3. All That Matters [Segunda Temporada Part. 2]

Epílogo

-¡Los dejaste escapar!

El grito de Roman resonó en absolutamente toda la habitación, sumando el golpe que dió al escritorio, hizo estremecer a más de una persona en el lugar.

-Iba a matarme.

Roman perdió la cabeza.

-¡Tonterías! Tenías una tarea Derek, ¡UNA! Ibas a ganar buen dinero y prácticamente resbaló de tus asquerosas manos porque no pudiste mantenerte alejado de la niña.

-Como le dije a ella, me mandó a la feria pero no podía irme sin subirme a la montaña rusa.

Por hacerse el divertido, Roman se enfureció y le arrojó a Derek una lámpara de el escritorio, esta al estrellarse con la cabeza de el chico, se rompió y Derek terminó atarantado en el suelo tocándose la cabeza.

-¡Demonios! ¡Era mi problema! ¿Qué te pasa?

Roman estaba muy enfurecido. Tomó a Derek de el cuello de su camiseta y lo levantó.

-Te acepté por que eras el más cercano a Justin, pero no el más listo. Siempre vas a vivir a la sombra de alguien más, inútil.- escupió sin importarle en lo más mínimo.- Tú se lo vas a decir al cliente, lleva horas llamando para reclamar su mercancía.

-Eh, pero relajado un momento. No te he contado lo siguiente.- dijo Derek.- Uno de ellos está en el hospital.

-¿Quién?- se giró Roman.

-Jack Harries. Tengo todo el informe. Y con el pobrecito herido, hay distracción, y la distracción trae presas.

-¿Qué quieres decir Derek?

Derek sonrió.

-Tú déjamelo a mí.

[ ... ]

El burdel era elegante tipo años 50's, nadie se hablaba con nadie y lo único que se mencionada era la música y las risas de los clientes. Los tacones de la señorita resonaban por el suelo de mármol al compás de su acompañante vestido de traje muy elegante. Una vez encontrado su objetivo, se sentaron en la mesa junto a Derek.

-Buenas noches dama y caballero.- los saludó con máscara dorada.- Mis disculpas si esto les molesta, pero lo prefiero así.- tocó su máscara.

-No hay problema.- habló el hombre.- ¿Y? ¿Por qué me ha citado en un lugar como este?

-Señor, hubo un problema con su mercancía.- resaltó.- Me la han arrebatado de mis manos.

-He pagado muy bien como para este tipo de retrasos.

-Lo sé, lo sé y no puedo perdonármelo pero, si usted me permite decirles quién fué el responsable.- al chasquear los dedos, un hombre de seguridad le otorgó a Derek un portafolios con la información específica.- Justin Drew Bieber, tiene veinte años y es un poco conservador con sus cosas.

-¿Este niño es mi competencia?- preguntó el hombre.

-Y déjeme decirle que no está solo. Tiene amigos importantes.

-No me importa quiénes sean, yo quiero lo que compré, se supone que esta mierda es un negocio y en los negocios todo es justo. ¿Acaso quiere que me ensucie las manos por usted?

-No señor, de ninguna manera. Esto es el aviso de una masacre donde podemos salir ganadores los dos.

-Estoy perdiendo mi tiempo.- el hombre comenzó a levantarse mientras los guardaespaldas que venían con él lo llevaban fuera del sitio.

-Tres por el precio de una

Eso despertó el apetito del hombre haciéndolo regresar con su acompañante.

-¿A qué está jugando?

-Yo no señor, usted. Si quiere a estas tres señoritas por el precio de una, sólo tiene que ganárselas. Yo le doy la información y usted pone los límites. Es libre de imponer los que desee. ¿Trato?

El hombre dudaba de qué tan confiable era Derek o si le estaba gastando una broma para caer en el juego, pero lamentablemente, la oferta era irresistible. ______ Stewart, Vanessa Shields y Paris DiFranco en su bolsillo dentro de poco.

-Trato hecho.