2

3.4K 312 34
                                    

Sehun miraba a KyungSoo dormir a su lado. Su rostro se veía tan sereno y no con miedo como cuando estaba despierto.†Sólo se le podía ver a KyungSoo con un rostro sereno cuando estaba con el pequeño Hansol o cuando estaba dormido.
Sehun ahora mismo, sostenía a su pequeño entre sus brazos. No quiso despertar a KyungSoo, y él mismo se levantó para alimentarlo con la mamila. Su pequeño hijo, hasta ahora en sus cortos dos meses de edad, era un bebé muy tranquilo casi no le daba trabajo a KyungSoo.
Sehun pensaba que la única obligación de KyungSoo era cuidar de Hansol. Nadie tenía permitido mirar a KyungSoo tan directamente, sólo Sehun o su hermano Minseok. Pero de ahí en fuera nadie lo tenía permitido. Sehun era demasiado posesivo y no lo permitía por nada del mundo. Le volvía loco el tan sólo pensar que alguien deseara pasear sus dedos por la piel de porcelana de KyungSoo.
Recostó y arropó a Hansol de nuevo en la cuna, sin hacer el menor ruido posible que pudiese provocar que KyungSoo despertara. Se acomodó de nuevo a lado de este una vez que término de arropar a su bebé. Paseó los dedos por los cabellos desaliñados de KyungSoo una y otra vez. Quiso despertarlo para poder hacerle el amor, pero sabía que no podía. Sólo tenía que esperar a que el médico diera la orden y lo haría una y otra vez. Por ahora sólo tenía que conformarse con una de sus putas. Nadie lo ponía como KyungSoo lo hacia, pero él tenía necesidades que un líder de la mafia cualquiera llega a tener, no mejor dicho, que un hombre llega a tener.
Sabía que a KyungSoo no le gustaba que lo tocara más. Le dolía. Pero él no se podía permitir ser débil por alguien como él. La debilidad no es algo que un líder debe tener y alguien como KyungSoo no lo iba a obligar a que fuera parte de él. Le había dejado claro que su obligación era permanecer a su lado hasta que se cansara de él.
Por supuesto no tenía pensado dejarlo ir. Jamás lo iba a ser. KyungSoo era sólo suyo. Sehun sabía que jamás se iba a aburrir de él. Había visto con el pasar del tiempo que KyungSoo era el indicado para ser su pareja. Tal vez lo único que Sehun lamentaba era haberse acercado a él tan pronto. Debió esperar sólo un par de años más. Pero era imposible. Verlo pasar de un niño adorable, a lo que ahora se había convertido. Tomo posesión de él cuando KyungSoo era demasiado joven. Sabía que a él no le importaba, ya que en ese entonces KyungSoo estaba enamorado de él.
¿Pero ahora? Ahora que KyungSoo sólo le temía. Le comenzó a temía cuando se dio cuenta que lo engañaba con quién se le ofrecía. ¿Pero que podía hacer? Esa era la vida de alguien se está dentro de la mafia. Dinero y mujeres. KyungSoo jamás temió que fuera parte de la mafia, desde que llego a esa casa sabía cuales eran los motivos por los que estaba allí y con que gente trataba, apesar de ser sólo un niño siempre lo supo.
Sehun nunca iba a reconocer lo mucho que lo amaba. Pero cuando platicaba con si mismo, sabía que amaba a KyungSoo porque era valiente y vivías. Aparte era inteligente y vivarracho. Amaba que fuera tan obstinado, tanto como amaba su cuerpo. Lo había embarazado tan sólo a las edad de 15 años, aún era demasiado joven y como iba a permanecer a su lado por siempre, aún tenía mucho que aprender. Sehun tenía 22 años de edad y ya era muy temido. Ser hijo de líder de mafia no es fácil. Sabía que tendría que educar a Hansol desde muy joven, así como su padre lo había hecho con él.
Se acostó a lado de KyungSoo y lo miro dormir. Acaricio su rostro y le dio un casto beso en los labios. Después lo acomodo entre sus brazos y durmió aspirando el dulce aroma que el cuerpo de KyungSoo desprendía.
-
Cuando KyungSoo abrió los ojos aún no amanecía, pero el sonido de las aves se escuchaba claramente. Eso indicaba que ya no tardaba en llegar el amanecer. Sintió un poco de calor, pero se dio cuenta que ese calor que sentía era de la persona que lo abrazaba, pegándolo a su cuerpo.
Sehun.
KyungSoo se tensó por un momento y luego comenzó a relajarse. ¿Por qué Sehun lo abrazaba? Desde hacia una semana se empezaba acercar nuevamente con ellos.
Recordó el día del alumbramiento de Hansol, Sehun no estaba allí para tomar su mano y decirle que todo estaría bien. Durante el embarazo, Sehun se dedicó a tratar a KyungSoo como una peste. Lo ignoro de la manera más cruda, haciendo que KyungSoo se fuera marchitando poco a poco.†Más aquella vez que lo encontró en la cama con alguien más. Cuando sólo tenía cinco meses de embarazo.
En aquella ocasión decidió irse con el corazón roto y su hijo en vientre. Le reclamo a Sehun antes de hacerlo, y este sólo le dijo que no eran sus asunto y que dejara de hacer drama. No lo dejo marcharse. Y sólo vio con el corazón roto, como día a día Sehun lo engañaba con personas diferentes. Nada podía hacer.
Aunque trató varias verse de ponérsele a Sehun, este lo amenazaba con matarlo. Lo que Sehun no sabía, era que para KyungSoo lo mejor era estar muerto.†Hansol era lo único que lo hacia permanecer con vida. No tenía una famila. Y si la tenía, jamás entendería como lo habían abandonado de esa manera. El Padre de Sehun, lo había comprado para ser el juguete personal de su hijo.
Desde aquellos incidentes y el abandono de Sehun, era normal que no confiara más en él. Cuando él le había entregado todo lo que podía poseer. Su cuerpo y su amor. Pero parecía que eso a Sehun no le importaba en lo más mínimo.
Se quitó el agarre de Sehun sin hacer el menor ruido posible. Camino hacia la cuna de Hansol. El pequeño ya estaba despierto haciendo burbujas con su saliva. KyungSoo quiso chillar de ternura al notarlo. Lo acuno entre sus brazos y se acomodó en la mecedora para poder darle de comer. Mientras ambos se mecían, le cantó canciones de cuna.
Su hijo era tan guapo como Sehun, tenía sus labios y su piel. Aunque no se podía distinguir, ya que su piel era tan blanca como la de Sehun. Se†quedo un rato así con su hijo, esperando a que amaneciera por completo para poderlo bañar.
Después de un rato, cuando el cielo ya estaba completamente aclarado, comenzó a buscar la ropa para Hansol. Sacó un lindo mameluco verde, junto con un gordito del mismo color. Preparo la tina de agua caliente para el baño. Se le hizo un poco raro que Sehun aún no se despertara, había hecho demasiado ruido como para hacerlo.
Tomo a su hijo entre sus brazos y una vez desnudo comenzó a bañarlo. Aunque Hansol aún no podía sostenerse bien, disfrutaba del baño y jugueteaba con el agua con sus brazos regordetes. KyungSoo sonreía al ver las acciones de su hijo y hablaba con él.
-
Sehun se removió en la cama al sentir la luz del sol pegar en su rostro. Tanteo con las manos sobre la cama y se percató de que estaba sólo. Se sentó en la cama cuando comenzó a escuchar risas provenientes del baño. Eran las risas de KyungSoo.
Sehun se extraño, hacia tanto que no escuchaba la risa de su pareja. Se levantó de la cama y camino con dirección al baño. Entre abrió la puerta y miro a KyungSoo inclinado en la bañera bañando a su hijo. Sonrió al ver la acción. Se acercó a ambos sin hacer ruido, cuando estuvo cerca de KyungSoo se inclinó a la altura que estaba y recargó su cara en la bañera.
-¡Es muy lindo!-, exclamo dejando un gran suspiro.
KyungSoo por naturalidad dio un gran sobresaltó. Sehun se percató que dejo aún lado su hermosa sonrisa de hace un rato, la cambio por una siniestra y su mirada dejo de tener aquel hermoso brillo.
-Buenos días-, le dijo fríamente mientras alzaba a Hansol de la bañera y lo envolvía en una toalla. Salió del baño mientras iba frotando delicadamente a el cuerpo de Hansol.
Sehun se quedo en el baño analizando lo que acababa de pasar. KyungSoo lo estaba tratando como repelente, más bien tenía una barrera contra él. Salió del baño también y lo miro ponerle a Hansol talco antes que el pañal.
-Quiero hacerlo-, dijo acercándose a KyungSoo, mientras lo hacía aún lado y tomaba su posición.†KyungSoo se quedo perplejo ante la acción de Sehun. Y este se quedo parado sin saber que hacer. -Yo...-
-Si estuvieras más tiempo con él sabría como hacerlo-, dijo furioso KyungSoo. Se sentía tan enojado con Sehun. Prefería estar con sus zorras que pasar tiempo con su hijo. Ya no le importaba si no pasaba tiempo con él. Si no lo que importaba era su hijo ¿No?. Lo hizo aún lado y comenzó a terminar de vestir a Hansol. -Vamos a cambiarte rápido que te puedes resfriar-, le dijo a su hijo tomando sus pies.
-No me hables así. ¿Quién te crees?-, le dijo Sehun cuando salió de su trance por lo que acababa de suceder. KyungSoo lo ignoro cambiando de ropa rápidamente a su bebé. Sehun lo tomo del brazo bruscamente y lo hizo girarse. -No debes ignorarme mientras te hablo-, lo reto.
-¡Me estas lastimando!-, exclamo KyungSoo.
-No te atrevas a reprimirme en cosas que no te incumben. Tu sólo eres uno más, sólo que debes en tener en cuenta que eres el principal-, Sehun trato de decírselo en el tono más frío que pudo. No quería verse débil ante KyungSoo. Tendría que demostrarle quién mandaba. Pero sobre todas las cosas tenían que enseñarle a ser fuerte.
Con el corazón roto una vez más, KyungSoo sólo asintió con la cabeza.
-Lo se... Me lo has dejado siempre claro. Sólo soy un juguete-, con un nudo en la garganta y con los ojos apunto de humedecerse por las lágrimas, KyungSoo tomo a su bebé entre su brazos y comenzó a darle de comer mientras le cantaba.
Por otro lado a Sehun se le rompió el corazón, pero no podía ser débil. No estaba permitido ser débil, sabía que con todo el mundo tenía la sangre fría, pero por algún motivo con KyungSoo no podía. Era su más grande debilidad. Eso era tan peligroso en un mundo como el de la mafia, tener una debilidad como KyungSoo.
-Te quiero puntual en la fiesta-, se acercó a él, tomo su mentón con una mano y lo obligo a besarlo. KyungSoo sólo se dejo hacer y no puso la más mínima resistencia.
Cuando Sehun se marchó se soltó a llorar. Hansol lo miraba con el ceño fruncido, como presintiendo lo que sucedía. KyungSoo le beso la frente y comenzó a cantarle canciones de cuna de nuevo.
-
-¿Te vez increíble?-, dijo Minseok mientras miraba a KyungSoo acomodarse la corona Helenica que usaría aquella noche.
-¿Te parece?-, pregunto mientras se trataba acomodar de la mejor manera la corona con sus negros cabellos. Llevaba puesta una toga griega que le entallaba a la perfección y le dejaba descubierto parte de su blanco hombro izquierdo.
-Lo digo enserio. Te queda muy bien-, le dijo Minseok mientras arrullaba a Hansol.
-Tu tan bien te vez muy increíble-, dijo KyungSoo alabando su disfraz, el cual le hizo recordar una obra de teatro de Shekspear.
-No mientas. Ya se que es muy simple... Sólo quería algo cómodo-. Dijo entregándole a Hansol. -Te veo abajo en 10 minutos, el salón está comenzando a llenarse.
-Esta bien-. KyungSoo†espero a que Hansol se durmiera por completo, le dio indicaciones a la mucama. -¡Por favor cuidado mucho! Si tiene hambre me hablas. ¿Entendido?
La mucama asintió y KyungSoo salió de la habitación.
Bajo lentamente las escaleras. Sentía como todo lo miraban. Dio un último suspiro y les dio a todos una sonrisa falsa.
-¿Como está usted KyungSoo?-, dijo una voz muy cerca de su oído. KyungSoo se sobresaltó y se dio la vuelta para ver quién lo llamaba.
-Un gusto tenerlo aquí MinHo-, dijo dándole una leve inclinación de cabeza. Él mencionado tomo su mano derecha y se la beso.
-Luce usted muy encantador-, le dijo después de besarle la mano.
-Me halaga-, dijo con las mejillas sonrosadas. De pronto los violines comenzaron a sonar. Eso indicaba que era el inicio de la velada.
-Me gustaría que me concediera la primera pieza KyungSoo-. Le sonrió coquetamente el hombre.
-Será un honor. Pero si me permite, por ahora le tengo que dar la bienvenida a los demás invitados-. Contesto cortésmente.
-No se preocupe. Pero espero y me haga el honor.
-Con mucho gusto-, dijo dándole una leve reverencia y siguió saludando a los invitados.
.
.
.
Jongin estaba demasiado ansioso por ver de nuevo a KyungSoo. No había día en que pensara en esos ojos grandes que tanto lo habían cautivado. BaekHyun se había percatado de su distracción y se sentía un poco mal, por el hecho de que ya no lo tomaba muy en cuenta.
-¿Pasa algo Jongin?-, le pregunto mientras lo veía mirar hacia fuera atravez de la ventanilla. Iban sentados en una esquina de la lujosa limosina que Kris había alquilado.
-No pasa nada. ¿Por qué preguntas eso?-, dijo Jongin sin apartar la vista de la ventanilla.
Los demás chicos iban riendo y platicando de las cosas que tenían que hablar con el hijo del líder. Sólo ellos dos iban en suma seriedad.
-Es sólo que te notó extraño... ¿Estas molesto conmigo?-, Jongin se giró a voltearlo a ver. Iba vestido ahora él de vampiro, solo que llevaba un traje al estilo película de vampiros en blanco y negro. Se miraba adorable.
-No me pasa nada-, fue todo lo que le dijo. BaekHyun no pregunto más y lo miro detalladamente. Se veía distraído. Y es que BaekHyun estaba seguro de que Jongin lo amaba y no tardaba en declararle sus sentimientos, pero de un día a otro había cambiado tan repentinamente.
-¡Llegamos!-. Exclamo Kris en cuanto la limosina se detuvo. Todos lo miraron esperando a que diera instrucciones. -Nada de hacer estupideces. Es un día demasiado importante para nuestra causa. Pueden charlar y divertirse, pero no llamen demasiado la atención. Los quiero atentos para cuando les de la orden, donde será el momento adecuado para hablar con el líder.
Todos asintieron en unisonio a las instrucciones de su líder. Y bajaron lentamente de la limosina. BaekHyun se percató que Jongin se miraba aún más ansioso. Pero no transmitía esa ansiedad de nervio que todos los demás tenía, por el temor de que algo saliera mal. Jongin transmitía más bien emoción, como cuando un niño va abrir los regalos de Navidad. BaekHyun se preguntaba que era lo que tanto le emocionaba a Jongin.
La casa era enorme y hermosa. A diferencia de la suya, la cual sólo pertenecía a un suburbio adinerado mas. Esa casa tenía un jardín enorme y estaba cercada. Se percataron que puntos de vigilancia en varias zonas a su al rededor.
Entraron a la casa y ya había gente dentro. Se miraron los unos a los otros. Ellos llevaban disfraces nada elegantes en comparación a los de los presentes. Esa velada no era nada comparada a la suya que habían dado un par de días atrás. Esta era elegante hasta en los disfraces y la música. No había adolescentes ebrios teniendo sexo a plena estancia.
El único que iba a corde más o menos era Jongin, él cual iba vestido con una traje de gladiador. Todos comenzaron a dispersarse por la sala, Luhan con Yixing, Tao se quedo en la estancia principal vigilando algún enemigo, Kris fue en busca del anfitrión de la velada. Cuando BaekHyun intentó acercarse a Jongin, este no lo tomo en cuenta y miraba entre la gente como en busca de alguien. Lo dejo con la palabra en la boca y la mano extendía. BaekHyun se sintió herido y sólo opto por pararse a lado de Tao.
-
Jongin lo buscaba entre toda la gente que estaba en el salón, pero no lo veía. Se sentía desesperado por mirarlo aunque fuera una vez mas.
"¡Pero que tonto!". Se dijo a si mismo. Después se puso a buscar a Kris con la mirada. Lo más seguro es que su amigo se dirigiera a buscarlo. Ya que Jongin pensaba que KyungSoo era el líder. Pero cuando encontró a su amigo con la mirada, lo vio hablar con todos menos con él.
Jongin tuvo el atrevimiento de caminar de aquí allá buscándolo de salón en salón. No supo cuanto tiempo paso y estaba por darse por vencido, cuando de pronto lo miro parado a los pies de la escalera. Estaba platicando con una mujer, la cual suposo, le estaba dando indicaciones ya que por su vestimenta parecía se alguien de servicio.
Jongin quedo embobado ante aquel joven. Su piel se veía aún más blanca de lo que su memoria recordaba. Se veía hermoso con esa vestimenta gregoriana que llevaba puesta. Fue tanto su asombro de observarlo facción a facción, que cuando lo miro subir las escaleras sintió como sus pies se movían por si solos, e iban tras él.
Lo miro perderse entre los pasillos de aquella mansión y entonces Jongin lo siguió sigilosamente. Llego un punto donde el ruido de la gente del salón sólo se escuchaba como pequeños murmullos. Se percató del llanto de un bebé más que del ruido de la fiesta, y miro a KyungSoo entrar en aquella habitación donde provenía.
Entre abrió la puerta y la luz de la luna y los faros del jardín alumbraban la habitación y la silueta de KyungSoo con un bebé entre sus brazos claramente. En cuanto tomo el bebé entre sus brazos, este dejo de llorar.
-Mamá está aquí-, le dijo al bebé, y ahí fue donde Jongin escucho por primera vez su voz. Lo escucho también arrullar al pequeño con canciones de cuna. Jongin lo miraba embobado, jamás en su vida se había sentido tan atraído a nada como aquel chico.
Después el chico miro hacia la puerta. Jongin se sobresaltó, creyendo que lo había descubierto. Se quitó de ella y camino al pasillo más cercano, uno que no lo dejara estar a la vista. Entonces una vez que se resguardo en el, se asomó desde la esquina de este, y vio a KyungSoo salir y abrir otra puerta de golpe.
-¡Demonios Sehun!-, grito con desagrado. Al par de segundos salió de ahí un joven subiéndose los pantalones y acomodandoselos. KyungSoo lo miro con desagrado y dirigió la vista de nuevo al cuarto, entonces Jongin se dio cuenta que esa no era la persona a la que él se dirigía.
-Te eh dicho que no te metas en mis asuntos-, dijo otra voz.
-No te preocupes no lo vuelvo hacer. Pero al menos si vas hacer tus malditas porquerías, no las hagas a lado del cuarto de Hansol-. Dijo eso y azoto la puerta con fuerza haciendo que el bebé se sobresaltara.
Después de hacer esto, KyungSoo se encerró de nuevo en la habitación donde minutos antes lo había estado observando. Jongin sacó sus conclusiones muy rápido e imagino una pelea entre hermanos. Se le hizo un repudio que ese tal Sehun hiciera eso al lado del cuarto del bebé. Quiso seguir observando a KyungSoo, pero temió que alguien más lo fuera a ver, así que opto por regresar a la fiesta.
-
Kris los reunió uno a uno y todos supieron que era el momento.
-Es hora de verlo-, dijo en tono serio. -¿Donde está Jongin?-, pregunto Kris mirando en todas direcciones.
-No lo sabemos-. Contesto Luhan también buscándolo con la mirada.
-Que irresponsable. Le dije que estuviera al pendiente.
-¿Por aquí por favor?-, les anuncio un joven castaño de estatura promedio y de una sonrisa muy contagiosa. Los encamino a un salón más alejado del principal donde se encontraban. Iban hacer el trato sin Jongin presente. -Pasen-, dijo aquel amable joven. -En un momento estará aquí.
-Mi hermano estará en un momento aquí-, dijo un lindo joven, al cual Kris se le hacía muy familiar.
-Minseok un placer verlo-, dijo Kris acercándose a él.
-El placer es todo mío-, sonrió coquetamente. Después dirigió su mirada a la persona que había captado más su atención de todos lo presentes.
Luhan se sonrojó de sobre manera porque aquel lindo chico lo miraba penetrantemente. Le devolvió la sonrisa pícaramente.
-Veo que ya están todos aquí-, dijo otra voz entrando a la estancia.
-JoonMyeon que bueno que llegas-, saludo Minseok al recién llegado. -Él es el encargado de los negocios en Jeju. JoonMyeon ellos son del clan de Wu Mei Hao de China.
-Es un placer tenerlos por fin aquí-, dijo sin apartar la vista de Kris.
-Kris Wu, a sus pies-, le dijo este dedicándole un cordial saludo, -mi gente aquí presente y de mayor confianza-, dijo señalando a sus acompañantes.
-Zi Tao, Zhang Yixing, Xiao Luhan, Byun BaekHyun... Lo sabemos-, dijo otra voz. La cual pertenecía a la del chico que los había guiado aquella sala.
-Hiciste bien tu trabajo Jongdae-, lo aludió Minseok rodando los ojos.
-Claro que lo hice. Pero, ¿donde está Kim Jongin?-. Pregunto Jongdae.
-Esta en la fiesta-, le contesto Luhan.
-Encuentro muy interesante que tengan a gente Coreana en su clan-, comento con picardía Minseok dirigiéndose a Luhan. Se podía sentir la tensión de atracción entre esos dos.
-Cosas que suelen suceder-, dijo Luhan en el mismo tono en que Minseok lo hizo.
-Parece que ya nos estamos entendiendo bien-, dijo coquetamente Minseok.
.
.
.
KyungSoo observaba desde el gran ventanal las luces de la ciudad. Tenía ganas de llorar, pero sabía que no podría hacerlo en ese momento. Estaba esperando a la mucama en el pasillo para entregarle a Hansol y regresar a la fiesta.
-Hola-, lo saludo una voz ronca. Se giró a mirarlo y vio aún joven muy apuesto en un traje de gladiador.
-Hola-, le contesto el saludo.
-Soy Kim Jongin del clan Wu-. Este lo saludo dedicándole una hermosa sonrisa.
-Oh KyungSoo-, le contesto este mientras se balanceaba arrullando a su bebé. -¿Que haces aquí? No deberías de estar aquí.
-Es sólo que no pude evitar escucharlo cantarle al bebé. ¿Es tuyo?-, pregunto temerosamente Jongin con temor a incomodarlo. Esperaba que no lo fuera, esperaba a que KyungSoo no estuviera con alguien.
-Lo es-, le contesto este mientras le daba varios besos a la cabeza del bebé.
Jongin en ese momento sintió una gran desilusión. Pero KyungSoo se veía tan sólo e imagino que eran sólo su bebé y él. Jongin no se iba a rendir tan fácilmente a esos ojos negros.
-Es una linda noche-. Quizo entablar una conversación con él.
-Eso parece.
De pronto la mucama estuvo de vuelta y KyungSoo le entrego a su hijo, le volvió a dar instrucciones y otra vez ellos dos volvieron a quedar solos.
-¿Me concederías una pieza?-, le pregunto Jongin con la mejor de sus sonrisas. KyungSoo estuvo apunto de aceptar, pero una tercera persona llego.
-¡KyungSoo!-. Lo llamo un joven muy guapo, un poco más delgado que Jongin y†unos centímetros más alto.
-Sehun-, le contesto con frialdad su KyungSoo.
¿Así que ese era el tal Sehun?
-¿Por qué no estas en el salón de juntas?-, le pregunto este.
-Estaba durmiendo a Hansol.
-¿Que haces con este hombre? ¿Kim Jongin cierto?-, Jongin se sorprendió, no sabía que aquel joven supiera su nombre.
-A si es.
-Síganme-. Les pidió a ambos. Y eso fue lo que hicieron.
Llegaron a una sala donde ya estaba reunidos todos y sólo faltaban ellos tres.
Sehun saludo a todos con una ligera inclinación y se sentó en la silla principal de todas las de allí. Kris miro con desaprobación a Jongin por su tardanza.
-Sientense todos-, ordeno Sehun. Y ahí fue donde Jongin se dio cuenta que él era el hijo del líder. Y eso fue lo que hicieron todos se sentaron en los sofás de cuero negro que había en la sala, tanto los del clan Wu como los del clan Oh. -Tu no-, dijo señalando a KyungSoo, él cual se iba a sentar en el respaldo del sofá más grande. -Ven aquí-, le ordeno y Jongin miro atento a todos los movimientos de KyungSoo. Sehun lo obligo a sentarse en sus piernas, KyungSoo se veía manso ante este. Una vez que sentó a KyungSoo en sus piernas le beso el hombro descubierto y lo abrazo por la cintura.
Entonces Jongin lo comprendió lentamente. KyungSoo estaba con Sehun. Se había enamorado de quién no debía. Pero aún así Jongin era un persona a la cual le gustaban los retos.
No descansaría hasta tener a esos ojos grandes mirándolo sólo a él.

NicotinaWhere stories live. Discover now