Golpe y ternura

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Autora: poco tiempo de espera... ¡Espero que os guste!

***

Beckett cayó con brusquedad sobre el suelo del apartamento. Trató de levantarse, pero su vista se había vuelto nublada debido al fuerte golpe que le había propinado su oponente. Buscó fijar sus ojos sobre algún objeto, pero parecía que todo se movía a su alrededor, y apenas logró ver como George se acercaba hasta donde estaba ella sonriendo de lado mientras se secaba el sudor y la sangre con el dorso de su mano. Beckett volvió a intentar incorporarse, pero el cuerpo le pesaba demasiado, y su mente seguía nublada, mientras empezaba a notar como la sangre de su nariz y labios chocaban de camino a su mandíbula. Cerró los ojos con fuerza y a tientas buscó eliminar la sangre con su mano derecha mientras la izquierda hacía fuerza para intentar mantener su cuerpo medio erguido sobre el suelo. Cuando el mareo parecía desvanecerse, apoyó las dos manos sobre el suelo para levantarse, pero no llegó a hacerlo, ya que otro golpe de su oponente hizo que se cayese por completo sobre el piso. Esta vez su cabeza chocó bruscamente sobre el suelo dejándola semiinconsciente y con una brecha sobre la sien izquierda. 

- Kate... - seguía exclamando Castle al otro lado de la puerta, aunque ella ya le oía demasiado lejos para su gusto mientras trataba de no perder la consciencia. 

Beckett oyó como alguien cargaba una pistola cerca de donde se encontraba, y arrastrándose por el suelo trató de hacer frente a su enemigo. Si su oponente la iba a matar, que al menos lo hiciese mirándola a los ojos, pero la verdad que se encontró era otra: George tenía la mano izquierda sobre la manilla de la puerta y la derecha agarrada a la pistola dispuesta para matar de manera inmediata. 

- No... - susurró apenas sin aire la capitán mientras se arrastraba por el suelo en un intento por ponerse en pie y evitar la desgracia. 

George se rió ampliamente de la situación en la que se encontraba su oponente. El golpe había sido demasiado seco, sabía como hacerlo para dejar a alguien fuera de combate, aunque esa persona fuese la mejor policía de la ciudad. Pero ahora debía eliminar a cualquier testigo, y ese tipo que estaba al otro lado de la puerta, aunque no le hubiese visto, era un incordio que debería eliminar para no verse en problemas futuros que le devolviesen a la cárcel.

- Espera... - Beckett tosía mientras alzaba su mano derecha suplicando que no lo hiciese y buscando la manera de salir de esa situación - déjale... No te ha visto, no sabe quién eres... Huye ahora que todavía puedes - volvió a toser mientras retiraba sangre con sus manos - seguro que todo mi equipo está al llegar... No tendrán piedad contigo... - cerró los ojos ante el mareo inminente que volvió a amenazarla - si le dejas... No te delataré... Te lo prometo...

George rió de manera estruendosa y apretó las mandíbulas con odio. Se abalanzó sobre ella y se colocó sobre su cuerpo mientras le apuntaba con la pistola a la cabeza. Beckett apenas podía fijar los ojos en su rostro, todo le daba demasiadas vueltas.

- ¿Sabes? Tú eres la culpable de esto, tú has querido complicar las cosas... - el odio relucía en los ojos de George - la única culpable de que muera tu "novio" eres tú... ¿Podrás vivir con eso, preciosa? - colocó una mano sobre su cintura y justo en ese momento se comenzaron a escuchar voces al otro lado de la puerta - ¡mierda! 

George se levantó con gran agilidad buscando con la mirada la ventana abierta que le ayudase a huir por las escaleras de incendios antes de que los policías tirasen la puerta en apenas segundos, pero Beckett fue más rápida y con todo el esfuerzo que fue capaz de emplear, colocó sus piernas en el camino de George, haciéndole una llave que le hizo caer de morros sobre el suelo del apartamento. La puerta cayó abajo justo en ese momento, y Esposito entró el primero seguido de Ryan con las armas en alto y el rostro serio y preocupado. George volvió a intentar levantarse, pero Beckett le agarró por las piernas haciendo que volviese a caerse a la vez que ella también lo hacía completamente exhausta a su lado, y perdiendo casi la consciencia por completo. 

- ¡Beckett! - exclamó Esposito poniéndose de rodillas a su lado mientras el resto se encargaba de detener y poner las esposas a George.

Beckett agarró la mano de Esposito y trató de sonreírle para hacerle ver que estaba bien, a pesar de todo, pero no era capaz de hacer que la figura de su compañero se volviese nítida. 

- ¡Kate! - exclamó Castle entrando corriendo como un loco en el momento que se le permitió el paso al apartamento - ¡Kate! ¡Dios! 

Castle aterrizó al lado de ella sobre sus rodillas, sin importarle los rasguños que se podía hacer en ellas debido al ímpetu con el que lo había hecho. Esposito les cedió espacio al ver como para ambos había desaparecido el resto del mundo en el momento que sus ojos se encontraron, y se fue a hablar con sus compañeros. Beckett pudo observar como el rostro de Castle estaba completamente pálido, nervioso y preocupado por ella mientras la ayudaba a incorporarse y apoyarse sobre la pared más cercana; y tampoco se le pasó desapercibido el pequeño gesto de dolor que se formó en su rostro por culpa del hombro malherido después de haber intentado tirar la puerta durante varios minutos sin éxito. El escritor cogió la mano de la capitán con delicadeza, como si fuese a romperse, y se la besó en reiteradas ocasiones mientras la miraba a los ojos angustiado; y ella le respondió con un leve apretón cariñoso sobre su mano y un intento de sonrisa. Castle le retiró un mechón de la cara y le acarició la mejilla antes de buscar un pañuelo en su bolsillo para quitarle la sangre que seguía brotando de sus labios. 

- Rick... - susurró ella para después toser levemente. 

- Shhh - respondió él colocando el dedo índice sobre sus labios y sonriendo con delicadeza y ternura - no hagas esfuerzos... Ahora vienen los médicos para que te chequeen, ¿vale?  

Beckett asintió despacito y con cuidado levantó su mano para acariciarle el rostro, y justo en ese momento comenzaron a resonar en su cabeza las últimas palabras de Castle. ¿La quería? Pero, ¿la quería como amiga o como algo más? ¿Qué habían sido aquellas palabras? ¿Y por qué la habían hecho perder el control de la situación? ¿Tan enamorada estaba de él? 

Castle no pudo evitar sonreír al notar la mano fría de ella sobre su mejilla, y aprovechó para besársela con ternura sin dejar de mirarla a los ojos. Tenía miedo a la posible reacción de ella, si es que había logrado escucharle al otro lado de la puerta, no sabía como se tomaría esas dos palabras, pero le alegraba ver en los ojos de ella que todo seguía igual entre ellos, o incluso mejor que hacía unas horas. 

- Eres muy valiente, Kate - se sinceró Castle volviendo a besar la mano que ella tenía sobre su mejilla - incluso más de lo que pensaba... Eres increíble - le preguntó con los ojos antes de acercar el pañuelo a sus labios y cuando vio la respuesta afirmativa en los de ella, lo depositó con suavidad sobre ellos - si te duele, avísame... - vio un pequeño gesto de dolor en su rostro y se detuvo de inmediato - perdona... Lo siento, Kate. 

Beckett sonrió un poquito y negó con la cabeza haciendo ver que todo estaba bien, y Castle volvió a intentar retirarle la sangre con la mayor de las ternuras.

- Gracias... - volvió a intentar susurrar Beckett ante la sonrisa traviesa de Castle. 

- ¿Qué te dije? - la reprendió él con esa sonrisa mientras se volvía a llevar el dedo índice a los labios - silencio, Katie.

Beckett rió un poco y Castle ante ese sonido tan bonito no pudo reprimir las ganas de besarle en la frente con todo el cariño del mundo. 

Unbreakable (Caskett)Where stories live. Discover now