LA CHICA DE OJOS PERLA

219 20 1
                                    

[ - ]

NARUTO UZUMAKI

[ - ]

"Me pregunto cómo será mi compañero. ¿También será becado? ¡De veras espero que seamos de la misma carrera!"

Mientras esperaba el arribo de un misterioso compañero, Naruto adornaba su lado de la habitación con algo de pintura en donde sus afiches de anime fueran a lucir mejor. No lo había pensado, pero si su compañero era tan fan del mismo grupo de sensuales y voluptuosas cantantes como él, pegaría un grito de niña.

En lugar de eso, el sonido de una pesada maleta lo hizo saltar.

—Pe-perdón... No quise asustarte. Eh... ¿Estás bien?

Naruto levantó la mirada y observó a la chica con una torpe sonrisa de alivio. "¿Un fa-fa-fantasma aquí?" Pensó burlón intentando olvidar sus tonterias de niño.

—Sí, yo... ¡Estoy bien, de veras! —exclamó varios segundos después de enfocar el preocupado rostro de la bella chica en la puerta- ¿Necesitas ayuda en algo?

—Mmm... Pues... ¿Esta es la habitación 206?

— ¡Sí, claro! —contestó enérgico; ayudar a los demás era su mayor virtud sin saberlo— ¿Te sucede algo? —agregó al verla un poco pálida.

—Eh... Pues... E-e-es que...

Luego de algunos titubeos de ella, de ver la maleta en el suelo y de su pase en la mano, la idea en su cerebro vio la luz.

— ¡Eres mi compañera!

Jamás le pasó por la cabeza que su asignación sería con una chica. Una extraña sonrisa se reflejó de forma inconsciente en sus labios al darse cuenta que si colgaba los afiches de idols sexys sería tachado de pervertido no sólo por su nueva compañera, sino con cualquier otra muchacha que llegase a conocer sus particulares gustos musicales.

La jovencita retrocedió unos pasos al verlo.

— ¡Eh! No... ¡No soy un mal chico! ¡S-si es eso lo que piensas! —Ella lo examinó con cautela de pies a cabeza. —Eh... Si quieres me amarras a una silla antes de ir a dormir. Así estarás segura de que no te haré nada, ¿sí? ¡N-no es que yo vaya a hacerte algo! ¡C-Claro que no!

Lo último que dijo sonó realmente estúpido, pero antes de arruinar más la primera impresión de su compañera, Naruto rascó su nuca incómodo por lo dicho. Cuando la vio sonreír, él también se relajó y recordó que no se había presentado.

— ¡Qué horror! —exclamó casi en un grito, limpió la mano en su pantalón negro y la tendió en dirección a la muchacha— ¡Hola! Me llamo Naruto Uzumaki, estudiante de arte. ¡Mucho gusto!

¡Oh! Mucho gusto. —dijo ella aceptando con ánimo la mano embarrada de pintura— Mi nombre es Hinata, Hinata Hyuga. Estudio medicina.

—¿Puedo decirte Hinata-chan? —expresó con una amplia sonrisa, ella aceptó con un suave rubor y ambos se soltaron las manos.

—Na... ¿Naruto-kun? —dijo con un tono dulce y algo risueño.

— ¿Sí?

—Ehmm... Pues... —ella tocó la parte trasera de su cabeza donde aquella azul y larga cabellera cubría toda la espalda. —Tienes pintura en el cabello.

Él abrió los ojos de par en par y llevó ambas manos a su cabello embargado por la rabia y la vergüenza. Los gritos u quejas por encontrar pintura en su cabello no le hacían ver que sólo se lo pintaba de rojo cada vez más y más.

Nunca te olvidaré...Where stories live. Discover now