CAPÍTULO 56

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Me levanto de la cama en cuanto los primeros rallos de sol entran por la ventana, aquí tengo el sueño demasiado ligero y me despierto muy rápido, eso es bueno ya que no puedo permitirme tener la guardia baja ni un segundo pero tampoco puedo estar días sin dormir. 

Observo como Niall duerme plácidamente a mi lado, su pelo rubio está despeinado y todos sus rasgos relajados. Una pequeña sonrisa se forma en mi rostro, melancólica, así parece ser el Niall que estuvo conmigo cuando la reina rogue estaba manipulando a todo el mundo y nosotros teníamos que hacer algo para acabar con ella. Ahora todo es distinto, y los dos pertenecemos a los bandos contrarios.

Él ha cambiado demasiado, o puede que está fuese su verdadera naturaleza, la que tenía antes de que o me mudara a la ciudad principal de los hombres lobos, cuando vivía con su padre y estaba con Sara, quien ahora mismo no se ni donde está. Puede que este sea su verdadero yo y antes solo estaba escondido, escondido por unos meses, pero todo lo que se esconde acaba saliendo a la luz y a él solo le paso cuando conoció a Ville, que tenía los mismos ideales que Maximo, y ahora Niall está en su banda y es exactamente igual a ellos.

Me dirijo al baño silenciosamente, procurando que no despierte. Cierro la puerta con seguro, no quiero arriesgarme a que despierte y entre al baño.

Me doy una ducha rápida, en menos de diez minutos estoy fuera de nuevo. Los moratones de mis brazos están mucho mejor, casi curados completamente, al igual que los de mi cuello, ya hn pasado cinco días desde que estoy aquí, cinco días en los que no se nada de los Rebeldes, ni tampoco de Judas. 

Necesito salir ya de aquí, cada vez digo más información, toda mezclada entre mentiras y engaños, y tengo que hablar con mucho cuidado, asegurándome de no decir nada de más y tampoco de contradecirme a i misma con algo que he dicho anteriormente. 

Salgo del baño, vestida y con el pelo algo húmedo y veo a Niall ya despierto sobre la cama.

-Buenos días. -le digo.

-Hola, preciosa. -dice mientras se levanta y se acerca a la puerta del baño donde estoy yo apoyada.

Me da un corto beso antes de entrar en el baño. Le sonrío cando despega nuestros labios y me dirijo a la puerta de la habitación mientras escucho como cierra la puerta del baño tras de él.

Salgo de la habitación a paso rápido y me dirijo a la cocina, quiero estar lo más lejos de él posible y que no sea sospechoso. 

Ando por los pasillos hasta que unas voces me llaman la atención. Busco en la dirección de donde vienen, la entrada principal. Me dirijo hacia allí mientras escucho gritos de una mujer y respuestas cortas y enfadadas de al menos tres hombres.

-¿Qué es lo que está pasando? -digo cuando llego a la entrada y veo a tres hombres, guardias, haciendo una muralla e interrumpiendo el paso de una mujer a la que todavía no consigo ver.

Uno de ellos se vuelve y me mira.

-Nada importante, solo una mujer que quiere pasar dentro, y no puede hacerlo. -habla tranquilo y pausado el hombre.

Infunde respeto, debe medir casi metro noventa, está fuerte y es puro músculo y no debe ni llegar a los treinta y cinco años.

-¿Quién es? -pregunto cuando termina de hablar. 

Él bufa pero se aparta un poco. Los ojos de Mer me saludan. Las dos nos quedamos petrificadas cuando nos vemos. Ella es la que me ayudo a escapar de Niall para ir a buscar a los desfavorecidos, a los que querían convertir en esclavos, y a los que ahora llaman Rebeldes. Ella fue mi único pilar de apoyo cuando toda mi vida se venía abajo estando encerrada entre las paredes del castillo donde antes vivía con Niall, cuando ni siquiera conocía a Judas.

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