Esta noche no

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Autora: es un capítulo extra largo... Espero que no os moleste la extensión, estaba sumamente inspirada, supongo. ¡Espero vuestros comentarios!

***

Lanie esperaba impaciente a la puerta del hotel donde iba a tener lugar la prestigiosa fiesta a la que le habían invitado unos viejos amigos del colegio, ahora reputados periodistas. Estaba nerviosa por todas las eminencias, famosos y gente importante que acudiría a esos premios y posterior fiesta, pero lo estaba aún más por culpa de Katherine Beckett. La forense no podía parar de observar el reloj de su muñeca y la carretera por la que debería aparecer su mejor amiga. Beckett llegaba con quince minutos de retraso, y eso la estaba poniendo bastante nerviosa, ya que su amiga no solía ser tan impuntual, y si no entraban en cinco minutos, antes de que cerrasen las puertas, ya no podrían entrar a la fiesta aunque tuviesen invitación. Miró su móvil en repetidas ocasiones en menos de un minuto, pero no había noticias de ella, ni un mísero whatsapp. 

- Disculpe, señorita - dijo uno de los porteros acercándose a ella - vamos a cerrar en cinco minutos, debería ir entrando si no se quiere queda fuera...

Lanie suspiró y dudó si entrar o arriesgarse a agotar los últimos minutos esperando por su amiga a la puerta, pero finalmente optó por buscar la invitación en su pequeño bolso de fiesta. Allá ella si prefería quedarse en casa llorando sus penas. Fue entonces cuando escuchó un fuerte frenazo a sus espaldas, y se giró para encontrarse con Kate bajando del taxi con rapidez y dejándole una buena propina al conductor por las molestias de haberla llevado tan rápido. 

- Perdón, perdón, perdón... - exclamaba Kate mientras andaba todo lo más rápido que le permitían sus tacones hacia su mejor amiga. 

Beckett vestía un precioso vestido negro de encaje de manga larga que se ceñía perfectamente a su cintura, y le dejaba un bonito escote en pico, nada exagerado, muy elegante, muy sexy. Sus piernas infinitas al aire, solo tapadas por unas finas medias, terminaban en unos bonitos tacones negros de aguja. Su pelo suelto, levemente alborotado y ondulado, y ahora más corto que antes, caía a ambos lados de su cuello tapándole levemente sus hombros. Su maquillaje, sencillo, natural, fino, la hacía brillar incluso en la oscuridad, y cuando llegó a la altura de Lanie, esta pudo ver el brillo en sus ojos y el bonito color carmesí de sus labios. Estaba terriblemente impresionante. 

- Wow... - suspiró en alto el portero mientras la observaba andar hacia ellos. 

Ante ese comentario, Lanie le dedicó una mirada sorprendida mientras elevaba una ceja, a lo que el portero respondió desapareciendo de allí, pero mirando de reojo a esa impresionante mujer que ya había logrado llegar a la altura de su amiga. 

- Perdóname... - suplicó Beckett dándole un pequeño abrazo cariñoso a su amiga. 

- Estás impresionante, Kate - sonrió Lanie separándose levemente para contemplarla haciendo que se sonrojase levemente - pero espero que tengas una buena excusa para haberme hecho sufrir así... - la reprendió la forense con una media sonrisa en su rostro. 

- Puede... - susurró Kate pícaramente - tú también estás espectacular, Lanie.

El portero volvió acercarse a ellas, pero esta vez Lanie tuvo la ligera impresión de que ella había desaparecido del círculo visual del hombre. A pesar de lo guapa que se había puesto, estaba acostumbrada a que Beckett le eclipsase. De hecho tenía la certeza de que su amiga sería capaz de eclipsar incluso en pijama. Sonrío para sus adentros al ver como el hombre había enrojecido cuando Beckett depositó la mirada y una sonrisa en él a modo de agradecimiento por avisarles de que ya iban a cerrar. 

- ¿Cómo lo haces? - preguntó la forense ya en el interior del hotel. 

- ¿El qué? - respondió extrañada la ex capitán. 

Unbreakable (Caskett)Where stories live. Discover now