CAPÍTULO 7

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Después de dos horas en coche me entra hambre. Estoy en una ciudad de gente adinerada. Muy adinerada. Todo esta muy bien mantenido Y reformado además por como visten las personas se ven que tienen dinero, además de los precios de las cosas. Son muy caras, pero quiero un café y una tostada. 

Aparco a una calle de una cafetería, no se ve muy llena y desde fuera se ve que tiene un ambiente cálido y bonito. 

Me pongo la peluca rubia con la que salí de la ciudad y una gorra. No la tiré como me aconsejo Mer, cuando salga de esta ciudad ya la tiro. 

Salgo del coche y cierro la puerta. Me meto la mano en los bolsillos de los pamtalones y me dirijo a la cafetería. 

Entro y suena una campanita anunciando mi llegada. No hay nada haciendo cola, así que me dirijo al mostrador y me atienden enseguida.

-Buenos días, bienvenida nuestra cafetería, ¿que desea tomar? 

Pido mi orden y me dice que me siente. 

-Enseguida se lo llevamos. 

-¿Pagará con tarjeta o con dinero? 

-Dinero. -respondo. 

Pago y me siento en un pequeño sofa con una mesita pequeña y marrón. 

Después de unos minutos un hombre de unos veintitantos me trae mi orden. 

-Que aproveche. 

Él hombre me sonríe amablemente y yo le agradezco. 

Si que esguapo. Es rubio casi blanco y tiene los ojos azul cielo..

Con una última sonrisa se despide.

Disfruto del café caliente bajar por mi garganta y la crujiente tostada hasta que veo como dos guardias real entrar en la cafetería.

Me tenso al instante. Miro algunas veces en su dirección con el rabillo del ojo. Están pidiendo en la barra y no miran en mi dirección, no se si ellos me reconocerían si me mirasen, aunque lleve puesto una peluca, una gorra y unas lentillas.

Me termino el desayuno apresuradamente y me levanto del sitio. Me dirijo tranquilamente hasta la puerta y salgo sin problemas. 

Empiezo a caminar en dirección al coche hasta que una televisión, encendida en un escaparate, me llama la atención. Las noticias. Ni siquiera sabia que se ponían las noticias, cría que después de todo lo que paso no había. 

-Fui una reina fantastíca. -murmullo para mi con ironía. 

Me fijo en las noticias, no tiene volumen y solo puedo leer los pequeños cartelitos con la información destacada. 

Una mujer y hombre, miran a la cámara mientras hablan, yo solo los veo mover la boca. Detrás de ellos se ven imagenes de árboles captados desde arriba. 

Un cartel en rojo con las letras negras llama mi atención en las noticias. 

"Se creo que el cuarenta por cierto de la población menos favorecidad se situa en un bosque al (...) Bastante cerca de algunas ciudades, aunque muy alejado de la ciudad principal, donde viven el rey y la reina. " 

En la pantalla sale un mapa de toda la cierra y en rojo esta marcado donde pueden estar todas esas personas. 

Ya se donde tengo que ir. Aunque tarde, llegaré. Mejor tarde que nunca. 

Despego la mirada de la televisión cuando la pareja de presentadores empiezan a hablar de la nueva colección de moda que esta teniendo exito en muchos sitios. 

¿De eso tienen que hablar justo después de anunciar que casi la mitad de la población no vive en las mejores condiciones? Increible. 

¿En que clase de sociedad nos estamos convirtiendo?

Reanudo el paso y me dirijo al coche. Saco las llaves y abro la puerta del conductor. Vuelvo a cerrarla sin montarme. Camino unos pasos hasta una papelera cercana, allí compruevo que nadie anda cerca y me quito la peluca, dejando a la vista mi nuevo look. 

Cabello complentamente negro, cortado a capas hasta la mitad de mi espalda. 

Tiro la peluca a la basura y me dirijo de nuevo al coche. Me monto y sin mirar hacia atrás arranco y me dispongo a salir de esta ciudad. 

Horas después, cuando ya esta apunto de oscurecer paro el coche la puerta de un motel barato. Cojo la mochila de la ropa, la de las lentillas y el dinero. 

Me pongo una peluca otra peluca, de rizos oscuros con las puntas azul mar y unas lentillas verdes.

Salgo del coche y lo cierro. 

Entro en el motel, es sencillo y rústico. Varias parejas estaán esparcidas, hablando y besándose.

Un chico de unos veintiocho años atiende en recepción. Me dirijo allí con mi cochila colgando de uno de mis hombros.

Cuando me ve me sonríe y yo le devuelvo el gesto. 

-¿En que puedo ayudarla, señorita?

-Quisera una habitación para una noche. Para una persona. 

-Bien. Hay una preparada que puede ser utilizada ya.  La 308 ¿Le parece bien? 

-Perfecto. -contesto. 

Pago en efectivo y el me ofrece una llave. Me indica el camino hacia mi habitación y yo le agradezco. 

Abro la habitación 308 y cierro la puerta detrás de mi. Enciendo las luces y dejo la mochila en el suelo. Me quito los zapatos y los dejo en cualquier lado. 

Dejo la peluca que me acabo de quitar encima de la mesita de noche al igual que mis lentillas.

Entro en el baño y me miro al espejo. 

Me noto distinta. Mis ojos morados más brillantes y el pelo negro y despelucado me da el último toque para una mirada fiera. 

Me desnudo y pongo la ropa en una pila. Entro en la pequeña ducha y me lavo rapidamente. El agua sale fría. 

Salgo y envuelvo mi cuerpo en una toalla, con otra hago lo mismo con el pelo. Me visto con algo cómodo que eche en la mochila y saco una lata de conservas para cenar. 

Me desenvuelvo la toalla del pelo y me lo dejo al aire. Cuando esta oreado me acuesto en la cama. Me tapo con el edredón, esta noche es bastante fría. 

Se me hace imposible dormir. El rostro de Niall aparece ante mi cada vez que cierro los ojos. La escena de él enrollandose con Sandra me destruye poco a poco. Los buenos momentos se entremezclan con los malos. Las palabras que dijo sobre ese cuarenta porciento de la población llega a mi mente. Él pidiendome matrimonio. Miro mi mano, allí sigue el anillo, no me había percatado de él todavía. 

Hag ademán de quitarmelo pero no puedo. Lo dejo en mi mano, por ahora. No me hara daño, o eso creo. 

Cuando por fin logro quedarme dormida sueño con Niall, y lo que podría haber pasado si las cosas no se hubieran torcido tanto. Lo quería tanto. ¿Lo sigo queriendo? ¿O solo quedan cenizas del fuego que había entre nosotros?

Comenten y voten, se los agradezco mucho. 

Ya nos leemos.

JULY.

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