Capítulo 26: "Lazos" (Parte 2)

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Me horroricé. No podía creer lo que estaba viendo. Una isla que se consideraba tan bonita, estaba...

Envuelta en llamas.

—¡¿Qué está pasando?! —exclamé.

—No lo sé, pero hay que ayudar a que no ocurran más desastres. ¡Gyarados, Water Pulse!

—¡Dratini, Water Gun! —nos pusimos a apagar el fuego, pero no podíamos solo con dos Pokémon.

Silver suspiró.

Feraligart, te necesitamos. —sacó a un gran cocodrilo azul—. ¡Usa Surf!

—¡No, Silver! —él y su Pokémon me miraron confundidos—. ¡Hay gente dentro de esas casas!

Salí de Dratini y me coloqué sobre la tierra quemada. Esta isla estaba a punto de incendiarse por completo.

Corrí y saqué a Ivysaur, quien trató de mantenerse lejos de las llamas cuando trataba de sacar a una niña en el segundo piso de una casa con sus látigos cepa. Logró rescatar a la niña.

La famosa Pokémon Mansion se estaba convirtiendo en cenizas, sin embargo pude ver a alguien que seguía dentro.

—¡Ayúdenme, por favor! —un anciano calvo, anteojos y una bata de laboratorio me pedía ayuda.

Corrí y me adentré a la mansión incendiada, ignorando los gritos desesperados de Silver y, con mucho esfuerzo, subí hasta el tercer piso, donde se encontraba este hombre.

—¿Está usted bien? —traté de hablar.

Asintió y lo llevé hacia una ventana.

—DRATINI! —grité con todas mis fuerzas, y saltamos de la mansión, para ser recibidos por Dratini.

Silver se encontraba con el pueblo a salvo sobre su Gyarados y sobre su Honchkrow. Feraligart usó Surf y logró apagar todo el fuego que había en la isla por completo.

—Me alegro que estén bien, y gracias por rescatarme, jovencita. —agradeció el anciano—. Eres valiente, joven Grey.

Me sorprendí demasiado. Tanto que casi caigo al mar.

—Silver. —continuó—. Gracias también.

Él solo sonrió de lado y asintió.

—¿Cómo es que usted me conoce? —necesitaba una explicación.

—Primero vayamos a dejar a esta gente a Pallet Town. Necesitan estar lejos de aquí.

Y así pasó. Todas las personas se encontraban encima de los lomos de los Pokémon de Silver, Gyarados, Feraligart y Honchkrow, y el señor y yo íbamos sobre Dratini. Al poco rato logramos llegar a Pallet Town y la gente se bajó de los Pokémon, agradeciéndonos por haberlos ayudado.

—¿Ahora sí me va a responder? —pregunté.

Él se aclaró la garganta.

—Mi nombre es Blaine. —ese nombre lo conocía—. Soy líder de gimnasio en Cinnabar.

Ahí todo calzaba. Frank me había mandado aquí para conseguir su medalla.

—Se qué es lo que pretenden. —sonrió—, pero no van a obtener mi medalla tan fácilmente.

Nosotros nos miramos. Se me venía un entrenamiento muy difícil.

Él sacó a muchos Pokémon tipo fuego, entre ellos Ponyta, Rapidash y Magmar, con los cuales tuve que luchar. Silver se encontraba sentado sobre una roca observando cada movimiento que yo hacía con Dratini y me gritaba algunas cosas que debía entender para que mi dragón tuviese más agilidad. ¿Cuánto tiempo pasó? No recuerdo, solo se que después de un poderoso Water Pulse, mi Dratini se iluminó y evolucionó a un fantástico Dragonair.

Pokémon I: El inicio de una aventura inolvidableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora