chapter 17

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Ya había pasado una semana desde lo sucedido con Leonardo y su banda en el comedor de la escuela, aquellos últimos días Valentina había estado al tanto de la salud de la morena, de la cual se había enamorado perdidamente.

Su relación actual, se basaba en robarse besos constantemente y regalarse caricias, los mensajes se habían vuelto más cariñosos, cada palabra, cada gesto que se regalaban denotaba claramente los sentimientos que sentían la una a la otra. No está de más revelar que el día que ocurrió aquello en el comedor de la escuela, Valentina no se separó en todo el día de la morena, se dedicó a cuidar de ella y mimarla hasta que cayó rendida entre sus brazos en un profundo sueño. Aquella tarde sin duda alguna fue la mejor de Juliana.

En cuanto a Leonardo y su banda fueron expulsados de la escuela, el director se había enterado de lo que el joven jugador le hacía a Juliana y, ciertamente, el entrenador no iba a aceptar ese comportamiento de parte de sus jugadores, así que tras una larga charla con los representantes de los jóvenes y una clara advertencia, estos se habían despedido por completo del instituto y nadie ha sabido nada de ellos, pues es como si la tierra se los hubiese tragado.

A Juliana aquello le preocupaba un poco pues no sabía en qué momento el ex-capitán de futbol aparecería a cobrar venganza. Por su parte, Valentina no se había quedado de brazos cruzados, pues al día siguiente del espectáculo que el ex-capitán había montado en la cafetería, Valentina había cobrado venganza, junto a sus amigas, las amigas de la morena y, sorprendentemente, Hilary, se había unido a ellas, al final había comprendido que no podría luchar contra la ojiazul por el amor de la morena.

Las porristas, más los amigos de la morena, se habían unido en un loco plan de la castaña, pues al día siguiente, habían conseguido bañar a los jugadores en pintura rosada, y no bastándoles eso, les habían lanzado aserrín para después bombardearlos con vejigas, pero estas no tenían exactamente agua...

Al final del día, Leonardo y su bando habían acabado atados a un árbol cerca del instituto, con la palabra 'Loser' escrita en sus frentes y en calzoncillos, mientras sus ropas guindaban en las ramas del árbol. Algo un poco inmaduro, pero que sabían los demás, esos chicos se lo merecían.

Pero ese había sido el último día que Valentina había visto a su ex-novio, pues agradecía no toparse más con él, pues hallaría la manera de matarlo en ese mismo instante.

"Hola Val" saludo Juliana a la castaña.

Valentina se encontraba en su casillero, buscando los libros para su ingresar a su primera clase del día; historia, clase que ambas compartían.

"Hola Juls" respondió animada la ojizul.

"Mmm... venía a verte. Para ir juntas al salón" dijo rápidamente, completamente sonrojada. Valentina sonrió, feliz por cada pequeño detalle de la morena.

Había pasado un mes completo desde la expulsión de Leonardo y sus amigos, y la relación entre ambas cada día era mejor. La castaña no podía pasar un día sin darle un par de besos a la morena, pues se moría de ternura con lo bella y atenta que esta era.

"Claro Juls" contesto Valentina, terminando de colocarse la mochila y cerrando su casillero "Vamos" dijo, extendiendo su mano.

Juliana rápidamente la tomo, entrelazando sus dedos y sonrojándose más, si era posible, mientras veía sus dedos enredados con los del amor de su vida.

Suspiro, todo se volvía mejor cada día. Esperaba nada lo arruinara.

**

Las primeras horas de clase habían pasado y la mayoría de estudiantes ya se encontraban en la cafetería, entre ellos los amigos de la ojizul y la morena, mientras ellas, bueno. Ellas se encontraban en el cuarto del conserje, mientras sus labios se movían hambrientos.

Minutos atrás, Juliana se encontraba caminando junto a Thiago en dirección a la cafetería, mientras hablaban concentrados acerca de los entrenamientos, no se dieron cuenta de cierta castaña que los veía, esperando a que llegaran a su altura. Cuando ambos llegaron hasta la puerta del conserje, una mano tomo fuertemente el brazo de Juliana, metiéndola en la habitación rápidamente y cerrándola con seguro.

"¡¿Qué carajos?!" exclamo la morena, segundos después unos labios muy familiares se posaron sobre los suyos, mientras unas manos la tomaban firmemente de las caderas " Valentina..." suspiro Juliana, regresándole el beso y envolviendo sus brazos alrededor del cuello de la más alta.

"Juls..." suspiro Valentina.

Mientras, Thiago se encontraba extrañado por la situación, pero al acercarse y escuchar los suspiros de ambas, y entender que había sido Valentina, asintió sonriente, dejándolas en su burbuja y caminando hacia su destino.

"Valen..." volvió a suspirar la morena, los labios de la ojiazul habían abandonado los suyos, instalándose en su cuello, dejando pequeños y húmedos besos "...debemos, debemos parar ahora" rogo la morena, sintiendo como, poco a poco, su miembro iba cobrando vida dentro de sus pantalones.

"Mmm... no" dijo Valentina, atacando nuevamente los labios de la morena, pegándola más a su cuerpo, sintiendo su erección "Alguien despertó" comento, sonriente. Valentina era feliz por el simple hecho de saber que solo ella podía causar esas sensaciones en la morena.

"V-Val..., por favor" rogo nuevamente la morena, incapaz de detenerla.

Juliana realmente necesitaba que la ojiazul se detuviera. Desde la primera vez que se habían besado, solo cuatro veces la mayor había intentado llegar a más, casi suplicándole a la morena. Pero estaba más que claro que ella no lo quería, aun.

La morena necesitaba estar clara en cuanto a los sentimientos de la castaña, saber que no es un simple experimento, y aunque la mayor se lo había demostrado varias veces, quedaba siempre ese miedo de ser solo un juego, después de todo, las palabras de Leonardo se habían calado en lo más profundo de su ser, y ese era su principal miedo, llegar a descubrir que él siempre tuvo la razón.

Valentina dejo un último beso en los labios de la morena, alejando sus rostros para así poder verla a los ojos "Esta bien, Juls"

Juliana abrió sus ojos al escuchar a la mayor "Gracias" suspiro, enterrando su rostro en el cuello de Valentina y aspirando su aroma.

"Dime Juls ¿Cómo quieres que me quede quieta si te pones a respirar en mi cuello?" pregunto burlonamente.

Rápidamente la morena se alejó, mirándola a los ojos como cachorrito arrepentido "Lo siento" murmuro.

Valentina carcajeo "Era broma, sentir tu respiración en mi cuello es una de mis cosas favoritas" confeso, dejando un beso en la nariz de la morena.

Juliana sonriendo, volvió a esconderse en el cuello de la mayor.

"¿Val?" llamo la morena, habían pasado unos dos minutos en completo silencio, solo abrazándose. Pero en la cabeza de Juliana rondaba una idea, necesitaba preguntárselo ya a Valentina o explotaría.

"Si" respondió, acariciando la espalda de Juliana.

La morena se separó del cuello de la ojiazul, sus rostros casi pegados, sus ojos mirándose intensamente.

"¿Quieres salir conmigo?" pregunto nerviosa, Valentina sonrió "En una cita, me refiero"

La ojazul rio suavemente "Claro que si boba" respondió feliz.

Juliana sonrió y escondió nuevamente su rostro en el cuello de la castaña.

"¡Gracias!" exclamo feliz la morena.

"¿Por qué? ¿Por aceptar?" pregunto Valentina.

"Por llegar a mi vida"

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🖤💙💚🖤💙
Neta amo esta historia, son tan inocentes y tan dulces!!!

TODOS LOS CREDITOS PERTENECEN A SU AUTORA ORIGINAL: 5H-1D-JB-DL-

They don't know about us (Juliantina G!P)Where stories live. Discover now