Día 4: Desordenes mentales

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ACLARACION:
Síndrome de Stendhal.

Básicamente es una enfermedad psicosomática que provoca diferentes expresiones sintomatologicas al exponerse a obras de arte hermosas, provocadas por una saturación cognitiva.

La sintomatología varía, puede que la persona sienta mareos, escalofríos, vértigos, delirios, despersonalización, desorientación, ansiedad, etc.

Este trastorno se encuentra en permanente discusión, ya que se considera que las reacciones y sintomatología puede ser siempre subjetivas, generando controversia respecto a si al catalogar esto como trastorno se esté induciendo a los individuos a un estado de sugestión. Como no se considera un trastorno mental específico, no ha sido reconocido por la American psychiatric association.

Aún así me pareció interesante escribir sobre esto. Espero sea de su agrado.

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•°• Intacto •°•

Im Changkyun un gran conocedor de pinturas, se encontraba dentro de un museo repleto de aficionados y expertos en temas de arte.

No era primera vez que acudía a exposiciones, llevaba un par de años concurriendo a ellas para exhibir sus propias obras. Incluso no sólo había vendido sus magníficas piezas artísticas, sino que también había comprado varias de estas para luego someter algunas a restauraciones y así poder subastarlas o simplemente para exponerlas.

Indudablemente era un experto en el tema y hasta ese día se podía decir que ya lo había visto todo.

Había obras bastante interesantes en las cuales meditaba si era buena idea invertir mientras disfrutaba de la exposición en el Museo De Louvre.

Pero de un momento a otro, toda su serenidad se vio interrumpida ante una particular pieza. 

Era maravillosa, sin lugar a dudas algo que jamás había visto a pesar de no ser nada nuevo. Desconocidos retratados existen en múltiples obras de arte alrededor del mundo, y a pesar que esta pintura no tenía nada que no hubiese visto antes, algo en ella provocaba sentir como su corazón se contraía con dificultad.

Era un chico, pintado perfectamente al óleo sobre lámina metálica. Aparentemente no tenía autor, era una pintura que había sido donada de forma anónima.

El retrato mostraba a un chico perfectamente vestido con un saco color negro. El rostro se conformaba a partir de finos trazos que hacían entender que aquel hombre era poseedor de facciones elegantes y delicadas, dibujando una nariz casi perfecta, labios delgados delineados con un sutil color coral. La mirada parecía estar fijada en algún lugar en particular, dándose a entender que la atención de la musa estuviese posada sobre algun punto en particular.

ChangKyun por unos instantes pudo jurar que la persona plasmada en el retrato podía ser indudablemente un ángel; Sí, probablemente si no había autor era porque el mismísimo Dios había hecho tamaña creación. Ningún retrato podía igualar la belleza y perfección que este poseía.

El joven ensimismado en aquel pasillo del museo, comenzó a experimentar diferentes sensaciones;  un intenso escalofrío recorría su espina dorsal mientras no apartaba sus ojos de la pintura, ojos que poco a poco se comenzaban a humedecer sin poder controlar la emoción que provocaba la belleza de la obra. ¿Por qué se estaba sintiendo así?, ¿por qué estaba triste?

-¿Dónde estoy? –Susurró confundido Changkyun, colocando una mano sobre su rostro, cubriendo levemente sus ojos, bajando sus párpados mientras al mismo tiempo se sostenía con la mano contraria desde la pared que mantenía fija la pintura.

-No llores.- Oyó una preciosa voz al mismo tiempo que unos suaves y cálidos dedos acariciaban delicadamente el rostro de Changkyun, quien deslizó la mano que cubría su mirada hasta los dedos que repentinamente se habían posado en su mejilla y habían quitado las lágrimas que bajaban por su piel.

Entonces abrió sus ojos para encontrar a otros que lo observaban atentamente, serenos.

-P-pero tú, eres…-Titubeó en respuesta Changkyun.- eres hermoso.

El joven de labios coral sólo sonrió, mientras que con la mano que le quedaba libre atrapaba aquella que sostenía su mano contraria sobre el rostro del artista, capturándola y acercándola así hacia su propio rostro.

Kihyun.-dijo sin más agregar.

Changkyun sentío que su corazón podía salir disparado desde su pecho en el acto.

Estaba sintiendo en su piel las manos más delicadas que jamás había tocado, había recibido la sonrisa más sincera que nunca le habían dado y escuchado la voz más cálida y angelical que sus oídos jamás hubieran esperado disfrutar. Su estómago estaba siendo invadido por mariposas, y su boca formaba una preciosa curva en su rostro mientras cesaban sus lágrimas.
Cerró suavemente los ojos, esta vez para disfrutar de aquel casto contacto con el otro. Se sentía como si fuera un sueño, como si no fuera real.

Abrió nuevamente sus ojos, y efectivamente...

No era real.

El pintor se encontraba de rodillas, con la mirada perdida en el cuadro y el rostro empapado en lágrimas. Respiraba entrecortadamente costándole mucho trabajo hacerlo, sintiendo como si su corazón fuese a dejar de latir en cualquier minuto, como si fuese a morir. Temblaba descontroladamente y se sentía mareado como jamás lo habia estado.

No podía recordar cuando había caído sobre sus rodillas y tampoco cuando había comenzado a llorar sin control, tanto que se ahogaba entre sollozos.

Miró su alrededor encontrando el pasillo vacío y un largo y ancho ventanal que mostraba el ocaso. Intentó calmarse y ponerse de pie lentamente, apoyándose de la pared frente a él, entonces lo notó.

Kihyun, decía casi imperceptible a un costado del marco.

Devolvió su vista hacia el cuadro,

estaba intacto.

Fin.

31 días junto a mi OTP 《ChangKi》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora