2

1.6K 136 19
                                    

—Jordan, cariño —me llama papá Richard, cuando bajo al salón.

—Dime, pa —digo inclinándome en el sofá.

—Siéntate —pide palmeando el asiento libre de su lado.

Yo paso mis piernas por encima del respaldo del sofá hasta sentarme al lado de mi padre. Esto no me da muy buena espina.

—No me digas que os vais a divorciar.

—No, no, por Dios —se apresura a decir, riendo un poco—. Estamos bien, te lo prometo.

Yo asiento con la cabeza aliviado.

Mis padres pasaron una mala racha años atrás que me tenía preocupadísimo. Siempre que alguno de los dos me llamaba, pensaba que me iban a decir que se divorciaban. No sé qué fue lo que les llevó a estar siempre con una tensión horrible y un malhumor de lo peor, pero lo bueno es que ya lo arreglaron y ahora están más bien que nunca.

—Entonces, ¿qué pasa?

—¿Por qué has estado buscando a "Isabelle J" en Facebook y Google? —pregunta con cautela.

Lo miro con el ceño fruncido.

—¿Has mirado el historial de mi ordenador? —pregunto incrédulo.

—Sí. No. A ver... —carraspea con un poco de angustia—. Te dejaste el ordenador abierto en tu habitación y...

—Y pensaste que tenías derecho a cotillear en mis cosas.

—No es eso, Jordan. Sólo... —suspira— ¿por qué buscabas a esa mujer?

—Por curiosidad, pa, solo eso —me encojo de hombros.

— ¿Sabes quien es?

—Nuestra madre biológica.

Suspira sonoramente echando su cabeza hacia atrás. Me mira de nuevo y palmea mi rodilla.

—¿Por qué la buscas? ¿Cómo has sabido que se llama Isabelle?

—Pa, quiero saber quién soy —admito—. Me gustaría saber de donde vengo, por que tengo los ojos verdes, porque Julia y yo tenemos el pelo rubio oscuro, de donde viene el que ambos tengamos la nariz pequeña...

—Hay dudas que te puedo responder yo, Jordan, no tienes que...

—Quiero saber cosas que tú no puedes responderme. Es mi madre, digo yo que tendré derecho a saber quién coño es. Quien coño soy.

—Esa boca —me regaña.

—No me vengas con mierdas, pa —bufo.

—Que no puedes conocer a tu madre biológica y se acabó, Jordan, no insistas más —dice con un tono algo cabreado.

—Sí, hombre, porque tú lo digas.

Me levanto enfadado del sofá y papá se levanta también, poniendo sus brazos en jarra.

—Esa mujer firmó asegurando que nunca tendría contacto con vosotros.

—¿Y yo firmé algo? No, ¿verdad? Pues ya está. Quiero saber quién cojones soy y ni tú ni papá podéis decírmelo porque, simplemente, no lo sabéis. ¿Por qué no pudo hacerse cargo de nosotros? ¿Por qué de mi pelo? ¿Por qué de mis ojos? ¿Por qué de mi costumbre de mirar por la ventana? ¿Me lo podéis responder tú o papá?

—No, Jordan —suspira.

—¡Pues eso! —doy una palmada al aire—. Ya tengo dieciocho años, legalmente soy un adulto y voy a hacer lo que me dé la gana. Me alegro que de nunca nos hayáis escondido que somos adoptados, pero necesito saber quién soy, papá.

¿Juntos? {N #2} (PAUSADA TEMPORALMENTE) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora