ESPECIAL NAVIDEÑO. (Borrador)

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La fuerte tormenta que estaba cayendo aquel día estaba haciendo que los vellos de mis brazos se erizaran, siendo sincera, no recordaba cuando había sido la última vez que había llovido tan fuerte y de repeso, habían caído tantos rayos. Todas las ventanas del apartamento estaban firmemente cerradas pero, aun así hasta adentro llegaba el eco de los fuertes estragos, miré de nuevo mi teléfono cuando otro mensaje de Ian me llegó.

"¿Todo bien en casa, cielo?"

Sonreí un poco ante su pregunta, Ian siempre había sido un novio y ahora un esposo sobreprotector, pero desde que nuestra pequeña y hermosa Nía había nacido hacia tres meses, se había vuelto incluso peor.

"Todo bien, solo es una lluvia, sigue en lo tuyo. Te amo"

Envíe el mensaje deprisa no queriendo preocuparlo, sabía que, si le decía algo acerca de mi terror por las tormentas eléctricas, dejaría todo tirado en el bar y volvería de prisa y aquello era lo ultimo que quería, me preocupaba realmente que tuviera accidente.

"También te amo, a ti y a la pequeña gruñona, estaré ahí pronto"

Sonreí ante su mensaje mientras me alejaba de las ventanas y caminaba hacia la habitación de Ian y mía, nuestra pequeña bebé estaba totalmente dormida en el centro de la cama, su pequeña pijama blanca hacia resaltar su suave y corto cabello rojo, el cual era un poco más oscuro que el mío. En solo tres meses, Nía nos había demostrado realmente que era una gruñona y que había sacado el temperamento de su madre, sí, yo, y estaba cada vez más enamorada de ver la paciencia que tenía Ian tanto con nuestra hija, como conmigo, Nía era realmente exigente con su comida, de hecho, si se despertaba y no la alimentábamos en el acto, tendríamos una pequeña y gruñona bebe de tres meses llorando toda la noche.

De repente la puerta se abrió un poco más y entró Dash corriendo como loco, supuse que aquello era por el reciente rayo que había caído, se subió a la cama en un salto y paró muy cerca de Nía la cual se movió un poco asustada.

-¡Dash! – Le murmuré molesta al gato el cual obviamente me ignoró – Por amor a Dios no vayas a despertarla – Dije entre molesta y temerosa, pero era demasiado tarde, Nía inició a moverse un poco y en cuestión de segundos se despertó totalmente, sus pequeños ojitos se abrieron asustados y entonces, simplemente inició a llorar – Joder -Susurré corriendo a la cama y tomándola con suavidad -No llores amor, shhhh, aquí esta mami.

Nía detuvo un segundo su llanto y me miró con aquellos espectaculares ojos azules los cuales eran idénticos a los de su padre, realmente pensé que ella se iba a calmar, pero no, nada que ver, de hecho, solamente tomó aire antes de iniciar a llorar de nuevo, sus gritos espantaron a Dash y quise maldecir a la bola de pelos, pero Ian y yo habíamos prometido que nada de groserías delante de nuestra bebé... Aquello era realmente difícil.

-Ya voy a darte tu biberón hija, shhhh, está bien – La arrullé contra mis brazos mientras la llevaba conmigo a la cocina a buscar su leche, últimamente solo le daba de mis pechos en las noches, de resto, solo le daba del biberón la leche que me extraía en el día –Ese genio tuyo será nuestro fin. – Nía obviamente me ignoró y siguió con su llanto, a fuera, la tormenta seguía brutalmente haciéndome estremecer.

Los ojos de mi hija estaban totalmente llenos de lágrimas mientras aceptaba gustosa el biberón, no me gustaba verla llorar, nunca, me hacía sentir una mala madre, pero Ian ya me había dicho una y otra vez que era normal que ella llorara tanto, era solo una bebé que todo le asustaba y siempre estaba muy hambrienta, pero aún así quería ser una excelente madre y sobre todo quería que nuestra hija fuese feliz, siempre. Por alguna razón Ian parecía tener más experiencia que yo, ¿como? no lo sabía, pero era él quien me había enseñado a bañar a nuestra hija, también a ponerle un pañal, a vestirle y a sacarles los gases. Él era simplemente perfecto y también atento, amoroso y sobre todo paciente, la paciencia de Ian era sobrenatural, de verdad que sí.

El arte de amar. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora