Mamá, te lo prometo

Capítulo 12

Narra Tobias

Suspiré hondo y abrí los ojos.

Martes...y 13. Se que no era Viernes 13, pero tenía un presentimiento de que hoy iba a ir todo mal.

Me levanté y me senté en el borde de mi cama.

Aún recuerdo la imagen de ayer de Ari y Blake, los dos pasándolo muy bien en su habitación.

Aquello no era tocar la guitarra...

Por favor que no haya pasado nada entre ellos.-- susurré y me levanté con ganas.

Me vestí rápidamente y bajé para desayunar.

Vamos a ver Santi deja de hacer boludeces con la comida.-- dijo mi madre y se escuchó la risa de mi hermano.

Buenos días.-- dije entrando y los tres me sonrieron.

Hijo a que yo no hago boludeces.-- me dijo mi padre pasando un brazo por mis hombros.

Yo levanté una ceja y él rodó los ojos.

Saliste igual que tú madre ahg.-- habló y Rena abrió la boca indignada

Ve preparando el auto o te tiro esta espátula en la cara.-- le amenazó

No te pongas agresiva amor.-- respondió y le dio un beso rápido en los labios

Mi madre rodó los ojos.

En que momento pensé en casarme con él...-- dijo cuando mi padre ya se había marchado.

Yo me mordí la lengua para no reír. Me recordaban a Ari y a mi cuando discutamos de algo.

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Pórtate bien.-- dijo mi padre.

Lo mismo digo.-- le respondí-- no vayas a 140 km por hora.

Me bajé del auto y me apoyé en la ventanilla.

No prometo nada.-- dijo e hizo rugir el motor del Maserati

Cuando me separé salió de allí a toda velocidad.

Desde que se había comprado aquel auto iba demasiado rápido...

Me giré y andé hacia la entrada del instituto.

Por el camino, varias chicas intentaban llamar mi atención.

Hola soy...-- empezó una

Llego tarde, perdona.-- la contesté y aceleré el paso.

Odiaba que solo se quisieran acercar a mí porque estaba bien de cuerpo. Además era modelo, cosa que no ayudaba.

Alguien me agarró del brazo con mucha fuerza y me preparé para responder de nuevo.

Pero al ver a la persona mi cerebro se colapsó.

¡¡Holaaa!!-- me dijo Ariadna y me dio un abrazo

Estaba feliz...muy feliz y eso me hacía feliz a mi.

La abracé de la cintura y sonreí como tonto.

Hola pequeña, veo que estas feliz.-- respondí

Demasiado, tengo que contarte varias cosas.-- respondió y entrelazó nuestras manos.