"Corazón Destrozado" - Dramione

Capítulo XV

Hola! He vuelto después de mucho tiempo, he tenido que lidiar con mucho este año (me vine a estudiar a otro país) y dejé mi escritura muy de lado, pero les prometo que esta vez volví para terminar. Mi meta es terminar este fanfic en Noviembre, así que puede que suba capítulos más seguidos, que sean un poco más largos, ya que faltan como 8 o 9 para terminar, espero les guste y si es así no olviden dejar su comentario y su estrellita <3 .

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Es posible que soñara al menos con una cien diferentes formas de tener relaciones con Draco Malfoy, durante toda mi fase escolar-hormonal, y con todos los rumores que había de él, no necesité tanta imaginación para que los posibles escenarios y posiciones llegaran a mi mente. A pesar de todo eso, jamás pensé que se harían realidad y mucho menos que sería ese hombre, con el que toda mi vida había soñado, con quien perdería la virginidad. Pensé que quizás pasaría con Ron, e incluso en su momento todos pensaron que me la había arrebatado Víctor Krum, pero yo estaba demasiado enamorada de Malfoy como para entregar esa parte de mí todavía, así que la guardé, pasó la guerra, y la seguí guardando, vino la segunda guerra y aún después de eso, seguía siendo completamente virgen... hasta ahora.

Esa noche Draco despertó en mí una parte que ni si quiera sabía que podría tener, me hizo desear cosas que me habrían avergonzado desde las orejas hasta el último dedo de los pies. E hizo todo con amor, con una ternura y pasión que tampoco pensé que podía dar él. Fue una noche genial, que me dejó mucho más agotada que el ejercicio diario, y como si no hubiera sido suficiente se repitió al menos unas tres veces más de diversas formas a lo largo y ancho de esa cama de seda verde y plateado. Sentí esa satisfacción y placer pleno del que solo leí en algunas novelas, ese que creí imposible, parecía demasiado surrealista, pero lo viví durante horas hasta que el acabó por última vez dentro de mí, y se desplomó en la cama sin soltarme si quiera. Apenas si pude alejarlo esa noche, al terminar nos acurrucamos y caímos en los brazos de Morfeo, pero me despertó solo unas horas después desplegando suaves besos a lo largo de mi cuerpo. No estaba muy despierta todavía, pero no podía ignorar esa corriente que me atravesaba cada vez que sus labios rozaban mi piel, así que me estiré abriéndole el paso a cada rincón de mí que quisiese explorar, y lo hizo, no fue hasta que sus besos bajaron más allá de mi estómago, que pude sentir la gloria máxima, al parecer los libros no mentían sobre esto, ni los rumores acerca del talento puro de la lengua de Draco Malfoy.

Me conocía lo suficiente como para saber que apenas sonara la alarma me levantaría e iría a tomar desayuno con los demás, sin importar lo mucho que tratara de persuadirme por quedarme en la cama. Así que aprovechó cada minuto de la noche como si fuera el último.

Tuve que tomar una poción revitalizante y un par de tazas de café cargado para evitar caer de sueño en la mesa, pero valió cada gota, jamás había tenido una noche así y veía imposible olvidarla, lo único que quería era repetirla. El simple pensamiento me hacía ruborizar.

Traté de sacar de mis pensamientos a Draco durante el día, su sola mención me devolvía los recuerdos de la impresionante noche, así que me mantuve ocupada en la enfermería y después contando estampillas con Jem. A la hora de ir a ver a James me desesperé por unos minutos, el solo ver a ese hurón caminar hacia donde yo estaba, me enloquecía, y podía ver por la profunda mirada que me lanzaba, que no era la única. Nos las arreglamos para mantenernos lo más lejos posible el uno del otro durante esa tarde, aunque la corriente eléctrica invisible que nos conectaba, me hacía muy difícil no notar su presencia. El pequeño bebé Potter me distrajo lo suficiente, y me llenó de una nueva poción revitalizante natural: Esperanza. Debía poner mi vida en orden para que el hijo de mi mejor amigo tuviera un lugar donde crecer, para que pudiera tener una familia un poco más completa y no que crecer en medio de tuberías. Harry era buscador de Quidditch, James se merecía al menos unas clases de escoba, pero aquí abajo, dudo que valiera la pena. Me comprometí con Pansy a visitarlo más seguido y tomé la mano que Draco me ofrecía para dirigirnos a nuestro entrenamiento.