Déjame ayudarte (Parte 2)

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Autora: y con este capítulo ponemos fin a esta parte... Algunos os enfadaréis y otros lo entenderéis. ¡Quién sabe!

***

Castle tragó saliva con fuerza ante la mirada arrebatadora de Beckett, ya que a pesar de la situación en la que se encontraba, seguía sabiendo cómo seducir a un hombre con tan solo una mirada y una sonrisa. El escritor se quedó hechizado observando esos labios carnosos y perfectos de la capitán acercarse a su boca sin dejar de sonreír ligeramente, pero cuando Beckett rozó sus labios con los suyos y le tomó del rostro con ambas manos dispuesta a besarle, Castle decidió apartarla tomándola de las muñecas con suavidad.

- Kate, para... - susurró Castle sin soltar el agarre de sus muñecas ni separar sus frentes, que permanecieron unidas - no puedo hacerte esto... - la respiración de Beckett cerca de sus labios le volvía loco, pero no debía dejar que eso pasase. 

- ¿Por... Por qué? - vaciló Beckett tratando de buscar de nuevo su boca, pero Castle la alejó del todo tomándola de los hombros. 

Beckett, que apenas era capaz de mantener los ojos abiertos, le miró extrañada, sin entender la actitud de Castle con ella. Castle suspiró ligeramente ante los ojos de ella y le acarició la mejilla derecha con suavidad, repasando cada centímetro del pómulo de la capitán, tratando de no bajar la mirada hacia el torso desnudo de Beckett.

Castle sabía que tenía que evitar la tentación, y esa mujer era demasiado perfecta, bonita, sensual, incluso en esas condiciones. 

- Solo voy a ducharte... - Castle besó su frente con ternura, rezando porque ella entendiese el motivo por el que lo hacía, no sería justo que se aprovechase de ella en esa situación, y menos después de todo lo que les había sucedido esa mañana - ahora quizás no lo entiendas, Kate - tomó el rostro de la capitán con ambas manos, acariciándoselo, dejando pequeños círculos en ambas mejillas - pero mañana lo entenderás... Créeme, cielo. Te deseo, te quiero... Siento algo muy fuerte por ti, pero no debo, tesoro, no debo. 

Beckett permaneció en silencio escuchando cada una de las palabras que él le dedicaba, pero no era capaz de entender por qué no se quería acostar con ella. Agachó su mirada para observar sus pechos, pensando que quizás él ya no la deseaba, o que el alcohol le hacía parecer estúpida, fea y horrible. Cerró los ojos y de repente las náuseas y ese mareo interminable volvió a apoderase de ella, haciendo que Castle tuviese que tomarla de la cintura para que no se tropezase con el váter, ya que se encontraba situado justo enfrente de él. 

- Quieta, tranquila... Estoy aquí, ¿vale? - Castle la abrazó contra su cuerpo con fuerza, y, para sus asombro, Beckett pronto se dejó arropar, enterrando su rostro en su cuello, aspirando su aroma varonil, deseando que pronto se le pasase ese malestar que ella solita se había buscado yendo a ese bar a beber sin conocimiento como una estúpida.

- No voy a poder... - susurró Beckett abrazada a él como si fuese lo único que la aferrase a la tierra en esos momentos. 

- Te sujetaré, mi amor... Ya verás que bien te sienta esto - Castle se separó de Beckett y la miró a los ojos con sumo amor.

Beckett asintió sin querer perder contacto con esos azules que le habían robado el corazón. No entendía como no era capaz de odiarle en esos momentos, como le seguía amando con toda su alma a pesar de todo lo que había sucedido entre ambos, a pesar de que no trató de comprenderla, que no la dejó terminar... A pesar de lo mal que se había portado con ella, pero tendría sus motivos; Beckett siempre pensaba que había un motivo, siempre estaba dispuesta a las segundas oportunidades, a permitir a la gente redimirse de sus actos. Beckett apoyó sus manos sobre los hombros de Castle mientras este le desabrochaba su pantalón y bajaba su bragueta con cuidado; Castle se agachó sin perder el contacto con sus ojos mientras bajaba su pantalón al suelo, tratando de no reparar en ninguna otra parte de su perfecta anatomía femenina, haciéndole ver a esa mujer cuánto le importaba. Volvió a subir a la altura del rostro de Beckett y depositó un tierno beso en su sien mientras acariciaba su mano derecha con ternura.

Unbreakable (Caskett)Where stories live. Discover now