Bésame.

Capítulo 1.

El clima se encuentra cálido, las copas de los árboles se movían al compás de una danza incesante; lento y constante.

Mi café se ha enfriado.

Aún así decido tomarlo, su sabor no ha cambiado mucho. Doy un sorbo largo, reafirmo; su sabor sigue siendo igual. No puedo notar alguna diferencia, es como si no existiese detalle alguno, frío, caliente. Es sólo un café más a la lista.

Suelto un suspiro.

Mi vida era normal hasta hace algún tiempo.

¡Todo era perfecto!

Tenía una hermosa novia.

Tenía un cachorro.

Un auto.

El crédito para mi departamento fue aceptado.

Tenía una vida sexual perfecta. Sin conflictos.

Planeamos mudarnos juntos, casarnos, tener una familia; un hijo. Quizás dos.

Pero todo se derrumbó el día que conocí a Jeon Jeongguk.

Entró a mi vida creando caos. Sí, de ese tipo de cliché que te mantiene en un limbo constante, del que quieres salir, pero se convierte en una misión imposible.

Él representa un imposible.

Le conocí el verano pasado, me encontraba sentado, disfrutando la vista cuando de pronto alguien se sentó junto a mí, dándole inicio a una plática amena.

Compartimos números telefónicos.

¡Fui yo el que pidió su número!

Ese momento se sintió como compartir con un viejo conocido, sin momentos incómodos o temas frívolos.

Iniciamos una amistad.

Desde ese momento, algo cambió en mí.

Me encontré riendo, viéndole a él sonreír. Me encontré triste, si él lo estaba.

Ya no deseaba a mi novia. Deseaba ver a Jeon.

Empecé a dudar de mi sexualidad.

Y desde ese momento todo se esfumó.

Mi novia terminó conmigo. Ella creía que, "otra ocupaba su lugar". "Otro", más bien. Pero esos detalles ellas no los debía saber.

Mi vida sexual se terminó.

No. Ni el porno ayuda.

Mi ex, decidió llevarse al cachorro.

Mi hermano, Jin, chocó mi auto.

El crédito de mi departamento fue denegado. Al parecer el chico de atención al cliente colocó mal mis ingresos, y resulta que: "no estoy apto para ese tipo de crédito".

Dudo tener hijos, si no puedo tener una erección.

En este momento desearía ser una piedra.

No sé que pasa con mi sexualidad.

Me voy a volver loco.

Sí, es lo más probable.

Pero aquí estoy, esperando a que Jeon entre por esa puerta y me sonría, mientras me hundo más en mi miseria.

Debo ir a la iglesia más seguido.

Sólo debo alejarme de todo.

O talvez alguien en la calle se apiade de mí y decida matarme.

Podría contratar a alguien para que lo haga.

¡Basta, Jimin!, deja de pensar estupideces.

─¿Estás bien, amigo?

Esa voz. ¿Acaso morí y no me di cuenta?

¡Es un ángel!

─Jeon...─Alce la mirada en su dirección.

¡Sí, es un ángel!

Por Dios, hombre, ¡deja de ser gay!

No sé si soy gay.

Afirmativo. Me he vuelto loco.

Jeon soltó una risa leve.

─Tus pensamientos se ven profundos─me miró divertido. Se sentó junto a mí.─Te tengo una gran noticia.

─¿Qué ha pasado?─Pregunté mirándole emocionado.

─¡Voy a casarme!

Bien. ¿Dónde está el veneno?

Ahora sí, alguien mateme por favor.