Choque de trenes

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Autora: otro capítulo súper largo... ¡Ya me iréis contando que os está pareciendo! No sé si voy en buena dirección, últimamente estáis muy callados y calladas ;)

***

Richard Castle se quedó observando la cinta amarilla que presidía la escena del crimen, y que delimitaba la zona impidiendo el paso a los curiosos, permitiendo así trabajar libremente a los inspectores de homicidios y forenses hasta allí desplazados. No se acercó, simplemente había querido ver el lugar en el que su padre había perdido la vida, antes de volver al coche y acompañar a su madre a comisaría para reconocer el cuerpo en la sala de autopsias. Había demasiados pies que le impedían ver con claridad el cuerpo inerte de su padre, pero si pudo apreciar un enorme charco de sangre que pertenecía al hombre que le había dado la vida. Suspiró mirando al cielo, metió sus manos en los bolsillos y giró cabizbajo de nuevo hacia el viejo coche destartalado que compartía con su madre.

En el momento que cerró la puerta dejó salir todo el aire. Y enseguida una mano llena de preciosas arrugas, le acarició el hombro con ternura. 

- ¿Por qué has querido ver eso, Richard? - suspiró Martha sin dejar de aferrarle el hombro dándole ánimos. 

- No he visto nada, madre - giró su cabeza para encontrarse con sus mismos ojos - pero me hubiera gustado reconocerlo aquí, y poder seguir nuestra vida... Odio tener que ir a una sala de autopsias - bufó y colocó sus manos sobre el volante. 

Martha miró al frente y suspiró. 

- Él una vez te quiso... - susurró la pelirroja. 

Castle rió lacónicamente y arrancó el motor del coche causando un ridículo estruendo que hizo que varias personas se girasen para observar el destartalado coche. Castle desvió la mirada hacia alguna de ellas a través del cristal sucio con gesto avergonzado. Su madre sintió pena de su hijo una vez más.

- Él solo se quiso a sí mismo, al dinero, al alcohol y a las drogas - respondió el escritor. 

Justo en ese momento, el cuerpo embalsamado de su padre hacía acto de presencia en una camilla directo a una ambulancia que se encargaría de transportarlo hacia la sala de autopsias. Castle pudo observar por el rabillo del ojo como el cuerpo de su madre se tensaba levemente ante esa imagen, y aunque él sabía que ella ya no le quería, que ya no había nada entre ellos, pudo ver la añoranza de un tiempo pasado en los ojos de su madre, pudo ver cuánto le había amado una vez. Y él, pesase lo que le pesase, había sido fruto de ese amor. 

- ¿A dónde le llevan, madre? - preguntó Castle cogiendo su mano - ¿te lo han dicho por teléfono cuando te han llamado? 

- Sí, a la comisaría 12 - respondió ella sin despegar la mirada del cuerpo que estaba cubierto por unas sábanas y que una vez había deseado, amado y querido. 

Castle tragó saliva con tanta fuerza, que temió que lo pudiese escuchar hasta su madre.

- ¿Vamos? - preguntó su madre al ver que no se movía después de varios minutos. 

Castle volvió en sí mismo, asintió y arrancó hacia la comisaría en la que se había muerto de vergüenza. 

***

Beckett entró al cuarto de baño de la comisaría para despejarse un poco después de un arduo día de llamadas y papeleo. Miró su rostro en el espejo, y casi no se reconocía, hasta ella misma se veía los ojos cansados y tristes, muy tristes. Se subió las mangas de su camisa levemente, y se desabrochó dos botones del escote, para echarse un poco de agua por el cuello y lavarse las manos. Se notaba extenuada, y lo que más necesitaba en esos momentos era un buen baño relajante y dormir durante horas para olvidarse de ese día de mierda. Se secó las manos con papel, volvió a colocar bien el cuello de su camisa y los botones, y después hizo lo propio con sus mangas, no sin antes mirar la hora y ver que aun le quedaban tres horas de trabajo. Y muchas más horas para que se acabase ese día de mierda para ella. 

Recibió un mensaje de texto de Lanie: "¿Dónde estás? El cuerpo ya está aquí, y Espo te está buscando para interrogar al sospechoso".

No tardó en contestarle: "Dile a Espo y a Ryan, que se encarguen ellos del interrogatorio, estoy bastante agobiada. Tengo que presentar muchos papeles a los de arriba, y no doy a basto". 

Volvió a tener réplica por parte de su amiga: "¿Y la familia? ¿No hablarás tú con ella? Ya vienen para reconocer el cuerpo". 

Beckett suspiró dejando el móvil sobre el lavabo y miró su reflejo en el espejo. Se notaba cansada, agobiada, y no creía tener la suficiente fuerza para afrontar hablar con otros familiares destrozados por la pérdida de un ser querido. Aunque sabía que eso debía hacerlo ella como siempre hizo, con tacto y cariño, debiéndose a honrar la memoria de esas víctimas y a sus familias. Cerró los ojos tomando todo el aire posible y los volvió a abrir, y esta vez ya no estaba sola. La mano de su mejor amiga, Lanie, estaba colocada sobre su hombro, ni siquiera la escuchó entrar, pero allí estaba mirándola fijamente a través del enorme espejo de los servicios de la comisaría. 

- ¿Qué te pasa, Kate? - preguntó Lanie entornando la cabeza para observarla inquisitivamente. 

- Nada - se giró para encararla - yo me encargo de esa familia... Cuando acabes, me la envías - trató de moverse, pero la mano en el estómago de su amiga le detuvo. 

- ¿Es por algo de la capitanía? - volvió a preguntar la forense tratando de sacarle la verdad. 

Beckett miró al cielo tomando aire, y cuando bajó la mirada, Lanie pudo ver lágrimas furtivas en sus ojos. No dudó en abrazarla inmediatamente tratando de evitar que sea lo que fuese que le ocurriera, la rompiese. 

- Está en juego mi puesto... - soltó de golpe.

- ¿Cómo? - los ojos de Lanie se abrieron como platos - ¡si eres la mejor capitán desde hace años! ¡Hasta Gates te recomendó! ¡Y tienes la máxima nota en todo! ¿Qué demonios pasa, Kate? 

- George - se limitó a decir como respuesta. 

La boca de Lanie se abrió y se cerró varias veces tratando de decir algo coherente y no comenzar a soltar improperios sin parar. Los puños se cerraron a ambos lados de su cuerpo, y la mandíbula se tensó presa del enfado mayúsculo. 

- ¿Qué te ha hecho, Kate? ¿Con qué te está amenazando ahora? - bufó la forense enfadada - no sé por qué no le han echado del cargo aún... Es un incompetente, un cerdo, y un... Mira, me callo, porque no respondo de mí...

Beckett dejó salir algunas lágrimas y se sintió mal por ello. Ella no era dada a dejar salir sus emociones a la ligera, pero Lanie lo hacía todo más fácil. Se secó las lágrimas con el dorso de la mano y desvió la mirada a la puerta que se acababa de abrir. 

- Disculpa, Capitán, la familia ya está aquí... Preguntan por el cuerpo - les informó una policía joven en prácticas. 

- Gracias, Margareth - respondió Kate forzando una sonrisa. 

Beckett caminó hacia la puerta, pero antes de que la abriese del todo, Lanie le detuvo cogiéndola de la mano. 

- Yo me encargo de esta familia hoy... Vete a descansar un rato, da un paseo, y luego vuelves. Y cuando se acabe el turno, tú y yo hablamos de lo que está pasando.. 

- Lan... - pero la mirada fulminante de su amiga le calló del todo. 

Beckett salió del baño sin levantar la vista del suelo en dirección a su despacho. Cogería su chaqueta y abrigo, y seguro que un paseo por la fría tarde de invierno de Nueva York, le ayudaría a despejarse y dejar de pensar por una hora. Se colocó la americana, y encima su abrigo, que entalló a su cintura de avispa con un cinturón, se colocó la bufanda, y por último los guantes, cogió su bolso y se dirigió al ascensor. 

Nuevo mensaje: "Si quieres seguir manteniendo tu cargo, y el puesto de ese inútil... Nos vemos en el Hotel Hilton, preciosa".

Las ganas de vomitar le invadieron el cuerpo, así como las ganas de darle un buen golpe en la cara a ese tipo. No gastó tiempo en responderle, en cuanto se abrieron las puertas del ascensor salió rápidamente a la calle tratando de evitar que las lágrimas la delatasen. 

Y lo mismo le sucedió a Castle, el cuál subió por las escaleras proveniente de la sala de autopsias hacia el exterior en busca de aire que hiciese que las lágrimas no le delatasen. 

Y ambos, sin querer, se chocaron en el exterior. 

Unbreakable (Caskett)Where stories live. Discover now