Nunca te olvidaré...

ACCIDENTE

La temporada de invierno es mi favorita, pero no por Navidad o mi cumpleaños. Me gusta mucho el viento fresco y helado acariciando el rostro, y jugar en la nieve fresca de la primera nevada.

Pero, supongo, es mi estación favorita porque es el último recuerdo cálido que tengo de mamá.

Ella y yo fuimos al parque en mi cuarto cumpleaños para divertirnos. Recuerdo a mi padre allí también; aunque el sólo nos observaba... De hecho siempre que nevaba él contemplaba la nieve caer, pero dejó de hacerlo cuando mamá falleció.

La relación con mi padre no volvió a ser la misma desde ese entonces y, lentamente, me distancie de Hanabi-chan cuando ella quedó bajo la tutela de mi padre al descubrir lo excelente que era en la música.

Ahora que estoy en estas condiciones puedo meditar mejor las cosas y darme cuenta que si yo me hubiera esforzado un poco más, tal vez la relación con mi hermana no se habría partido tanto... Creo que, quizá, hasta podríamos habernos mantenido en contacto luego de mudarme a Tokio.

Como desearía verlos a los dos. Poder decirles que lamento haber cortado comunicación al irme de casa... Que los extraño a diario... Que, aunque, no sienta nada, un abrazo de ellos sería lo más reconfortante del mundo ahora...

Pero ya nada será como antes...

Jamás.

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— ¡Hinata! —exclamó la fuerte voz de su amiga- Vamos al centro comercial. ¿Nos acompañas? —preguntó Sakura con Ino y Karin acercándose a ella.

—Queremos comprar los regalos de navidad por adelantado. —señaló Karin.

— ¡Si, si! Así saldría más económico. —acotó Sakura.

—Yo no voy por lo económico, Sakura. ¡Mi Sai se merece lo mejor! —alardeó Ino por duodécima vez por ser la única con novio a esas alturas del año.

—Si Ino. Ya lo sabemos. —indicaron tanto Karin como Sakura rodando los ojos para lados opuestos.

—No sé... —murmuró Hinata.

— ¡Vamos! Así le compras algo al chico con el que compartes habitación~ —expresó Sakura tomándola del brazo y codeando un poco las costillas de una rojiza Hinata.

—Eh... yo no... N-Naruto-kun es...

—Claro, claro. "Amigos" —señaló Sakura realizando unas comillas imaginarias delante del rostro de Hinata. —Se nota que le gustas a ese chico. Seguro que te ha espiado mientras te bañabas y no te has dado cuenta.

— ¡Sa-Sakura-san!

—No le hagas caso, Hina. Eso lo dice porque es lo que quiere hacerle a Sasuke. —agregó Ino para que el rubor no solo estuviese en el rostro de Hinata.

—Es verdad, Sakura. Dices tus planes mientras duermes.

— ¡Co...! ¡Cómo te atreves, cerda! —Ino cruzó sus brazos y le dio la espalda con una sonrisa burlona— ¡Y tú te pones de su parte! —Sakura señaló a Karin de forma tosca— ¡Tú mencionas su nombre por las noches mientras haces sonidos de lo que ya debes imaginar!

— ¡Pero co...! —la cara de Karin se volvió tan roja como su cabello— ¡Cómo te atreves!

—Bueno, bueno. —Ino se interpuso entre las dos antes de que se empezaran a gritar a diestra y siniestra todos los sueños que ambas tenían con Sasuke— Hoy es para pasarla bien. —Ino tomó a Hinata por el brazo y la acercó— No te atrevas a dejarme sola con estas locas.