They don't know about us (Juliantina G!P)

Chapter 33

La sonrisa en el rostro de Valentina estaba llena de orgullo y felicidad en el momento en que termino de leer aquella carta. Había sido aceptada en la Universidad de Chicago con una beca. Todos sus esfuerzos habían valido la pena.

Estaba ansiosa por poder contarle a alguien aquella maravillosa noticia, así que con la gran sonrisa, la ojiazul corrió escaleras arriba, donde se encontraban las habitaciones. Entro en la habitación de Eva y se lanzó sobre la cama, donde su hermana mayor dormía plácidamente.

"¡Eva! ¡Eva! ¡Despierta!" chillo la ojiazul, saltando sobre su hermana.

"¡Ay!" gruño la mayor, moviéndose debajo de sus sabanas "¡¿Qué te pasa?! ¡¿Estás loca?!" grito, una vez logro sacarse a su hermana de encima.

"Lo siento, lo siento" dijo Valentina, sin dejar de reírse "Es que necesito contarte algo" la emoción apoderándose de su voz.

Eva se sentó en su cama, recostó su espalda en el respaldar y tallo sus ojos.

"A ver ¿Qué es eso tan importante?" pregunto, dejando escapar un bostezo. Era sábado por la mañana, y no le hacía gracia que la despertaran antes de las diez.

Sin dejar de sonreír, Valentina extendió su mano, entregándole la carta a su hermana mayor.

Eva frunció el ceño, tomando la hoja y desdoblándola.

"Dime que no es una prueba de embarazo" dijo, tratando de bromear, sin embargo tenía sus dudas.

"Claro que no idiota" respondió "Juliana y yo nos cuidamos bien. Ahora, léela"

Eva dirigió sus ojos a la hoja desdoblada entre sus manos. Una sonrisa se asomó en su rostro y finalmente, la mayor de las Carvajal se encontraba saltando de alegría en aquella cama junto a su hermana.

"¡Entraste!" chilló Eva, lanzándose sobre su hermana y abrazándola.

"¡Entre!" dijo Valentina, su voz lleno de felicidad.

"Estoy tan orgullosa de ti" Eva dejo un beso en la frente de su hermana y sostuvo su rostro con sus manos "Estoy tan feliz por ti" junto sus frentes, sin dejar de sonreír "Eres la mejor"

Antes de poder responderle, la puerta de la habitación se abrió y Liv junto a Santi entraron. Ambos con una expresión de confusión en sus rostros.

"¿Qué sucede aquí?" pregunto Santiago, rascándose una ceja.

"¡ Valentina entro a la Universidad de Chicago con una beca!" respondió Eva, gritando fuerte.

Olivia chilló de alegría y se lanzó a la cama, abrazando a su hermana. Santi sonrió y se acercó con más calma hasta Valentina, uniéndose al abrazo.

"¡Felicidades, Valen!" exclamaron ambos, llenos de alegría.

"Estoy tan feliz" dijo Valentina, su voz temblorosa por las emociones "Y lo mejor de todo, es que Juliana ira ahí también"

*

"Hola bonita" Juliana se estremeció al sentir la dulce voz de su novia. Era sábado y se encontraba concentrada en un libro que su padre le había regalado hace un par de días.

Hacia un buen clima en la ciudad de Chicago y la morena disfrutaba de una mañana en la piscina.

Juliana sonrió y giro levemente su cabeza, encontrándose con el hermoso rostro de la ojiazul, que la miraba con una tierna sonrisa en el rostro.

"Hey" sonrió Juliana de regreso "Hola tú, guapa"

"Te extrañe" dijo la castaña, sentándose junto a su novia.

"Yo siempre te extraño" dijo Juliana, dejando el libro sobre sus muslos, y estirando su cuerpo hasta conseguir juntar sus labios con los de su novia, en un beso suave y húmedo.

"Es bueno saberlo" Valentina murmuro en medio del beso, sonriente.

Juliana junto sus frentes y por unos segundos, se quedaron observándose fijamente a los ojos. Un acto simple, pero con el que se decían todo lo que se amaban.

"Tengo algo que contarte" dijo Valentina, la emoción latente en su voz.

"¿Qué es?" pregunto Juliana, prestándole toda la atención a su novia.

"Esta mañana me llego una carta..." susurro sonriente "¡La carta de aceptación de la Universidad de Chicago!" exclamo.

Juliana salto de su asiento y se lanzó sobre Valentina, llenando su rostro de besos.

"¡Te aceptaron!" exclamo con emoción la morena.

"¡Me aceptaron!" respondió Valentina, abrazando a su novia.

Juliana tomo las mejillas de Valentina y la beso de esa manera que tanto le encantaba. Sus lenguas se rozaron la una contra la otra, batallando por el control.

Finalmente, Valentina tuvo el control del beso.

"S-será mejor..." suspiraba Juliana, tratando de detener el beso pues se estaba excitando demasiado.

"Mmm" ronroneo la ojiazul "Juls" gimió, llevando una de sus manos a la abultada entrepierna de su novia "Alguien despertó y merece ser atendido"

"Val..." suspiro la morena, sintiendo los húmedos labios de su novia descender hasta situarse en su cuello.

"Vamos Juls" pidió la ojiazul.

Juliana soltó un pequeño gemido cuando sintió el apretón de la mano de su novia y el pequeño mordisco en su cuello.

La morena se levantó de las piernas de su novia y le extendió la mano. Valentina se fijó en lo oscuro que se veían los ojos marrones, estaban dilatados y llenos de excitación. La ojiazul supo entonces que había logrado su cometido.

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