nine.

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chapter nine.                                     alcohol, new feelings                                                                                                   and discoveries !

                                     alcohol, new feelings                                                                                                   and discoveries !

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     —YA VERÁN, LO TOMÉ DE LA ALACENA DE MI PADRE.— Farraday sacó una botella de su mochila y la enseñó orgulloso al grupo de niños que se encontraban charlando en su guarida.

     —Al fin utilizas tu cerebro para algo bueno. Ya era hora.—el pelinegro le arrebató el objeto con una sonrisa socarrona, siempre quería demostrar algo que no era, Venus en el fondo lo sabía y procuraba no enfadarse con el, aunque muchas veces lo único que quería era pegarle un puñetazo por lo hablador que era. Así había aprendido a quererlo.

     —Dámelo.— Woody pronunció mientras miraba con admiración al chico que había acabado de ingerir aquel liquido.


     —Ohhh. 

     Mars se encontraba en una esquina, reacia ante aquella situación, no porque se sintiera excluida, sino porque el alcohol nunca le habia gustado, además que recordar como su tío terminó con su vida por problemas con esta sustancia, simplemente...

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     Mars se encontraba en una esquina, reacia ante aquella situación, no porque se sintiera excluida, sino porque el alcohol nunca le habia gustado, además que recordar como su tío terminó con su vida por problemas con esta sustancia, simplemente le causaba mala espina.

     —Sabe como si mi boca estuviera sangrando.— el de gafas soltó un quejido apenas separó su boca de la botella. Cuando la chica escuchó estas palabras, pensó "¿por qué no?, ¿por qué no perder el control una vez en la vida? ¿por qué no dejar de ser una aguafiestas por lo menos una vez?"

     —Déjame probar.— caminó hacia el centro de la casa del árbol y tomó decididamente el liquido. Apenas este bajó por su garganta, sintió como un terrible pero a la misma vez placentero ardor se extendía atravesando su esófago. Dio un sorbo y luego otro, acostumbrándose a la sensación que este causaba en ella, le gustó más el hecho en que con cada gota sentía como se hacia daño puesto que el licor era muy fuerte.

     El dolor era menor, pero se asemejaba a la sensación de tranquilidad que experimentaba cuando apretaba su puño enterrándose las uñas en la palma de la mano, o cuando se pellizcaba el muslo porque no podía controlar su ira o intentaba retener sus ganas de llorar.

𝐈𝐃𝐋𝐄 𝐓𝐎𝐖𝐍. summer of 84Where stories live. Discover now