They don't know about us (Juliantina G!P)

Chapter 10

El primer periodo había acabado, y Juliana salía del salón, para dirigirse a la cafetería y reunirse con sus amigos, las clases hasta ese momento habían estado un poco pesadas para la morena, y la hora anterior había estado sola, pues ninguno de sus amigos recibía esa clase junto a ella.

Encontró a Thiago de camino, y juntos llegaron a la mesa donde siempre se reunían. Todos sus amigos ya se encontraban en el lugar, pero lo que le sorprendió a la morena fue encontrar a cuatro integrantes más; Valentina, Blair, Sol y Zyan, se habían sumado a la mesa de la morena, y ahí se encontraban en esos momentos, charlando animadamente con los amigos de la chica.

Algo que le sorprendió tanto a Juliana, como a Valentina, fue el hecho de que Ale se encontrara de lo más amable con la porrista, conversando como si fueran amigas de hace mucho tiempo. Sin darle más vueltas al asunto, Juliana camino hacia Adry, pues había un espacio entre ella y Blair, pero al notar esto, ambas chicas cerraron el espacio intencionalmente, habiéndole un hueco a la morena junto a Valentina.

Adriana le regalo una sonrisa cómplice a Juliana, al igual que Blair, y sin decir nada, se sentó junto a la ojiazul. Los nervios la atacaron y no podía mantenerse serena, oía lo que los demás hablaban pero no les prestaba atención; su corazón palpitaba muy rápido, y estaba segura que todos los de la mesa podrían escuchar sus latidos frenéticos.

Thiago regreso a la mesa con su comida y la de la morena, sentándose nuevamente en su puesto; junto a Zyan.

Después de un momento, Juliana pudo integrarse animadamente a la conversación y hablar fluidamente con las porristas, aunque sus palabras aún se atoraban en su garganta cuando Valentina se dirigía a ella o le regalaba una de sus hermosas sonrisas.

Hilary pasó junto a sus dos compañeras, Lindsay y Martina, cerca de la mesa de la morena, pero se mantuvieron al margen al divisar a las nuevas acompañante del grupo de Valdés. Carvajal estaba ahí, y por ahora era mejor no entrometerse.

Pero a Hilary le fastidiaba ver la cercanía entre la morena y la ojiazul. Los celos mataban a la porrista, no podía permitir que Valentina le ganara. Yo soy mucho mejor se repetía constantemente Hilary, pero sabía muy bien que Juliana nunca se fijaría en ella. Siempre se percataba de aquellas miradas de enamorada que le enviaba a la capitana y por ello la fastidiaba, por fijarse en alguien que no le haría caso, o eso pensaba Hilary. Ella quería que Juliana sufriera, tanto física como emocionalmente, por, sin saberlo, herir el corazón de la joven. Lo que Hilary no contaba, ni esperaba, era que Valentina también tuviera sentimientos hacia la joven nerd.

No puedo permitir que Valentina me gane, pensaba, no quiero que me gane, pero ya no tenía opción. Hilary había perdido la guerra por su propia cuenta al lastimar a la morena. La porrista se había enamorado, y esperaba que Juliana sufriera al no corresponder sus sentimientos, al no fijarse en ella por estar enamorada de la ojiazul.

Pero, ahora que veía todo con claridad, se daba cuenta que el sentimiento era mutuo, ambas se correspondían pero aún no lo sabían. Juliana quería a Valentina, y Valentina le quería a Juliana. Su amor era reciproco pero ninguna se atrevía aun, a dar el primer paso.

Hilary decidió dejar a un lado aquello, debía rendirse ya, jamás lograría enamorar a la morena, mucho menos después de dos años de sufrimiento que le provoco, todo a causa de un corazón roto. Ella había perdido, se había hundido sola al optar por la venganza hacia alguien que, ciertamente, no le había hecho nada.

Juliana no le dio esperanza para que se enamorara, nunca le correspondió... es más, nunca habían sido siquiera amigas. Debía dejarlo ser, debía pasar página y concentrase en ella, olvidaría todo lo relacionado con la morena y se preocuparía en sí misma, era lo importante. Juliana jamás la querría, como ella lo hacía. Porque Juliana quería a Valentina, y ella jamás querría a nadie de la manera que quería a aquella ojiazul.