Eclipse

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A pesar que he visto y oído tantas cosas me resulta increíble pensar que todo es verdad. Que la vida después de la muerte es posible, que los ángeles existen y que el chico a mi lado posee una fuerza sobrenatural.

—¿En qué piensas? —me preguntó Ethan.

—En todo a la vez —me mordí el labio inferior —. Yo tenía una vida muy normal antes de despertar en el cuerpo de Hailee.

—Lo sé.

—Ahora sé que los ángeles existen. ¿Será que todo los mitos y leyendas son verdad? Como los vampiros, los hombres lobos y las brujas.

—Lo que realmente existe es el bien y el mal. Cuando los ángeles se revelaron, fueron expulsados a la tierra y desde entonces solo buscan la destrucción de la humanidad. Ellos andan engañando y dañando a la gente y estamos nosotros. Los dos bandos de siempre.

—La lucha eterna entre ángeles y demonios. ¿Eso es?

—Sí.

—¿Algún día me dirás más detalles sobre ese tema? —pregunté.

—Espero que nunca sea necesario hacerlo.

Su semblante desmejoró un poco como si hubiese recordado algo que le molestaba. Me dispuse a cambiar el tema.

—Háblame de tus poderes.

Ethan se mostró más relajado y sonrió. Algo de lo que yo había dicho le causó gracias.

—¿Mis poderes? —repitió para sí.

—Sí. Cuéntame qué más puedes hacer. Sé que eres fuerte, rápido, tienes un oído muy agudo y tienes la habilidad de la teletransportación.

—Es cierto. Comparados con los mortales delicados y débiles, somos mucho más fuertes y ágiles. Sobre lo último que mencionaste, solo puedo ir a lugares que conozca previamente. Mi mente se enfoca en el sitio y la magia sucede —esbozó media sonrisa —. Los ángeles no somos onnipresentes, hay límites —concluyó.

—Como Jumper. ¿Conoces la película?

—La vi una vez. Es algo similar —dijo relajado — después añadió — ¿Las referencias cinematográficas te ayudan a comprender mejor?

—A veces... Sobretodo cuando se trata de aspectos sobrenaturales.

Él se quedó pensativo. Mientras tanto yo, me quedé analizando los detalles del perfil de su rostro. Pensando en lo atractivo que es y desde este nuevo ángulo, con lo que ahora sé sobre él, es como si eso le diera un aire más enigmático y cautivador. Nunca lo he visto como un muchacho infantil, pero desde luego, es como si se hubiese quitado una máscara. Luce más seguro de sí mismo con cierto matiz misterioso.

—Me gusta el cine —confesó al fin, interrumpiendo mis divagaciones —. Es uno de los mejores inventos humanos.

—En eso estamos de acuerdo —respondí rápido.

Hubo un silencio que se extendió por varios segundos. Yo me distraje escuchando el agua caer y el sonido de la brisa en mis oídos. Eso es mejor que quedarmelo viendo como tonta.

—¿Qué más puedes hacer? —le pregunté sin apartar la mirada del paisaje — Tu cuerpo se regenera más rápido, ¿cierto?

—Sí. De forma inmediata en la mayoría de los casos.

—¿En la mayoría de los casos? —repetí.

El chico a mi lado hizo que lo mirase.

—Te explicaré —dijo —. Hay ángeles que se han unido con humanos. En cuyo caso, su inmortalidad se diluye hasta extinguirse.

Dos VidasWhere stories live. Discover now