacho no pudo evitar sentirse así al escuchar la dulce voz del chico llamarle de forma íntima. —A decir verdad, quiero mencionarte mi propuesta principal, me gustaría que ambos imperios dejaran a un lado sus diferencias y entabláramos una amistad, de esa forma no tendríamos que batallar contra nosotros en un futuro.

Ciertamente SeokJin no se esperaba semejante propuesta, estaba gratamente sorprendido por lo que una preciosa sonrisa se formó en sus rojos belfos haciendo que el sonrojo en el mayor fuera más notorio.

Esa es una idea maravillosa príncipe Jeon, estoy de acuerdo con usted, podríamos diseñar un acuerdo de paz entre ambos imperios, pero antes de ello, cada uno deberá dar la noticia a su gente, es posible que no todos estén de acuerdo, pero podemos mencionarlo desde ya a nuestros padres, estoy seguro que nos apoyarían. -Concluyó el peliblanco sin borrar su sonrisa.

Habla por ti SeokJin, mi padre está en contra, por eso deseo tomar el poder lo antes posible, si mi padre se entera de mis planes, es seguro que me matará sin importar que sea su único hijo, es un bastardo. -Dijo con clara amargura mientras bajaba la mirada, ante esto SeokJin sintió empatía por el muchacho, pues no puede imaginar como de mala deber ser su relación como padre e hijo.

De ser así, estaré ansioso en que usted tome el cargo, de esa forma podremos establecer las buenas relaciones, tenga paciencia y no haga ningún movimiento en falso, yo estoy de acuerdo en este tema, lo haría todo más fácil si trabajamos en equipo. -Trató de sonar conciliador y notó que funcionó pues la sonrisa que le dedicó el pelinegro derritió su corazón y no pudo quitar su vista de esos impactantes ojos carmesí que le veían con intensidad.

Al parecer los rumores son ciertos... Eres una persona bondadosa y comprensiva, además de ser el chico más hermoso que he visto, con el perdón de tu padre y hermanos. -Una sonrisa maliciosa se formó en sus labios al momento de levantarse y sentarse al lado del peliblanco. —Tu belleza debe ser un pecado a la vista de cualquiera... -Con su pulgar acarició la suave mejilla del chico, notando como el rubor se hacía presente en sus mejillas. —Definitivamente eres un hermoso zafiro que nos bendice con su deslumbrante presencia... -Con cada palabra, iba acercando su rostro al contrario, podía sentir sus respiraciones mezclarse.

En esos momentos, los latidos de SeokJin se habían vuelto erráticos, su mirada pegada a la del contrario sintiendo sus labios arder en deseo al tener a ese hombre tan hermoso a nada de profanar su boca, oh sí, lo anhelaba más que nada, sin dudar cerró sus ojos y entre abrió sus labios en una clara invitación que el pelinegro aprovechó en ese segundo y estampó sus labios juntos, en un beso suave, tomó el rostro del menor con delicadeza entre sus grandes manos y se dejó llevar por el momento, movían sus labios con sincronización, ambas lenguas se exploraban con fervor, sin prisas ni temores, sus almas se unieron en ese beso haciéndoles sentir una calidez creciente en sus pechos, para ambos esas sensaciones eran nuevas, aterradoras pero maravillosas a la vez.

Un suave chasquido se escuchó al separar sus bocas por la falta de oxígeno, unieron sus frentes y trataban de regular su respiración mientras sonreían como bobos enamorados, tal vez era muy pronto para SeokJin determinar si lo que sintió durante el beso puede llamarse amor, pero definitivamente sabía que el pelinegro le gustaba y mucho.

↬ᴅʀᴀɢÓɴ ʙʟᴀɴᴄᴏ-ᴅʀᴀɢÓɴ ɴᴇɢʀᴏ🐲❤ [ᴋᴏᴏᴋᴊɪɴ]Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz