CAPÍTULO 34

1.2K 122 3
                                    

No se cuantas horas han pasado desde que Jane salió por última vez de mi habitación. Todo sigue en un silencio absoluto. No he escuchado ninguna pisada ni ningún ruido.  

Esto empieza a desesperarme, es como si las paredes de la habitación se movieran y cada vez se hiciera más chico el cuarto y las cadenas me apretasen más. Aunque se que ninguna de las dos cosas está ocurriendo de verdad. 

¿Y si le ha pasado algo? ¿Cómo pensaban salvarme? ¿Y quién? ¿Sería él? 

Se que esta vivo. Pero estar vivo no significa estar bien. Necesito verlo, saber que esta bien, preguntarle muchas cosas. 

Como por ejemplo... ¿Rey de las mentiras? ¿Cómo consiguió ese apodo? ¿Cuál es en realidad su nombre?

Un fuerte estallido se escucha a metro de aquí. 

Me pongo de pie. 

¿Será... Él?

Escucho disparos y algunos gritos a lo lejos. 

Las manos empiezan a sudar y no puedo estarme quieta entre estas cuatro paredes. Escucho gente corriendo de un lado a otro, aunque no es mucho, seguramente no más de cinco personas. 

Todo vuelve a quedar en un silencio absoluto segundos después. Cada vez estoy más nerviosa. 

Unos, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete... son los segundos que cuento hasta que otro ruido empieza a escucharse. Pisadas y cada vez están más cerca.

Mi respiración se acelera. 

-Apártate de la puerta. -dice una voz amortiguada por algo, ya que se le escucha raro aunque logro saber que dice.

Corro hasta la esquina más alejada de la puerta, escucho como mis pisadas resuenan por toda la habitación acompañadas por  el ruido que hace la cadena impactar contra el suelo.

Le pegan un porrazo a la puerta y escucho un pitido. Que suena varias veces. Un temporizador.

Mi respiración esta muy acelerada. 

Explota. La puerta y la pared que la rodea sale volando por los aires a cachos. 

Yo me agacho un poco rápidamente y me cubro con los brazos la cabeza, intentando que ningún trozo de pared o puerta me de en la cabeza. 

Una nube de polvo se extiende por toda la habitación y seguramente me este manchando el pelo, la ropa y todo lo que puede. 

Toso dos voces antes de levantar la cabeza y bajar mis brazos al escuchar unas pisadas. 

Se paran lo justamente cuando logro distinguir que es un hombre. 

Doy un paso hacia delante, y lo reconozco entre el polvo que sigue en la habitación. Aunque creo que sabía que era él desde que escuche la primera explosión. 

En su rostro lleva una tela -un pañuelo- que le tapa la boca y la nariz, solo logro ver sus ojos. Su pelo, moreno y ondulado le rodea el rostro. 

Yo me quedo sin respiración. No atino a hacer nada con mi cuerpo. 

Su torso esta casi desnudo, su camiseta negra esta hecha jirones y logro verle el tatuaje que tiene en el brazo.

En su mano derecha tiene una pistola y en la izquierda, un hacha, apoyada en su hombro. 

Cuando nuestros ojos conectan a él se le caen las armas al suelo y levanta una mano para quitarse el pañuelo de la boca, que le cae al cuello. Su boca esta entreabierta y su respiración esta igual o más acelerada que la mía. 

REBELDEWhere stories live. Discover now