Parte VI

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101.     Cuando tengas tus diálogos internos, en lo posible que sean positivos pero con una dosis de realismo

102.     El autoelogio representa la máxima expresión  de “Yo con Yo”. Como decía un personaje de  Mafalda: “para mí, lo más importante soy yo”

103.     “No soy merecedor” o “No fue gran cosa”: típico de las personas que ven la modestia o la subestimación de los logros personales como un acto de entrega y de humildad. En realidad es un acto de hipocresía en la gran mayoría de los casos.

104.     “Es mi deber” o “era mi obligación”. Esta actitud militarista, típica del mas obsecuente recluta, no le sirve a la autoestima

105.     “Autoelogiarse” es de mal gusto: el buen gusto comienza por casa. Atoelogiarse es una necesidad.

106.     Cada vez es más difícil decirle “te quiero” a alguien sin que se sospeche alguna tendencia homosexual o algún tipo de perversión.

107.     La expresión libre y franca de sentimientos positivos a las personas que nos rodean no es fácil.

108.     Decirse: “me gustan mis ojos”, “me encanta ser inteligente”, “Me fascinan mis piernas”, etc. , no ocasiona riesgos, ni rechazos , ni malentendidos

109.     Hoy he aprendido que mientras no sea dañino, perjudicial o peligroso para mi u otros, puedo felicitarme por lo que quiera.

110.  Las excesivas autoexigencias son perjudiciales para la salud mental: no solo generan estrés sino también insatisfacción y tristeza

11.  Debes ser conscientes de cómo te tratas y de lo que te dices a ti mismo

112.  Autoelogiate cuando haces algo bien hecho

113.  Autoadministrate el autoelogio en voz baja, hasta que se convierta en pensamiento

114.  Ensaya bastante el autoelogio para que se afiance y se vuelva automático

115.  Si el autoelogio sigue a un comportamiento positivo, este comportamiento se fortalecerá y tendrá mayor probabilidad de repetirse en el futuro

116.  Irracionalmente, aceptamos convivir con cosas que no queremos  o nos disgustan, simplemente porque nos sentimos culpables al salir de ella.

117.  Tú necesitas la autorecompensa. Al igual que el autoelogio, ella fortalecen tu auto estima y no permite el autocastigo, el automenosprecio y la insatisfacción.

118.  Evita que te vuelvas insensible a tus logros

119.  Pregúntate si lo que has construido a tu alrededor contribuye a tu felicidad o a tu entierro en vida.

120.  El culto a la habituación te impedirá innovar y descubrir otros mundos

Extractos de Walter RisoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora