They don't know about us (Juliantina G!P)

Chapter 34

Juliana agradecía que sus padres no se encontraran en casa y que sus hermanos estuviesen ocupados en sus asuntos. Sabía que Mia estaba en su habitación jugando con una amiguita que había ido a pasar la tarde con ella, y que Ale estaba concentrada en el proyecto final de su clase de Ciencias, por lo que estaba ocupada en su habitación con dos compañeras.

Mientras, Mauricio había salido temprano a casa de Eleonor pues tendrían una reunión y el mayor de los Valdés quería volver a ganarse la confianza de la familia de su novia. Juliana no podía estar más feliz por su hermano, ella sabía lo mucho que Mauricio quería a la chica.

Y Michel, bueno, el seguramente se encontraría tomando una siesta, era lo que más le gustaba.

Pero Juliana no tenía planeado ir a su habitación, sabía que harían mucho ruido y no quería tener que dar explicaciones a sus hermanos, mucho menos a la pequeña Mia.

Así que, una vez Valentina tomo su mano, la morena la guio hacia la casa de la piscina.

Una vez dentro, Juliana procuro cerrar bien la puerta y bajar las persianas, evitando tener algún fisgón.

Valentina abrazo la cintura de la menor por detrás, empezando a dejar besos en el cuello de Juliana.

"Mmm" ronroneo la morena, sintiendo la incomodidad en su entrepierna.

"Vamos a la cama" pidió la ojiazul, acariciando los brazos de su novia.

Juliana giro sobre sus talones y se dejó guiar por la mayor, que las llevo hasta la cama en la pequeña habitación de aquella casa.

Valentina empujo a la menor de los hombros, hasta tenerla acostada en aquella cama. Con una gran sonrisa, la ojiazul empezó a deshacerse de su blusa, seguido de sus shorts hasta quedarse en ropa interior. Juliana trago en seco al ver la piel pálida de su novia, tan suave, tan delicada.

La porrista gateo sobre el cuerpo de su novia, hasta dejar sus rostros al mismo nivel, mientras se sentaba a horcajadas sobre ella, sintiendo el miembro de Juliana debajo de su sexo mojado y necesitado.

Con movimientos lentos, la ojiazul fue provocando a su novia. Sus labios se rozaban únicamente. Juliana estaba ansiosa por enterrarse en la Valentina, estaba ansiosa por sentirla rodeando su miembro mientras la hacía delirar de placer.

Se había vuelto adicta al cuerpo de su novia, ya no tan solo a sus besos, sino también a sus caricias, a sus gemidos, a la manera tan excitante en la que apretaba su miembro mientras la embestía.

Se había vuelto adicta a hacerle el amor.

Necesitaba quitarse esos shorts rápidamente. Era una joven hormonal y necesitaba liberarse pronto.

Valentina pareció entender a la morena, pues rápidamente se bajó de la cama y la ayudo a quitarse la ropa, dejándola únicamente con los bóxers puestos. Juliana se sentó en la orilla de la cama y atrajo el cuerpo de la su novia, dejándola en el medio de sus piernas.

Dejo besos húmedos sobre su abdomen, subiendo hasta su sujetador, el cual no tardó mucho en quitar. Sus labios rodearon el pezón de la castaña, mientras con una de sus manos masajeo el otro seno expuesto. Los gemidos de su novia siendo su único motivo para continuar.

"Así Juls" gemía la Valentina, llena de placer.

Juliana consintió el otro pezón de la misma manera. Y finalmente, sus labios volvieron a descender, hasta llegar a su ombligo. Sus dedos se engancharon a los elásticos de las bragas de su novia, empezando a deslizarlas por las blancas y tonificadas piernas, hasta dejarlas en el piso.

La morena sonrió feliz al escanear a su novia completamente desnuda de pie frente a ella.

No tardó mucho en terminar nuevamente recostada sobre la cama y a merced de la ojiazul, quien se movió por la habitación hasta llegar a la pequeña mesa de noche, de donde saco un condón.