Parte IV

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 61.     En la Manchester, existen indicios biológicos de que el tamaño de los testículos se correlacionan significativamente con la infidelidad.

62.     Entre más centímetros cúbicos, mas promiscuidad,

63.     De acuerdo con las teorías, las mujeres también están biológicamente determinadas a buscar variedad sexual, pero por otros motivos.

64.     La idea de que los varones tienen el privilegio del goce sexual no posee respaldo alguno. Las mujeres no solo lo disfrutan fisiológicamente mas (recordemos los celebres orgasmo en cadena y la fase de meseta)

65.     Cuando a la mujer se le permite, el ying comienza parecerse al yang, la tímida damisela empieza a transformarse en una seductora Mata Hari.

66.     Los hechos muestran que existe un fondo genético, que aunque parece ser más fuerte en la masculinidad, las mujeres también lo tienen

67.     La educación sexual se encarga de incitar a los varones y reprimir a las mujeres.

68.     “Las cadenas del matrimonio son tan pesadas que se necesitan dos personas para llevarlas… a veces tres” Alejandro Dumas

69.     “Un buen matrimonio seria de una mujer ciega con un marido sordo” Montaigne

70.  Las expresiones “un poco presionada”, “un poco aburrido”, y “un poco simple”, no deben pasar inadvertidas. Sería como decir: “Tengo un poco de cáncer”

71.  Un hombre insípido y rutinario en la expresión de afecto seria el hombre ideal de cualquier esposa frígida y desapasionada, pero factor de angustia y desesperación en una mujer expresiva, tierna, sexualmente activa.

72.  Cuando la resignación se transforma en curiosidad es cuando se sale a buscar afuera lo que no se halla adentro.

73.  Las estrategias de afrontamiento recomendadas por los especialistas : “Me quedo y le doy una última oportunidad” o “Me voy, pero honesta y limpiamente”

74.  Una mujer que le era infiel a su marido el cual era exageradamente controlador, se expreso del amante: “Mi esposo es un mejor amante, pero aquí encuentro tranquilidad….No me regaña, habla poco y me escucha…Me acepta como soy… Puedo ser yo misma sin justificar mis actos… Nunca había sentido tanta libertad… Soy la mujer más feliz del mundo”.

75.  Hay parejas totalmente opuestas que llegan al colmo de la resignación: “Ochos años de casados, sin peleas ni discusiones significativas. Ella es frígida y el, un toro desbocado. Él le compra ropa interior erótica y ella no se la pone. No es que sea mojigata: se le olvida. A él le gusta el cine rojo, a ella, películas románticas. Tienen dos televisores. Nunca van al cine.

76.  Muchos amantes sin saberlo, terminan siendo el sostén  de la relación que precisamente quieren que se acabe.

77.  Un paciente, después de esperar en vano que su amante se separara, llego a una triste conclusión: “Entendí que mientras yo esté en su vida, nunca va a dejar al marido.

78.  ¿Por qué debía hacerlo…? El contribuía a que la relación sea más soportable, porque le doy exactamente lo que el esposo no es capaz de darle…

79.  La infidelidad aparece como un distractor, una forma de dilatar y esconder un  problema que posiblemente hubiera podido tener solución más adaptativas y menos traumáticas.

80.  Hay parejas que saben cómo es el otro antes dee4 casarse, y aun viendo la seriedad  de la incompatibilidades, se embarcan en la aventura del matrimonio. Finalmente, la comunión deja mucho que desear.

Extractos de Walter RisoWhere stories live. Discover now