3. All That Matters [Segunda Temporada Part. 2]

12. Maria Del Sol

Caí de rodillas después de que Justin le disparara al Goldied que intentó matarme. Fui hasta Harry y al parecer seguía con vida pero agonizaba, quité la mano de su herida, la había dado al estómago. Imaginaba que ese pudo ser mi estómago, mi bebé.

-Harry.- musité.- Oh, Dios Harry. ¿Por qué?- lloré. Le quité la máscara y sus ojos estaban perdidos.

-Hace un tiempo juré que te iba a seguir amando hasta que viviera.- pausó.- Ya no quiero amarte.

Ahogué un pequeño jadeo y un sollozo.

-Dios, Harry.- le tomé su cabeza e hice que me miraba. Estaba más débil y perdía sangre rápidamente.

-Tu mamá está aquí. En el último piso, pero he olvidado qué lugar exactamente.- murmuró.- Ve por ella.

-¿Y tú?- pregunté creyendo poder aguantar las lágrimas.

-Con suerte, moriré. Sin suerte, seguiré amándote.

Hijo de su madre.

Lágrimas brotaban de mis ojos. Este era mi mejor amigo desde más de diez años. ¿Cómo lo había perdido en tan solo treinta segundos?

Escuché un disparo de abajo.

-______, tenemos que irnos.- me apresuró Justin.

-Ve, no les queda tiempo... Los refuerzos estarán llegando y son... Son demasiados.- me empujó pero no quería irme de su lado.- Vayan.

No entendí por qué lo hice, pero sólo lo hice. Tomé su cara entre mis manos y lo besé. Quería darle algo que no olvidara, tanto como yo no olvidaré que me salvo la vida, la mía y la de mi bebé. Cinco segundos después, me separé de él y me levanté. Harry tenía sus ojos cerrados. Y ya no los había vuelto a abrir.

Te extrañaré Harry.

Justin me miraba algo serio. Mantenía sus manos en sus bolsillos y yo miraba a la nada.

-Lo siento.

-Está bien. He soportado cosas peores.- ladeó su cabeza.- Que no aguante un beso entre tu ex mejor amigo muerto y tú. Pues bueno.- alargó la "e".

Le puse los ojos en blanco.

-¿Podemos hablar de esto después?- Me limpié las lágrimas, miré el cuerpo de Harry sin vida y me dió una punzada.

Pero continuamos. Las balas iban directo a nosotros, y cuando ya no, había balas, se iban por los golpes.

-¡Suéltame! - exclamé cuando un Goldied salió de la nada y me sujetó para llevarme. Justin estaba peleando con otro más mayor que nosotros. Era más viejo, como un cuarentón o más.

Llevé mi cabeza hacia adelante y la hice hacia atrás todo lo que pude y lo golpeé en la nariz. Me soltó y de inmediato me volvió a sujetar pero ahora del cuello. Estaba ahorcándome y me hizo hacia atrás en una baranda floja y que se podía caer. Me quería tirar de ahí.

-¡No!- grité con pocas fuerzas.

Apretaba duro hacia la baranda y el aire se iba de mis pulmones. Las piernas ya no tocaban el suelo y supe que estaba a punto de caer cuando lo sujeté con mis piernas alrededor de su cadera y rasguñé su ojo.

-Si me voy, te vienes conmigo, cabrón.

Al verse sin salida, me alejó de la baranda donde me pude haber muerto pero siguió queriendo ahorcarme. Le di un golpe en el único lugar donde le puedo dar a los hombres y me logré escapar de él.

Corrí lo más lejos que pude escaleras arriba por los pasillos temiendo encontrarme con otro hombre que quisiera matarme. O sea todos. Pero el Goldied que había golpeado no tardó en encontrarme.