Gay For Today - Jintae/Taejin (GFT #1)

Extra by Seokjin

Muerdo su masculina mandíbula cuando lo siento rodear mi cintura con sus piernas, levantando a su vez el culo para darme el encuentro en cada embestida. Sus brazos atrapan mi cuello acercándome a su rostro y llenandome de calientes besos.

—Dios~... me lle-nas tan bien~... — susurra en mi oído lamiendo seguidamente el lóbulo de éste. Nadie me dijo que un hombre podría lucir tan sexy y hacerme prácticamente venir con un simple susurro.

Aumento la velocidad de mis movimientos casi en sincronía con sus gemidos y me dejo llevar por el placer de llenarlo con mi esencia. Sintiendo casi de inmediato la suya caer entre nosotros.

Justo ahora estoy recordando lo que dijo sobre venirme dentro la primera vez que cogimos. Empiezo a reír por la frase regresando a mi mente, en lo que caigo sobre su cuerpo sudado.

Me escondo en el hueco de su cuello aspirando el aroma a colonia masculina que suele usar, llenando mis fosas nasales con el adictivo olor.

—Me encanta como hueles... — digo mordiendo parte de su piel expuesta.

—Deja de copiarte mis frases bombón — dice fingiendo molestarse.

Vamos a aceptar en estos momentos, que lo que más me llamó de Taehyung no fueron sus enormes ojos expresivos, ni sus carnosos labios rosados, tampoco fue el culo redondo que se carga ni el sexo que parece prácticamente transpirar.

Lo que más me llamó la atención de él fue su forma de ser y su malditamente adorable sonrisa cuadrada, con la que he tenido más sueños de los que quisiera aceptar.

—Tal vez simplemente me inspiras — le digo besando su mejilla y viendo como muestra casi todos sus dientes al sonreír de esa forma que tanto me gusta.

Se sonroja salvajemente antes de quejarse — Dios, eres tan cursi a veces bombón.

—Lo dice el tipo que me mandó ciento cincuenta cajas de pizza con aceitunas — respondo haciendo que relama sus labios nervioso.

—¿No te llegaron cien? — pregunta

—Las otras cincuenta llegaron después de dos horas — digo recorriendo con mis dedos la piel de su abdomen, adoro como mi mano puede deslizarse con facilidad por todo su cuerpo, gracias a lo suave que es.

—¿Entonces me quejé en la pizzeria por las puras?

Me encojo de hombros sin saber de qué me habla, luego siento sus manos peinar mi oscuro cabello — Extraño que seas el bombón rubio que me engatuzó.

Me río ante su frase, siempre logra hacerme reír con sus ocurrencias.

—Ya era hora de un cambio. No más bombón rubio por ahora.

—¿Qué tal bombón rosa? — dice divertido, me tomo el trabajo de pensarlo.

—Lo voy a considerar.

Me salgo de entre sus piernas, porque mi peso podría estar incomodandolo y ahora me recuesto a su lado en la cama, apoyando mi cabeza entre mis brazos cruzados, él se recuesta de costado mirándome fijamente.

—Nos debemos una charla — dice luciendo repentinamente serio — Pero antes ¿Qué mierda de test gay tomaste?

Diablos, no pensé que traería ese tema justo ahora.