Diez. Erec.

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Life’s like a road that you travel on 

When there’s one day here and the next day gone 

Sometimes you band and sometimes you stand 

Sometimes you turn your back to the wind… 

Tarareo la siguiente parte al ritmo de mis dedos golpeando sobre el volante. Espero que llegue el coro que sí conozco, mientras disfrutó del aire entrando a ráfagas por la ventana bajada. Raras veces puedo presumir de un buen estado de ánimo, solo sé que amo esta canción. 

Conduzco hacía la casa de mis padres en dirección contraria al taller del viejo Tim donde me estoy quedando desde mi cumpleaños. No planeo enfrentar a mi padre y tampoco  quiero armar una escena frente a mamá o Devin. Simplemente iré por algunas de mis cosas y saldré en silencio. Ya que es un hecho que no puede obligarme a trabajar para él, he decidido no quebrarme la cabeza dándole vueltas al asunto. Voy a restarle importancia como debí haber hecho desde un principio. 

Life is a highway 

I wanna ride it all night long 

If you’re going my— Maldita sea. 

El silbido particular de otra canción se cuela entre la música de la radio interrumpiendo mi canto desentonado, anunciando una llamada entrante. Me inclino un poco sobre el volante para ver de quién se trata antes de orillarme  y detener el auto para responder. 

—¿Qué quieres? —suelto empezando a sentir como el mal humor se apodera de mi. 

Interrumpirme justamente en la mejor parte de la canción debería considerarse un crimen. 

—¿Puedes venir a mi casa? —pregunta Even del otro lado de la línea sonando para mi desgracia poco entusiasta. 

—¿No está tu hermano? 

—Estoy sola —responde en voz baja. 

No tiene que añadir nada más. 

—Estaré allí en diez minutos —aseguro antes de colgar. 

No me cuestiono demasiado porque decidió llamarme precisamente a mí, estoy seguro que sus motivos tendrá. Giro en U a la primera oportunidad que se me presenta. Mi viaje a casa puede esperar. Si Even esta sola durante mucho tiempo, puede llegar a cometer una estupidez.

~

La casa de la familia Bakkenvel me da la bienvenida exactamente diez minutos después. La reja eléctrica que divide la propiedad de la calle, se abre para dejarme pasar un minuto después de que haga sonar el claxon. 

A través del vidrio alcanzo a ver a Even frente a las ventanas sin cortinas del primer piso. Aparcó en uno de los espacios vacíos del garaje techado, asegurándome de cerrar bien al bajarme, luego rodeo el jardín de la entrada y camino hacia la puerta principal. 

Lights (Luces)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora