Fue cuando te iluminaste; una idea pasó por tu cabeza, de inmediato volteaste a ver a su haori así dándote cuenta que estaba roto en un lugar exacto igual que su uniforme. No lo habías visto ya que estabas más ocupada preocupándote por él pensando que harías.
Tragaste saliva, tendrías que desnudarle el torso y deberas que te daba pena. Sin embargo más pena te daría no ayudarlo, eso sería aún más peor.

Le quitaste la parte de arriba del uniforme, hasta dejarlo con el torso desnudo, el uniforme tenía sangre y te sentiste aún más tonta de no haberlo visto.

—Tomioka-san juro que le ayudaré —murmuraste con el rostro rojo mientras le pedías a las niñas que trajeran un par de cosas.

• • •

En la noche él despertó de inmediato por mero impulsó de levantó, te vio en la camilla de al lado haciendo algo con su haori (lo estabas reparando ya que en serio estaba muy roto.)

—¿Qué haces? —preguntó él con ese tono y su típica cara seria.

—Sí de nada por salvarte, no fue nada difícil Tomioka-san —rodaste los ojos ante su actitud —estoy cosiendo tu haori tontito, cuando llegaste aquí estaba casi todo roto.

Él desvío la mirada y tocó la herida en su abdomen, tenía vendas.

—No creo que puedas hacer algo durante un tiempo, cuatro días exactamente. Si te paras a entrenar y abres las heridas la próxima vez que te vea medio muerto aunque las niñas lloren, te dijo ahí tirado.

Te paraste y le dejaste el haori en la camilla para seguido caminar a la salida.

—Iré por algo para que cenes.

—Gracias...

Creíste haber escuchado mal durante un momento, tragaste saliva.

—Gracias. —Volvió a repetir.

Fue una sola palabra y la más simple pero entró directo a tu corazón, por segunda vez después de haberlo conocido le sonreiste. Volteaste a verlo con una tierna sonrisa verdadera y los ojos cerrados, colocaste tus manos detrás de tu espalda e inclinandote un poco también le devolviste las palabras.

—Asegurate de recuperarte bien, ¿sí?

Volviste a voltearte tan rápido que tu acción te impidió verlo, pero un leve rubor apareció en su rostro y sus labios se curvaron un poco por si solos que; ni él se dio cuenta.

Al día siguiente fue lo mismo, te quedaste desayunando con él, también aprovechaste para hacer que hablara un poco más.

—Puedes decirme Giyu —soltó de repente cuando estabas comiendo, casi te ahogas con el mochi.

—Entendido —respondiste una vez pasaste la comida en tu boca —Giyu-kun~

El hombre que parecía ser frío y solitario simplemente necesitaba un poco de cariño y confianza, quizás aún no le demostrabas cariño pero tomó confianza en ti realmente rápido. Cuando le viste tu cara se tornó roja en diez millones por ciento, había una leve sonrisa en su cara mientras seguía comiendo; no la expresión seria si no con la expresión tranquila. Cuando te vio su cara cambió una de confusión por tu cara roja y como te encontrabas temblando mientras te tapabas la boca.

—¿Estás bien, ______?

Cuando dijo tu nombre fue como otro golpe al corazón pero de ternura; ¿cómo diablos Shinobu le dice cosas así de feas? ¿Por qué diablos le seguiste el juego a tu hermana sin siquiera conocerlo bien?

ᴋɪᴍᴇᴛꜱᴜ ɴᴏ ʏᴀɪʙᴀ ᔕⓞⓝⒺ ⓢⓗⓞⓣⓢᔕ TERMINADO.Where stories live. Discover now