Capítulo 15: "Derrotado" (Parte 3)

451 25 5
                                    

Entre todos los sujetos que se encontraban ahí, nunca habría podido imaginar que esos ojos azules y apagados estarían mirándome de aquella forma.

Oh Frank, ¿qué fue lo que te hizo ese despiadado?

—¿Por qué?

Yo sabía que había algo detrás. No debí haberme separado de él.

Me quedé sin habla al ver a mi compañero con una Pokéball en mano dispuesto a atacarnos. Oh no, no era cualquier Pokéball, era una Masterball.

Era una escena que no se veía todos los días. Por un lado estábamos Red, el entrenador misterioso que ahora se hacía el héroe; Morty, líder de Gimnasio en Johto y yo, una entrenadora que solo quiere una aventura pacífica y tranquila. ¿Es demasiado pedir?

Oh no, pero no sería entretenida si no tuviese este tipo de problemas, súper normales.

Nótese el sarcasmo.

Y al otro lado se encontraban líderes de gimnasio que yo no conocía y Frank.

—¿Qué es este lugar? —Morty se colocó cerca de mí y puso su brazo delante mío. Me estaba defendiendo.

—Aléjate de ella —susurró Frank. ¿Estaba enojado?

—No. —Red se colocó al lado mío y me rodeó la cintura con un brazo—. ¿La quieres? Pues ataca.

No podía dar crédito a lo que estaba viendo. ¿Idea mía o Frank estaba... Celoso? Mi corazón dio un brinco de alegría, pero al recordar a Red tan cerca mío me sonrojé de sobremanera. Dios, sus ojos son bellísimos.

—Está funcionando, ahora a ganarle. Si él usa a Ho-Oh, yo me encargo. —habló mi compañero.

Lo detuve.

—Yo quiero hacer esto.

—Pero Grey, t-

Le puse mi dedo índice en sus labios y sonreí.

—Red, es mi amigo. Debo ayudarlo, no voy a dejar que hagan las cosas por mí.

Me ajusté la gorra que me había pasado Red, saqué una Pokéball y envié a Gastly a luchar contra Ho-Oh, que yacía en el cielo aleteando fuertemente.

—¡¿Es en serio?! —rió Giovanni—. ¡Tú nunca podrías ganarle!

Ignoré su palabrerío y me centré en la batalla. Frank había comenzado a atacar.

—¡Ho-Oh, usa Sacred Fire!

—¡Esquiva y usa Confusion!

Las llamas de Ho-Oh rozaron levemente el fantasmal cuerpo de Gastly, quien logró esquivar el ataque del legendario y le lanzó Confusion, sin afectarle mucho, sin embargo, confundiendo a su rival.

Curse!

Ho ho ho ho, Frank. Eso no te lo esperabas.

—¿Qué?

Gastly se debilitó un poco y redujo sus posibilidades de ganar a la mitad, sin embargo, Ho-Oh comenzó a debilitarse a medida de que pasaba la batalla. El fantasma se encargaba de esquivar los ataques del rival mientras que este, débil, los lanzaba con mucho esfuerzo. Bastaron muchos minutos de espera y Gastly se cansó, pero al ver a Ho-Oh en el suelo debilitado, le bastó para ir hacia mí.

Sonreí victoriosa y Gastly me dio su clásico lengüetazo en la cara. Se colocó a mi lado y lo regresé a su Pokéball.

—¿Qué acaba de pasar? —Morty parecía como si hubiese visto un fantasma.

Pokémon I: El inicio de una aventura inolvidableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora