Capítulo 25

773 125 33
                                    

《2 semanas después

Narra Ariadna

Dos semanas después era la chica más feliz del mundo.

Todo iba estupendamente, tanto que me daba miedo.

Mi padre había mejorado en lo que sea que tuviera, pero tenía mejor cara.

Aquel motorista no había vuelto a aparecer.

Tobias y yo estábamos genial.

El único problema era mi ex que cada dos por tres quería matar a Tobias con sus propias manos.

Podes dejar de reírte de mi.-- le pedí a Tobias pero él negó.

Es demasiado gracioso.-- contestó como pudo y yo le dí con un cojín en la cabeza.

Mi padre me había pasado un vídeo mío de hace 2 años patinando sobre hielo y me caía haciendo una cadena de gente tras mía.

Me crucé de brazos y le di la espalda.

Oh venga, Ari-- me dijo y me abrazó por atrás.

Me empezó a dar besos en el cuello y yo cerré los ojos.

No te enfades, era broma.-- me dijo en el oído y me dio un beso en la mejilla.

Abrí los ojos y eché la cabeza para atrás.

Te reís de mis desgracias.-- dije y él se mordió el labio para evitar volver a soltar una carcajada.

Bufé y tomé mi celular mientras estaba apoyada en su pecho.

Él siguió dándome besos en el cuello y en la barbilla y yo abrí el wathsapp al ver un mensaje de mi padre.

"Recordad que a las 8 empieza el concierto"

Me encantaría ir con vos.-- dijo Tobias mirando también la pantalla.

¿No te podes escapar de la cena?-- le pregunté.

Hoy, mi padre volvía a subirse a un escenario después de mucho, mucho, mucho tiempo.

Participaba en un concierto para recaudar dinero contra el cáncer de mama, él y más artistas eran los invitados.

Tobias negó con la cabeza y me dio un beso rápido en los labios.

Hice un mojín y recibí otro beso.

Venga deja de ponerme esa carita, sabes que me encantaría ir.-- habló.

Yo asentí rindiéndome y abrí mi armario para sacar la ropa.

Me voy a duchar, ponte algo en la tele si quieres.-- le dije

Sin mirarle, entré en el baño y eché el pestillo.

A los poco segundos escuché la música a todo volumen.

¡¡Alan ven conmigo a cantar karaoke!!-- gritó Tobias y yo salí del baño.

No.-- contesté.

Él me miró divertido y mi pequeño hermano apareció por la puerta de mi habitación.

¡¡Karaoke!!-- chilló y tomó el otro micrófono.

No me vais a dejar ducharme tranquila, ¿verdad?-- pregunté sabiendo la respuesta.

Los dos se miraron y negaron a la vez.

Rodé los ojos y dí un portazo.

Me duché con las escandalosas voces de mis dos chicos favoritos.

Mamá, te lo prometoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora