Parte IV

3.2K 34 9
                                    

61.     Descarta la perfección física y los criterios estrictos.

62.     Disfruta lo que tienes y no te exijas lo imposible.

63.     La idea de la perfección solo te llevara a focalizar la atención en tus defectos y a olvidar tus encantos.

64.     Descubre y destaca las cosas que te gustan de ti. No escondas las cosas que te agradan de ti: destácalas, muéstralas y disfrútalas.

65.     Tu autoimagen se transmite a otros. En cierta manera la belleza es una actitud

66.     Si te tienes lastima, inspiraras pesar. Si te ves a ti mismo como desagradable, te rechazaran. La manera de romper el círculo negativo es gustarte.

67.     El aspecto físico es solo uno de los componentes de tu autoimagen. Pregúntate que más tienes fuera de hueso y piel.

68.     No importa que seas y como seas. Si realmente te agradas y gustas, siempre encontraras alguien que guste de ti.

69.     Gustarse es abrir los horizontes afectivos. Es arriesgarse y aumentar las probabilidades de conocer gente.

70.  “Es un acto de irresponsabilidad no dedicar tiempo a ti mismo”

71.  Cuando amamos a alguien, intentamos hacérselo saber con actos dirigidos a producirle bienestar satisfacción. De manera similar, debes demostrarte a ti mismo que te quieres

72.  Si hacemos de la postergación del placer una manera de vivir, convirtiéndonos en zombis. La vida ira  perdiendo lentamente su lado ameno y satisfactorio. El costo sería insensibilidad.

73.  Reconocer honestamente lo que te hace feliz, trabaja activamente para conseguirlo y disfrutarlo (sentirlo) intensamente, sin culpas ni remordimientos.

74.  Cualquier cosa que elijas puede convertirse  en tu pasión, si trabajas activamente para ello.

75.  El que busca encuentra. La felicidad no llega a la puerta; hay que salir a buscarla y pelear por ella.

76.  La premisa: “Más vale conocido que bueno por conocer”, se convierte con el tiempo en la clave del entumecimiento y la inactividad emocional.

77.  Hemos generado la insana costumbre de pensar demasiado sobre lo que sentimos, aunque el sentimiento sea positivo

78.  Los “porqués” deberían ser reemplazados por los “que” (que siento) y los “como” (como me siento)

79.  Si racionalizas permanentemente el sentimiento, corres el riesgo de dejar de sentir y llegar a soluciones absurdas.

80.  No es adaptativo, funcional, placentero, agradable, ni relajante preguntarte compulsivamente  el porqué de todos los sentimientos.

Extractos de Walter RisoWhere stories live. Discover now