Epílogo: "Una aventura inolvidable"

192 10 3
                                    

—Ya he apilado la cantidad de libros que se encontraban en la bodega, profesor Elm.

—¡Muchísimas gracias, chico!

La tranquilidad en New Bark Town era muy común, ya que al ser uno de los únicos pueblos en no tener un gimnasio, no había actividad. Sin embargo habían veces en las que ocurrían ciertos fenómenos divertidos: Gold y Silver luchaban de vez en cuando cerca del laboratorio del profesor Elm y Crystal solía acompañarlos en algunas de sus batallas.

Desde los acontecimientos ocurridos con Arceus, todo había estado tranquilo, calmado. Sin embargo, en los últimos días, se había sabido de que el Team Rocket (por enésima vez) ha estado tratando de resurgir y eso se vio demostrado en los atentados en la región de Kanto, que fueron evitados por un grupo de Pokédex Holders y dos compañeros nuevos: un chico proveniente de Goldenrod City de ojos azules llamado Frank, y una singular chica de ojos grices llamada Grey, nacida en Lavender Town. Esta última se hizo cargo del Team Rocket casi por su cuenta, junto a su ahora medio hermano Silver.

Las noticias ya se habían expandido por todo Kanto, Johto y Hoenn. Los fenómenos que ocasionó el Team Rocket comenzaron a despertar a aquellas organizaciones que se habían mantenido ocultas durante todos estos años, llevando a los Dex Holders de todas las regiones a estar más alertas.

El viejo labotatorio del profesor Elm estaba siempre desordenado, y para ello, un chico de cabellos castaños y ojos brillantes y morados lo ayudaba a limpiar el lugar y a investigar a los Pokémon de Johto para obtener nuevos datos sobre ellos junto a su mejor amigo Crobat, Pokémon que lo ha acompañado desde sus primeras experiencias en Kanto.

—Hey, chico. —habló Elm—. Ven para acá, debo pedirte un gran favor.

Aquel joven que portaba una bata de laboratorio que le quedaba grande, dejó de hacer lo que se encontraba haciendo y fue hacia el profesor.

—Lo escucho, profesor. —y ambos se sentaron en una mesa.

—Me ha llegado una información. —dijo el mayor mientras miraba la ventana.

Él solo se limitó a esperar en silencio.

—¿Te acuerdas de lo sucedido en Kanto? ¿Cuando Gold, Silver y Crystal tuvieron que ir a ayudar a una chica que se encontraba en peligro? —el menor asintió—. Pues esa joven es más fuerte de lo que parece. Tanto así que Morty, líder de gimnasio en Ecruteak City, le ha pedido que ella lo reemplace por un tiempo mientras él va a Hoenn.

El ojilavanda estaba impresionado. ¿Cómo una chica tan joven había podido contra el Team Rocket casi sola y además ser reemplazante en un gimnasio? Eso era un gran sueño para él. Quería convertirse en el mejor entrenador de todos los tiempos. Quería desafiar a los líderes de Johto y ser el campeón como lo ocurrido en Kanto. Sin embargo sus sueños siempre se iban a la basura.

Ahora era un triste y pequeño ayudante del profesor Elm, aunque eso no era malo, es más, era mucho mejor que estar en su hogar, sin embargo él quería salir a explorar más allá de lo que New Bark Town le permitía. Nunca había podido llegar a recorrer Johto debido a las investigaciones que estaban teniendo el Profesor Elm y él.

—Necesito que busques a esa chica.

Se quedó intacto, sin mover un solo cabello. ¿Estaba hablando en serio?

—¿U-Usted habla en serio? —tartamudeó sin poder creérselo.

—Ella está en peligro y necesito que tú vayas a advertirle todo lo que te voy a decir.

El chico estaba emocionado, sin embargo tenía algo de miedo. Llevaba mucho tiempo sin salir de ese pueblo y no sabía con lo que iba a enfrentarse, pero estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para ayudar a esa desconocida suya.

—Ella es hija de uno de los seres más aterradores de estos lados: ella es hija de Giovanni, jefe del Team Rocket y ex líder de gimnasio en Viridian City. —el ojilavanda se sorprendió—. Y él hará todo lo posible para utilizarla. Sabe que ella es capaz de despertar a Pokémon legendarios y quiere usarla para sus mayores atrocidades.

—¿Cómo es capaz de hacerle algo a su hija? —preguntó el chico, incrédulo.

—No lo sé, parece que su crueldad no tiene límites. —hizo una pausa y continuó—. Grey no sabe quién es su padre y tú serás el encargado de decirle, pues ella corre mucho peligro.

Así que se llamaba Grey, pensó. Me suena ese nombre, de alguna parte.

—La encontraré, profesor. —dijo entusiasmado.

El chico se sacó su bata dejando ver su polera negra y sus pantalones beige, sus zapatillas negras y un collar especial con una piedra mágica del color de sus ojos.

—¿Escuchaste eso, Crobat? —el Pokémon voló feliz—. ¡Vamos!

El profesor lo interrumpió.

—Antes de que te vayas, usa a este Pokémon. —le hizo entrega de una Pokéball y el menor la abrió, viendo a un Cyndaquill alegre salir de esta.

—¡Seremos muy buenos amigos, Cyndaquill! —y el pequeño gruñó feliz.

El joven se dirigió hacia la puerta del laboratorio y se despidió.

—¡Nos vemos, profesor! —sonrió y cerró la puerta.

—Mucha suerte, Dennis.

Pokémon I: El inicio de una aventura inolvidableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora