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Capítulo 57

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En verdad, no necesariamente podría encontrar al Rey Demonio si simplemente hubiera empacado y se hubiera ido. Así que obedientemente siguió detrás de ambos hombres mientras contemplaba el Reino Demonio que nunca había pisado.

Estaban deambulando ociosamente en las calles cuando dos personas pasaron junto a ellos. "Date prisa, ha pasado un tiempo desde que comenzó".

Uno de ellos chocó contra el hombro de Song Ci y arrancó el arroz glutinoso de bambú.1 en manos de Song Ci. Terminó como un bulto en el suelo.  

Song Ci se quedó estupefacto por un momento antes de mirar el arroz glutinoso de bambú. Él suspiró. “Oh hombre, solo tomé un bocado. ¡Qué pena!"

La persona que se topó con él lo escuchó y se volvió para disculparse y compensar a Song Ci. “Este pequeño amigo, lo siento mucho. Ve a comprar otro. Tengo prisa…"

En lugar de aceptar su dinero, Song Ci lo agarró de la muñeca y le preguntó: "¿De qué estaban hablando antes?"

Podía oler la diversión y la acción en él.

“Es una subasta dirigida por el propio Jefe de Capital Hua. Se dice que todo lo subastado allí es raro. Nos dirigimos allí para unirnos a la diversión ”. El hombre respondió.

Song Ci levantó las cejas y se volvió para mirar a Rong Bai. "¿Una subasta?"

Rong Bai fue y dijo: "Vamos a echar un vistazo".

Qinyu apareció por detrás. “Escuché que la casa de subastas en el Reino Demonio tiene una mezcla de delincuentes y personas honestas. No hay nada que no pueda ser subastado. Tenemos mucha suerte de encontrarlo cuando acabamos de llegar ”.

Song Ci se animó de alegría. Él sonrió y dijo: "Entonces, echemos un vistazo".

El hombre dijo directamente: "Claro, vayamos juntos". 

Con eso, se apresuró. Song Ci y el resto lo siguieron de cerca a un enorme palacio. 

Era la primera vez que Song Ci veía un edificio tan magnífico en la ciudad. En términos generales, nadie construiría una casa tan grande, ya fuera por negocios o por su propia residencia. Incluso los dos pilares masivos antes del palacio eran más altos que el edificio promedio.

"Este es Baihua Yao, el letrero con letras doradas más famoso y de mayor reputación2 en la capital demoníaca de Baihua ". Qinyu susurró:" Se utiliza para el placer y la diversión. Demonios e inmortales de todas partes pueden entrar al palacio siempre que puedan pagar.

“¿Exactamente cuánto dinero han ganado para tener un letrero tan rotundo?” Song Ci echó un vistazo a las personas que iban y venían y se preguntó cuánta fortuna costaría construir este palacio.

"El jefe de Baihua Yao es Hua Wuneng", dijo Qinyu.

Song Ci dijo: "No es de extrañar".

"Hay otra razón". Ambos hablaron mientras entraban. “En aquel entonces, el Rey Demonio dejó su Sombrilla Perla Carmesí en el palacio. Todos los que iban y venían parecían haber visto este tesoro con sus propios ojos. Y así fue como Baihua Yao hizo su nombre ". 

Cuando ambos entraron, Rong Bai ya estaba de pie dentro del palacio. Se dio la vuelta cuando escuchó sus voces. Parecía como si los estuviera esperando.

Song Ci y Qinyu quedaron atónitos cuando lo vieron. 

El salón interior estaba iluminado por luces de linterna, mientras que las cortinas de indicadores revoloteaban por todas partes. La escena pintoresca a sus ojos hablaba de prosperidad. Sin embargo, el objeto más conspicuo era un gabinete de cristal exquisitamente tallado detrás de Rong Bai. Un paraguas abierto se exhibió en el gabinete. Su superficie parecía estar empapada en sangre. Estaba tan rojo que era atractivo. Una campana del tamaño de una fecha roja colgaba del mango negro como la tinta del paraguas con una borla roja asegurada en la parte inferior.